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Cuando fuimos a buscar a Byul de su abuela, la pequeña parecía estar más emocionada por estar conmigo en el auto de su padre, que ir a la casa de su amiga a jugar.
Taekwoon me había permitido ir con él, ya que honestamente aún no tenía la confianza suficiente como para dejar a su hija a solas con una mujer que había visto solo una vez, y sentía que tenía que estar allí supervisandola, pero como creía que el ambiente iba a ser un poco incómodo, la idea de que esté a su lado le pareció algo confortante.
El viaje en auto fue corto y silencioso a pesar de la emoción de ByulMin, y cuando llegamos a la casa de la madre de Hyeri, por alguna razón incomprensible, sentí como una especie de mal presentimiento.
- ¡Hola!.- saluda alegremente la madre de mi alumna, al abrir la puerta.- Wow, que sorpresa verte aquí.- me comenta mientras nos indica que entremos a su casa.
- Si, soy amigo de Taekwoon, y quise acompañarlo.- le explico viendo cómo Byulie se dejaba abrazar por su cariñosa amiga.- Espero que no sea una molestia.
- No, claro que no. Pasen.- dice indicándonos que nos adentramos a la cocina donde se hallaba una mesa con galletas y tazas.
- ¿Y esto?.- pregunta Taekwoon, observando discretamente la cocina.
- Bueno... ya que pronto será la hora de la merienda pensé que las niñas y... nosotros podíamos conversar mientras ellas juegan y comen.- explica un poco tímida, indicándonos nuevamente a que nos sentemos.
Nunca había hablado con ella en las prácticas, simplemente la conocía desde lejos, pero no necesitaba conocerla para ver sus ingenuas intenciones y me di cuenta de que mi inesperada visita le había arruinado su no muy disimulado plan de cita.
- Creo que le gustas.- le susurro en el oído a mi amigo, riéndome de él.
- Basta.- dice incómodo golpeandome con el codo.
- ¿Y... son amigos desde hace mucho?.- pregunta sentándose en la mesa con nosotros, mientras incorpora una nueva taza en la mesa y nos sirve café.
- No, es reciente nuestra amistad.- dice Taekwoon agradeciendo su taza de café.- Gracias por invitar a Byulie a jugar, Hyeri es su primer amiguita.
- Es un poco tímida, ¿No?. Es muy linda.- comenta mirando a un costado de la cocina donde las niñas estaban jugando con su juego de cocinita.
- Si, es muy introvertida y le cuesta hacer amigos. Pero parece que con Hyeri se siente cómoda.
- Me alegro, mi hija no dejaba de pedirme que la invite a jugar.
La alegre sonrisa de Woonie al escuchar sus palabras me vuelve a provocar una sensación extraña, como un mal presentimiento, como un sabor amargo en la boca.
