Esta es la historia de Mey, una chica que se encuentra con los caballeros dorados de Atena. Ella sera indispensable para ayudar a ganar la Guerra Santa. Mey tendra que superar su sed de venganza y pelear con los espectros que se encuentre en su cam...
Todos giraron y vieron a Yin en el suelo gravemente herida.
Aldebaran: Yin...
Mey: Los espectros se han ido y...- decía acercándose hacia ahí- Yin?- dijo al verla- No, no, no!-tomo la cabeza de su amiga y la puso sobre su regazo- Tranquila... todo estará bien, solo, te daré de mi cosmo y...- decía con lágrimas en los ojos.
Yin: Esta bien Mey... -tomo la mano de esta y sonrió débilmente- Por qué están llorando?- miro a los dorados a su alrededor- Es acaso que no les gusto la comida?
Aldebaran: Estuvo deliciosa- sonrió conteniendo las lágrimas.
Yin: De verdad? -acaricio con su mano la mejilla del dorado- Me alegra mucho escuchar eso- tosió sangre.- Pero creo... creo que ya no podré preparar ya nada...- una lagrima recorrió su rostro- Díganle a la señorita Atena que me disculpe.
Mey: No digas eso- decía sollozando- Te necesitamos aquí, yo te necesito aquí!- Apretó fuertemente la mano de la rubia que estaba perdiendo mucha sangre.
-Yin...-escucho la rubia un susurro y miro al cielo-Yin... -vio a una bella mujer de largos cabellos rubios tendiéndole la mano.
Yin: Pero... también mamá me necesita- dijo con la mirada perdida en el cielo- Mey?
Mey: Si- su voz se quebró.
Yin: Este cielo...-con su mano intentaba alcanzarlo-...es hermoso - sonrió y cerrando lentamente sus ojos, su mano cayó a un costado de Mey.
Mey acaricio el cabello rubio de su amiga, rio secamente un instante y después un doloroso lamento salió de su boca. Los caballeros no pudieron ocultar la rabia y la impotencia que sentían en ese momento. Tay llego con los demás y vio a Mey en el suelo con el cadáver de su pequeña amiga.
Tay: Yin? Yin!- se incoó- No, es broma, no es así? Dime que es una maldita broma!!- Marion lo abrazo- Nooo!- rompió en llanto.
Al día siguiente en el Santuario, el sol no salió ni por un instante, fue como si se hubiera unido al luto que se vivía en esos instantes. El viento corría entre los pilares del coliseo el cual se encontraba desolado con lo sucedido, todos se encontraban en sus puestos de vigilancia.
-Se enteraron sobre lo que paso?- decía un caballero de plata.
-Fue terrible, nadie sabe cómo se infiltraron esos espectros sin que nadie los viera; muchos caballeros cayeron en batalla y, además, la pequeña...- comento otro plateado.
-Si- suspiro- era muy joven. La diosa Atena está devastada, dicen que no ha salido de sus aposentos desde entonces- respondió un tercer plateado.
-Si la señorita Atena esta así, no me quiero imaginar cómo se sienten sus amigos- dijo el primero al ver pasar a Mey- Pobre chica, la pequeña murió en sus brazos.
Mey camino lejos del Santuario hasta un claro cerca de un pequeño estanque donde había muchas flores, se sentó entre ellas y solo observo como el viento las mecía; una parte de ella estaba llena de ira y frustración, y la otra sentía culpa y tristeza.
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