Capitulo 44: Obscuridad Parte 1

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Los días pasaban en el Santuario y todo volvía a seguir su orden natural o al menos así parecía. Tay, Yato y Tenma entrenaban sin descanso en el coliseo.

Dohko: Hola muchachos, aun entrenando?

Yato: Si.

Tenma: Vas a salir a una misión?- pregunto al ver a su maestro con su armadura a cuestas

Dohko: Si, el Patriarca nos envió a revisar una zona donde se dice que están pasando cosas extrañas.

Tay: Discúlpeme señor Dohko, puedo hacerle una pregunta?

Dohko: Claro, dime.

Tay: Podría usted...- lo pensó un poco- Sabe usted el nombre del espectro que... -su voz se tornó oscura- ...asesinó a Yin?

El santo miro en silencio por un momento el rostro del chico.

Dohko: Tay, entiendo cómo te sientes pero...

Tay: Lo sabe, cierto?

Dohko: Si, lo sé.

Tay: Por favor dígamelo!- levanto un poco la voz.

Manigoldo: Fyodor de Mandragora.

Al escuchar esto, Tay sintió como ese nombre retumbaba en su cabeza haciendo eco. Fue entonces que recordó a aquel espectro de tez blanca y cabellera negra al que había enfrentado con Mey hacia algunos días.

Dohko: Manigoldo!- lo miro con enojo.

Manigoldo: Que? El chico tiene derecho a saberlo.

Tay: Entiendo.- miro el suelo por unos instantes- Así que fue ese maldito.- cerro sus puños con fuerza.

Dohko: Ya lo conocías?

Tay: Si. Nos atacó a Mey y a mí hace poco. Disculpen, iré a caminar un poco.

Tenma: Pero Tay...- iba a alcanzarlo.

Yato: Déjalo, tiene que pensar en muchas cosas. Después de todo, se siente culpable por lo que le paso a Yin.

Tay camino por un buen rato hasta llegar a las orillas del Santuario. Ahí, se sentó bajo la sombra de un árbol y observo como el viento mecía las ramas de este. De repente, una visión de Yin sentada en las ramas hizo que se pusiera de pie inmediatamente al mismo tiempo que esta desaparecía.

No pudo más con el dolor que sentía y comenzó a llorar.

-Tay?...Taaay...- escucho la voz de la rubia.

Tay: Yin?- se limpió las lágrimas y miro hacia todos lados- Yin? Yin, eres tú?- logro distinguir a la rubia que sonrió y luego se adentró en el bosque.

El chico estaba a punto de entrar cuando sintió una mano en su hombro.

Marion: Que haces aquí?

Tay: Yo...- decía mirando hacia donde había visto a la rubia- Marion, no me lo vas a creer pero vi, vi a Yin- dijo feliz.

Marion: Tay, ella ya se ha ido- dijo con tristeza.

Tay: No miento. Es más, se fue por ahí- señalo los arbustos.

Marion: Es normal que la veas, no ha pasado mucho desde su muerte.

Tay: Tienes razón- se tallo los ojos con las manos.- Debo estar muy cansado.

Ambos chicos se alejaban pero un entre los arbustos los observaba alguien.

Más tarde, Marion se fue al coliseo a entrenar un poco. Ahí se encontró con Mey y le contó lo sucedido.

Una Aventura Con Los Dorados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora