Capítulo 5: Soy igual que tú.

342 81 10
                                    


- Si estás interesado en saber mi respuesta, tendrás que esperar a que termine mi clase

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Si estás interesado en saber mi respuesta, tendrás que esperar a que termine mi clase. Todavía tengo mucho que pensar.- dice con su sonrisa arrogante, yendo con su segundo alumno al que acababa de ingresar.

- ¿Está siendo arrogante conmigo?.- me pregunto a mi mismo, riéndome por lo confuso que era esta situación.

No seguí interrumpiendo, así que sin antes mirarlo por última vez, subí las escaleras al segundo piso. Hoy no tenía a ningún alumno hasta las 5 de la tarde, así que decidí despejar mi cabeza haciendo algunos ejercicios en las máquinas.

El único motivo de haber llegado temprano había sido ese patinador que Byul adoraba, así que ahora, no tenía nada más que hacer.
Por alrededor de las 15:12 p.m, bajé al primer piso a distraerme un poco viendo patinar a los niños. Ese había sido siempre mi motivo de entrar a la pista a observar, solo que jamás pensé en encontrarme a ese profesor que daba toda su energía y ternura hacía sus alumnos más pequeños.

Cuando ingresé, Hakyeon estaba ocupado, y de espalda hacía mí. Así que por unos largos minutos, no se enteró que lo estaba observando.
Uno de sus pobres alumnos, se daba varios golpes por querer intentar girar sobre sus patines, y Hakyeon parecía no querer rendirse con ese niño.

Su dedicación y paciencia me tenían anonadado, y cuando por fin se dio cuenta de mi presencia, no pudo evitar reírse de mi.
Exactamente no sé porqué, quizás porque parecía un acosador, pero yo no tenía la culpa de que sus clases sean tan entretenidas. Sin negar el hecho de que... no podía alejar mis ojos de él.

No era un secreto el hecho de que Hakyeon es un hombre muy atractivo de pies a cabeza. Y muchas madres o hermanas de sus alumnas o alumnos, venían sólo para mirarlo.
Era un hombre que acaparaba la atención de las personas, y yo no era una excepción.

Cuando las clases terminaron a las 16:00 p.m, y el último niño abandonó el edificio, la mirada de Hakyeon que aún seguía sobre el hielo, se conectó con la mía.
Me acerqué al borde de la pista, donde se ingresaba al hielo, esperando a que se acerque para hablar.

Pero lo único que hizo fue mirarme, con una mueca de lado, mientras se deslizaba en el centro de la pista.

- ¿Podemos hablar?.- le pregunto elevando un poco la voz para que me escuche desde esa distancia.

- Si quieres hablar, tendrás que llegar a mi.- exclama provocándome con su sonrisa encantadora, dejándome estupefacto. Con su mano, señala a un costado de mi, donde al voltearme, encuentro unos patines para adultos.

- ¡Estás loco!. No sé patinar.- exclamó nuevamente, pero está vez, finge que no puede escucharme por la distancia que sigue tomando.

Hakyeon estaba jugando conmigo. Estaba esperando que caiga sobre sus redes como la araña que era. Decir que simplemente podría ignorarlo e irme, sería fácil.
Pero el hecho de que sus ojos no dejaban de mirarme con expectativas, y su sonrisa seguía impecable, hizo que me transformará en un tonta mosca que no podía evitar quedar atrapado en su juego.

Between Us. / #NeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora