Juntas hasta el final

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Hoy iba a ser el día, había pensado en cómo quería que sucedieran las cosas. Como aún era temprano necesitaba avanzar con todos los preparativos, al bajar a la cocina estaba Papá tomando un poco de café mientras leía un poco de su libro favorito.

-Buenos días, Papá -

-Buenos días, Zoé. ¿Cómo te sientes? -

-Nerviosa, quiero que todo salga bien, pero mi suerte no es muy buena. -

-No pienses así, todo va salir como lo planeaste. -

Papá me dio una sonrisa para volver a retomar la lectura. Busque algo rápido para desayunar, pero mientras tomaba mi desayuno recibí un mensaje.

Suegrito: Zoé, hace poco me dijiste que querías hablar con nosotros, llegaremos en un rato a casa para recoger unas cosas de Jane. Puedes llegar ahorita o esperar a que regresemos con Jane, sólo avísame :)
[8:45]

Me gustaría platicar con ustedes lo antes posible. Iré enseguida, por favor espérenme, no duraré mucho en llegar
[8:46]

Suegrito: No te apresures, no iremos a ningún lado.
[8:47]

Luego de recibir ese mensaje solté un risita, los Ferriz eran las personas más agradable que pude haber conocido. Sin perder más tiempo tomé mis cosas y salí de casa no sin antes despedirme de Papá; me había apresurado para llegar lo antes posible a la casa de los Ferriz, toque el timbre y espere a que alguien me abriera la puerta, delante de mí estaba el Sr. Ferriz.

-Buenos días, espero no molestarnos. -

-Para nada, por favor entra -

Entre a la casa y noté que en la sala estaba la Sra. Ferriz, sentada en aquel sofá esperando, ella tenía una mirada triste, pero al verme ella me dio una sonrisa me pidió que me acercara.

-Zoé, siéntate. ¿Qué es lo que querías comentarnos? -

-Pues, verá... -

El Sr. Ferriz se sentó al lado de su esposa, los dos se miraron extrañados, pero cada uno me ofreció una sonrisa para que continuara. Me ponía un poco nerviosa decirles, no quería que lo tomaran como una broma, pero yo estaba dispuesta a todo; tomé un poco de aire.

-Quiero proponerle matrimonio a Jane. Entiendo que quizá en la situación no es la indicada, pero quiero darle alegría a su hija, devolverle un poco de felicidad... -

Los dos estaban sorprendidos, no dijeron nada, pero el Sr. Ferriz me dio una sonrisa mientras que la Sra. Ferriz se llevó la mano a su boca, parecía que iba a llorar. El Sr. Ferriz le dio un abrazo y le preguntó que le ocurría, ella me miró seria y se levantó de golpe.

-Zoé, yo te pareció mucho, pero esto es demasiado. Jane no está en condiciones para jugar a esto, ella necesita cuidados no un juego de casamiento -

-Helena, no deberías... -

-Sra. Ferriz, esto no es ningún juego. Entiendo que Jane necesita cuidados, pero tampoco necesita encerrarla en una habitación; amo a su hija con toda mi alma, yo quiero hacerla feliz, es lo único que pido -

Ella me miró seria, no dijo nada. Se sentó de nuevo junto a su esposo, ellos juntaron sus manos. La Sra. Ferriz me miró de nuevo seria, tomó un poco de aire.

-También quiero ver a Jane feliz. Apoyaré esta idea loca, pero lo hago por el bien de mi hija. -

-Gracias, verá que ella estará contenta -

-Zoé, como Padre odio ver a mi hija triste y sé que tú la harás muy feliz. Cuenta conmigo para lo que necesites -

Les agradecí, como quería realizar una sorpresa les pedí su casa para realizar la fiesta, ellos me dieron todo el permiso para hacerlo. Jane llegaría al atardecer, debía preparar todo antes de que ella llegará; como iba a necesitar un poco de ayuda le pedí a Aurora que me ayudara. Los Ferriz me dijeron que debían ir con Jane, ellos me avisarían cuando estuvieran por llegar a casa.

El silencio del CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora