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- Eres muy cruel.- dice entre mis besos apresurados, mientras ingresábamos a la casa, sin despegar un centímetros nuestros cuerpos.- Te excita que me ponga celoso.
- Me excita demasiado.- le digo empujándolo al sillón, para colocarme sobre él.- Eres precioso enojado.- digo devorando su cuello con mis labios y dientes.
Realmente estaba enloquecido por volver a probar y tocar su cuerpo. Su piel ardía, al igual que la mía, y lo amaba demasiado para contenerme. Su respiración se agita fuertemente mientras lo desvisto solo a él. Quería verlo desnudo bajo mío, tener totalmente su cuerpo a mí disposición. Mis besos empiezan sobre sus labios, dejando un camino de saliva hasta su pecho del cuál me tomo todo el tiempo del mundo para morder y succionar sus pezones. Su piel quemaba bajo mi lengua. Empiezo a lamer cada centímetro de su pecho y estómago, como si fuera un helado delicioso de lamer. Muerdo su piel por debajo del ombligo, provocando gemidos de dolor mezclado con placer.
Hakyeon mantenía los ojos cerrados para controlarse de mis caricias, pero era más que obvio que estaba más que excitado al sentir como su miembro choca contra mi cuello mientras me mantengo succionando la piel de su cadera.
- Oh Dios.... por favor...¡No~!.- súplica cuando empiezo a morder y succionar sus muslos, ignorando su elevado y latente amigo.
- No lo metas a Él en ésto.- digo sonriendo con malicia al ver como su rostro estaba totalmente enrojecido.- Eres tan delicioso... tan caliente, tan dispuesto a todo.- le murmuro seductoramente, mientras lo obligo que se siente en el sillón mientras me arrodilló sobre el suelo, quedando entre sus piernas a las cuales coloco sobre mis hombros, para poder lamer sin pudor todo el tronco de su miembro como si fuera un caramelo exquisito.
- Woonah... uuhmm... por favor ...- me súplica agitado, tironeando fuertemente mi pelo corto y negro, para demostrarme lo mucho que le dolía estar así sin poder liberarse.
Me fascinaba seguir el camino de sus venas gruesas y palpitantes con mi lengua, amaba succionar sus genitales, amaba el sonido de su sollorozo placer que ingresaba por mis oídos. No pensaba acelerar mi ritmo, sólo quería grabar cada sabor de su piel en mi boca con toda la paciencia del mundo.
Cuando llego a la cima luego de ensalivar y degustar todo su orgullo, empiezo a succionar la punta el cuál de tanta excitación, expulsa sobre mi lengua su semen preseminal. La dulzura de su sabor descontroló mi cordura cuando empiezo a succionar como si fuera un helado para probar hasta la última gota, provocando la locura de Hakyeon quien empujaba y hundía con más profundidad a mi boca sobre su pene casi ahogándome.
Me río unos segundos, alejando mi boca de él para componerme. Cuando elevo la mirada, observó cuán transpirado estaba que hasta brillaba. Lo estaba matando de placer y no pude evitar sonreír con orgullo y perversidad.
