Todo terminó...

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Este día tendría mi primera fiesta, nunca antes había ido a una; mis fiestas de cumpleaños solo eran dos personas, Papá y Mamá, nunca hubo nadie más, eso no me hacia sentir triste, pero llegó un momento en dónde solo éramos Papá y yo, en ese momento pude sentir un gran vacío, hubo un tiempo en dónde no célebre un par de cumpleaños, pero eso entristecía mucho a Papá.

-Zoé... -

-¿Sí? -

-¿Quiero saber cómo te sientes con eso de tu primera fiesta? -

-Estoy algo ansiosa, pero sólo espero divertirme -

Papá me dio una sonrisa, aunque él se veía algo preocupado quizá era por el hecho de que iría a mi primera fiesta o tal vez le preocupaba las cosas que podría hacer en la fiesta. Papá no hizo un comentario más al respecto, sólo se despidió y se fue al trabajo. Como aún faltaba bastante tiempo para la fiesta decidí salir de casa un rato; por mi mente pasó la idea de decirle a Jane que fuera conmigo, pero creo que me gustaría verla hasta más tarde. Fui hasta una pequeña cafetería que estaba algo cerca de casa, me pedí algo luego me dispuse a leer un poco; al levantar un poco la vista pude visualizar a Aurora, ella estaba ordenando; luego de que le entregaran su pedido ella empezó a caminar hasta donde yo estaba sentada.

-¿Puedo sentarme contigo? -

-Ah, claro, sí tú quieres -

Ella se sentó, se quitó la chaqueta que tenía y luego me miró seria. Me sentía algo incómoda estando con ella, nosotras no tenemos una gran relación.

-¿Te llamas Zoé, no? -

-Sí -

Ella asintió, aunque pude notar en su rostro había una sonrisa burlona. Ella me miró con aquella sonrisa.

-Te pareces a Jane, pero a la Jane de cuando la conocí; la de ahora, pues... -

Ella no dijo nada más, solo tomó de su café y pude notar en su ojos algo de melancolía. La miré algo seria.

-¿No te gusta cómo es Jane ahora? -

-No diría eso, sólo que verte me recuerda cuando nos conocimos -

No sabría decir que era exactamente lo que quería Aurora de Jane, pero el escucharla hablar sobre Jane me hacía sentirme melancólica como sí ella quisiera volver el tiempo.

-¿Te gusta Jane? -

Miré a Aurora algo sorprendida; ella estaba seria y no apartaba su mirada de mí.

-Sí, estoy enamorada de Jane... -

-Vaya, no esperaba que me contestarás tan sinceramente. Supongo que Jane es una gran chica cualquiera podría enamorarse de ella -

-¿Estás enamorada de Jane? -

Esa pregunta creo más tensión entre nosotras de la que ya había; Aurora no puso ninguna expresión en su rostro, pero sí estuvo algo sorprendida por la pregunta.

-Creo que el sentimiento de "estar enamorada" no sabría decir sí lo he sentido, no puedo darte una respuesta sí no sé lo que siente el estar enamorada de alguien -

Ella no dijo nada más, sólo se levantó tomó su abrigo y antes de irse dijo que esperaba vernos en la fiesta. Miré a Aurora marcharse de la cafetería no podía explicar muy bien cuál era la expresión de su rostro, pero sentía como sí ella estuviera rota por dentro. Luego de que Aurora se marchará yo también decidí irme a casa.
Al entrar a casa subí hasta mi habitación, sentía algo de curiosidad de saber que era lo qué pasa por la cabeza de Aurora, quizá ella ama a Jane, pero al no saber realmente sus sentimientos nunca lo dijo y ahora que Jane se está alejando ella tal vez esté notando sus sentimientos...

El silencio del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora