Hyung, ¡estoy embarazado! [YoonMin] EDITANDO

[26]

Jimin subio hasta el último piso, entrando en la extravagante oficina de su Hyung. Yoongi miró sorprendido a su pareja y luego miró a TaeHyung.

TaeHyung, sin decir nada en lo absoluto, entregó los papeles y se retiró de la oficina, dejando en ésta, a Jimin y Yoongi mirándose por un buen rato. De repente, entre las miradas, una lágrima corrió por las regordetas mejillas de Jimin.

—Mochi, ¿por qué lloras? —preguntó preocupado mientras se acercaba a Jimin para limpiar las lágrimas con su dedo pulgar.

—Hyung, ¿podemos hablar?

—Claro, claro.

Yoongi tomó la mano de Jimin y, dejando todas sus preocupaciones de lado, se sentó en el sofá que estaba en una de las esquinas de la extravagante oficina.

Jimin comenzó con dificultad a hablar sobre el tema, las palabras casi no salían de su boca, pero de un de repente, Jimin comenzó a hablar sin parar mientras lloraba y sollozaba.

—Hyung, yo creí haberlo superado, pero simplemente no puedo —lloriqueó.

—Ay, Mochi. Yo... nunca debí dejarte tanto tiempo solito. Sé que es difícil, pero ya se pasará, ¿sí? Es cuestión de tiempo.

Yoongi puso a Jimin entre sus brazos dándole un cálido abrazo.

—¿Te parece si te quedas aquí conmigo hasta que acabe mi trabajo? —preguntó, a lo que Jimin asintió sin escaparse de los brazos de Yoongi.

El mayor tomó a Jimin sorpresivamente en sus brazos y lo llevó hasta la silla de su escritorio. Primero se sentó Yoongi y luego puso a Jimin en su regazo para seguir con su trabajo y luego poder poner toda su atención en el menor.

Una vez pudo terminar todo su trabajo volvió a tomar a Jimin entre sus brazos, esta vez llevándolo de vuelta al sofá. Acarició su cabello mientras el contrario tocaba su abultado vientre.

—¿Qué quieres hacer ahora, Mochi? ¿Tienes hambre? ¿Mis cosas quieren comer?

—Las bebés sólo quieren mimos de su papi, y yo también...

Yoongi rió levemente al escuchar las palabras de Jimin y asintió.

—Entonces tendrán mimos, pero los tendrán en casa.

—¿Aún tiene mucho trabajo, Hyung?

—No, pero prefiero darles mimos en casita, en nuestra cama y viendo televisión. Así que vamos a casa —dijo mientras se levantaba y buscaba las llaves de su casa y auto.

Yoongi tomó las llaves y, consigo, la mano de Jimin para ir directo a casa. Una vez más, Jimin se durmió en al auto mientras trataba de entablar una conversación con su pareja, lo cual, para Yoongi, resultaba ser algo de total frecuencia.

Estacionó el auto fuera de su humilde, pero gran, hogar y sin querer despertar a Jimin, lo cargó hasta la habitación que ambos compartían desde hace ya varios años.

Una vez Yoongi recostó a Jimin, éste abrió sus ojos lentamente para luego mirar a su pálida pareja y preguntar:

—Hyung, ¿por qué no se acuesta?

—Iba a ir por algo para que te alimetaras, Mochi.

—Pero no tengo hambre. Yo quiero mimos...

Ante las tiernas e irresistibles peticiones de Jimin, Yoongi no se pudo negar y se acostó a su lado para abrazarlo por la espalda y acariciar el abultado vientre de éste. Sin embargo, el mundo parecía estar en contra de los deseos de Jimin, por lo que éste bufó molesto.

—No contestaré si no quieres, Mochi.

—No, no. Vaya y conteste, puede ser algo importante sobre su trabajo, Hyung.

—Vuelvo en seguida.

Yoongi tomó su teléfono, el cual se encontraba sólo a centímetros de él, y contestó tranquilamente. Mientras tanto, por el otro lado de la línea telefónica, se encontraba Jin en medio de un ataque de desesperación.

—Yoongi, ¿dónde mierda están ambos? —Jin no estaba enojado con Yoongi, sólo desesperado por lo que pudiera pasar.

—En casa, con Jimin.

—¿Y por qué Jimin no contesta su teléfono?

—Está sin batería.

—¡Como sea! Pásame a Jimin ahora, debo hablar con él.

—Está bien, está bien.

—Mochi, es para ti —habló mientras se sentaba a su lado y acariciaba su cabeza, la cual estaba sobre la cómoda almohada.

—¿Hola?

—¡Mochi! Necesito hablar contigo. Dime, ¿tú estás bien?

—Sí, ya estoy mejor. Yoongi Hyung me ayudó.

—Jimin —cambió su semblante —, lamento tener que decirte esto...

—Jin Hyung, ¿de qué está hablando?

—Tu madre...

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No es por nada pero...

¿VIERON LA PELÍCULA?

¡SI NO LA HAN VISTO ENTONCES NO SÉ QUE ESPERAN!

Sorry, fue la emoción. Es que lloré, marik