Capitulo 26.

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Narra Skylar

Harry se había ido dejándome sola, hice una mueca y le di voz a la televisión mientras que veía una película que estaban echando.

Unos golpes en la puerta me despertaron, abrí los ojos sobresaltada. Me había quedado dormida, me destapé y arrastrando los pies fui a abrir.

Allí estaba Harry.

- Hola de nuevo - sonrió. - ¿Te he despertado?

- Si - murmuré, y lo dejé pasar. Corrí hacia el sofá de nuevo y me tapé.

Harry cerró la puerta, entró en el salón y se sentó a mi lado, aunque manteniendo distancias. Nos miramos durante un buen rato.

- Dilo - dijo él tapándose la boca con su puño.

- ¿No era que no te acostabas con la misma chica dos veces? - le pregunté.

- Bueno, si ella me da un buen sexo puedo hacer una excepción - se encogió de hombros.

- ¿Mi prima te dio un buen sexo? - arqueé una ceja.

- No puedo negar que estuvo bien - sonrió de lado - Pero no lo suficiente para repetir.

- Ahhh - asentí - Entonces ¿Qué quería?

- No te incumbe.

- Vaya, ya has cambiado la frase.

- Si, no quería denunciarte por derechos de copyright. Puedes quedarte mi frase.

Suspiré. - ¿Qué haces aquí?

- Hacerte compañía - sonrió. - ¿Te molesto?

- Un poco.

- Yo se que no.

- Lo que tu digas, ¿Dónde fuisteis?

- Me estaban esperando - se encogió de hombros.

- ¿Quién?

- Tuve que... - se calló - Deja de preguntar. - rodé los ojos.

- Ya se lo que haces, puedes contarme - mordí mi labio.

- Te cuento si me das un beso - sonrió de lado.

- No - me crucé de brazos.

- Entonces, no te contaré nada - mis labios se unieron creando una fina línea. Maldito.

- Si te doy un beso - le advertí con mi dedo - Me cuentas todo.

- ¿Todo sobre que?

- El por qué vendes drogas, prometido - levanté mi dedo meñique, el levantó el suyo y lo junto con el mío. - Bien - sonreí. Me quité la manta con dificultad, me puse de rodillas apoyándome con una mano en el respaldo del sofá y con la otra en el hombro de Justin. Me acerqué a él y le di un pequeño beso en sus labios. - Bien ahora cuéntame que... - su mano se puso en mi nuca y me empujó de nuevo a sus labios. Con su otra mano me agarró de la cintura y caí encima de él, agarrándome del sofá para no echar mi peso en él. Abrí mi boca por la insistencia de su lengua para que la dejara entrar, uniéndonos más. La mano que estaba en mi cintura bajó a mi muslo, moviéndome para que me pusiera encima de él a horcajadas. Apretó sus dedos en mis caderas haciéndome gemir. Me separé de él por falta de aire, pero aún no me dejó ir. - Creo que merezco que me cuentes - le susurré intentando controlar mi respiración.

Harry suspiró, pero no me dejó ir. - Empecé en el mundo de las drogas cuando tenía 16.

- Al principio, solo vendía, era fácil, ya que estaba en el instituto, y eso me daba el dinero suficiente para comprarme lo que quería. Lo veía divertido, y me hacia quemar adrenalina.

- ¿Cómo te metistes en ese mundo? - le pregunté. El me puso su dedo índice en mis labios para que me callara.

- Estuve ocultándolo casi durante un año, antes de cumplir los 18, mis padres me echaron de casa.

- Pero, bueno, no es que vender droga sea muy bueno, no se si me entiendes, pero tampoco creo que sea para que te echen de casa ¿no?

- No solo es vender droga.

- ¿No? ¿Que haces a parte de eso? - Harry frunció el ceño, así que supe que estaba forzándole demasiado.

- Transportamos la droga de un lado a otro, es decir, metemos droga en la ciudad. Nos ocupamos de que la gente pague lo que debe y...

Alcé una ceja esperando que continuara.

- Creo que ya te he contado demasiado

- ¿Queeeeee? - alargué mucho la vocal. -pero que vas a palabra por beso? Me estarás tomando el pelo ¿verdad? Es como si me hubieras quitado el final de una pelicula - dije haciendo drama. Harry rió.

- Creo que podrás sobrevivir.

- Bueno, y .... - mordí mi labio de abajo metiendolo en mi boca - Se me ha olvidado lo que te iba a decir - sonreí. Harry rió por lo bajo

- ¿Que era? - apoyé mis manos en su pecho - mmmmmm.... ¿Como te metiste en este mundo? Digo, alguien tuvo que meterte en esto... ¿no?

- Es complicado - murmuró. - Supongo que estaba perdido y él me encontró.

- ¿Él? - insistí curiosa.

- Vale, se acabó, no te contaré nada más, y créeme, la próxima vez que vaya a contarte algo, no pediré besos - me guiñó un ojo.

- Oh Harry - me quité de encima de el. Miré la hora - Creo que deberías irte antes de que lleguen. Ellos no pueden verte aquí.

- ¿Por que no?

- Por que me echarían la bronca, y no quiero que me regañen. Ellos pensaran mal.

- Oh, ella debería saber que eres una santa.

- Ni tanto - murmuré.

- ¿Que?

- Nada - sonreí. - venga - me puse de pié en el sofá. Harryse levantó, cogió mis manos, haciendo que rodeara su cuello. Puso sus brazos alrededor de la cintura cogiéndome en peso. Llegamos a la puerta y el me bajó, Sinceramente, no sabia que decir.

- Bueno, ya nos ve... - me cogió del mentón y juntó sus labios con los mios.

- Buenas noches - sonrió.

- Buenas noches - sonreí de vuelta.

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