Hyung, ¡estoy embarazado! [YoonMin] EDITANDO

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Las mañanas, con la tenue luz del sol ingresando por las cortinas entre abiertas, se sienten vacías sin las, anteriormente, usuales patadas que daban sus dos bebés cuando Jimin despertaba. Las tardes comienzan a ser aburridas sin bebés en su pancita que se muevan y reclamen algo de comida. Y ni hablar de las noches, en las cuales, a Jimin, se le quita el sueño al sentir el vacío en su interior; la vida comienza a no tener un sentido claro para el menor, la vida comienza a ser aburrida y por cada día que pasa, el vacío se hace presente cada vez más en Jimin.

El menor se despierta, acaricia su abdomen por inercia y hace una mueca al no sentir el bulto que solía estar ahí; mira a su pareja, aún dormida, y acaricia su cabello sin poder sonreír. Yoongi acerca sus manos al abdomen de Jimin y al no sentir el bulto, despierta. Sin una razón clara, la pareja comienza a llorar mientras se dicen que todo estará bien y que, de algún modo, lograrán superar ésto.

Las palabras no son suficiente para Jimin, éste sólo se limita a llorar cada vez que mira su abdomen ahora plano. Él sabe que no podrá superar ésto por más que su pareja se lo asegure sin sonar dudoso al pronunciar las palabras.

Jimin se levanta de la cama rápidamente, pero al comenzar a caminar al baño es como si el tiempo avanzara en cámara lenta, gira su cabeza para mirar a su pareja y vuelve a caminar al baño. Una vez allí se encierra en éste, se escuchan los gritos de desesperación de Yoongi al otro lado de la puerta que está intentado ser abierta por éste mismo y Jimin se lanza al suelo sin poder contener sus emociones. El suelo y las lágrimas que recorrían el rostro del menor parecían ser más reconfortante que los abrazos de su querida y amada pareja; ésto parecía calmarlo. Sin embargo, lo que parecía calmar a Jimin, desesperaba más a Yoongi, quien seguía dando gritos intentando que Jimin abriera la puerta y también dando patadas a ésta.

—¡¡Jimin, por favor abre la puerta!! ¡¡No se te ocurra hacer ninguna locura!! ¡¡Jimin!! —exclamó una vez —¡¡Jimin!! —y lo hizo por segunda vez.

Yoongi pudo ver a Jimin moviéndose en la camilla mientras soltaba pequeños quejidos casi inaudibles, sin embargo, de fácil percepción, sobretodo para su sobreprotectora pareja.

Yoongi tocó el hombro de SeokJin y miró a Jimin para que el mayor de los presentes también lo hiciera. Ambos miraron a Jimin atentamente y se quedaron esperando a que éste de calmara un poco, al ver que Jimin no daba señales de calmarse pronto, ambos se acercaron mirando su rostro. El rostro de Jimin demostraba desesperación y angustia, y variadas lágrimas recorrían el rostro del éste y el monitor donde se mostraban las pulsaciones de Jimin comenzó a dejar salir pitidos más continuos, tal como si Jimin hubiera corrido demás. Yoongi se alteró, pero tratando de mantener la calma, se acercó a Jimin para tratar de que despertara lo menos exaltado posible, o al menos no más de lo que ya estaba.

—Jimin, despierta —susurró Yoongi mientras palmeaba el hombro del menor.

SeokJin, por el otro lado de la camilla intentaba calmar al menor dando suaves caricias en su mejilla. El menor sudaba y se removía frenéticamente en la camilla mientras lágrimas recorrían su rostro.

—Jimin, hazme caso y abre tus ojitos, ¿sí?

Yoongi tomó a su pareja por los hombros y lo movió un poco para que éste despertara sin exaltarse demasiado. Poco a poco el menor comenzó a abrir sus ojos y, al ver a su pareja en frente, hizo que se acercara  para abrazarlo y llorar, mojando así, el hombro del contrario.

—Mochi, ya todo está bien, ¿sí? No llores.

—¿Y las bebés? —susurró Jimin.

—Ellas están aquí, Mochi —manifestó mientras posaba una de sus manos en el abultado vientre de Jimin —, ellas siempre han estado aquí.

—Mochi, ¿no quieres un poco de agua? —preguntó SeokJin alzando un vaso.

Jimin asintió ante la pregunta de SeokJin y tomó el vaso que éste alzaba. Se tranquilizó luego de beber unos cuantos, por no decir muchos, vasos de agua y volvió a abrazar a Yoongi.

—¿Ya estás bien? ¿Quieres contarme lo que pasó?

—U-Un sueño m-muy feo... La verdad, no quiero hablar de eso.

—No te obligaré a hablar de eso, pero sabes que estamos Jin y yo aquí para escucharte.

—Yo... —suspiró —tengo hambre.

Tras decir ésto, Jimin se acomodó en la camilla y miró al techo como si estuviera buscando respuestas en éste. Sin embargo, en vez de respuestas, el techo parecía gritarle que todo era su culpa y que, por todo lo que pasaron sus bebés, fue por su inconsciencia, por pensar antes en él y sus sentimientos que en las bebés.