El hermano de mi Mejor Amigo »HunHan«

»Capítulo 28«

SEHUN.
Después de curar a Yoongi, decidimos ir a hablar con mis suegros.

-¡Chicos! ¿Su fiesta acabó tan pronto?

-Señora Park, tenemos que hablar usted

-Claro pasen.

Mi mamá estaba ahí, por la fiesta.

Les relatamos todo, desde lo que le pasó a Lu en Estados Unidos hasta lo de hoy.

La señora Park comenzó a llorar junto a mi mamá y el señor Park las abrazaba.

-M-Mi be-bebé..

-Señora, yo tengo equipo para poder encontrarlo.

-Y yo trabajo con los que raptaron a Lu.

-¡¿Dónde está mi hijo?!

El señor Park tomó a Yoongi de la camisa y lo estaba sacudiendo.

-¡Trabajaba! Changlin lo manipulaba, pero ya no.

-¿Qué no Changlin estaba saliendo contigo, Sehun?

-Estaba, desde que llegó Lu dejamos de salir.

-Cariño, suelta al niño.

Dejó libre a Yoongi y le acomodó la ropa, justo cuano acabó, el celular de Yoongi comenzó a sonar.

-Es Changlin...

-Estás en tu habitación, todos guarden silencio y quítenle el ruido a sus celulares.

-Hola, linda.

-Hola Gi, ¿qué estás haciendo?

-Estoy  en mi habitación, ya iba a dormir.

-Mmm, seguro, es que, necesito tu ayuda.

En ese momento mi celular empezó a vibrar, tenía una llamada entrante de un número desconocido.

-Claro, ¿que puedo hacer por ti, preciosa?

-Te necesito aquí primero. Éste es el plan, vienes, me follas duro y después te cuento.

Yoongi se puso rojo hasta las orejas y todos los presentes hicimos una mueca.

-Está bien, voy para allá.

Nos miró a todos, le asentí y estaba a punto de irse.

-¡Espera! Mi casa está a cinco minutos de la de ella, pasemos por algo de equipo.

Subimos al auto Yoongi, Baek Jennie y yo. Llegamos a casa de Jennie y ella le puso a Yoongi un rastreador en el celular, un pequeño micrófono y una cámara que nosotros podiamos activar, ésta última la puso en sus tenis, por cualquier cosa.

Él se fué y nosotros nos instalamos en la sala para ver todo.

LUHAN.
La verdad tenía mucho miedo, y quería ir al baño, cuando escuché que entraban a la habitación.

-Luhan, mi amor, ¿tienes hambre?

-Ya comí.

-Ven aquí.

Me levanté y el me tomó por los hombros, subimos unas escaleras y pude ver que estabamos en el sotano. Subimos otras escaleras y me llevó a una habitación pintada de un degradado azul, empezando en el techo azul rey hasta el piso, en un tono azul pastel, casi blanco.

-Ésta va a ser tu habitación.

-¿Por qué me das una habitación si estoy secuestrado?

-Puedes dejar de estarlo y estar aquí a gusto.