HELHEIM: Problemas en el Puente de los Condenados

14 1 0
                                    

Entonces Tyr, enfurecido por perder su mano derecha me busco por los mundos hasta dar conmigo en Hel, nada más salir del Templo de Tyr, el dueño del mismo me atacó por sorpresa pero lo que no sabía era que podía pelear con su mano izquierda. Sin problema aparente, empuñó su espada y yo le respondí con Fenrir, agitándolo me burle diciendo: ¿Quieres perder la otra mano? «Te subestime, pero ahora no bajaré la guardia, ven a mi no por nada soy el Dios de la Guerra» aseveró con un tono de arrepentimiento pero el instante de eso su cara de torno con una expresión de ira demoníaca, corrió hacia mí mientras blandía su espada lanzando cortes aparentemente al aire sin sentido y yo con mi destreza los esquivé o eso creí porque al activar Teiwaz, la Runa de la Guerra, los cortes se replicaron en mi cuerpo «Me venciste por un descuido mío» me sentía fatal, sangraba de una manera considerable, al momento que Tyr se propuso a acabar con mi vida extendí mi mano con los dedos pulgares, índice y corazón arriba, cerré los ojos, un escalofrío recorrió mi cuerpo justo cuando Fenrir salió despedido hacia el fuerte Guerrero clavándose en su hombro ocasionando el momento preciso para huir de las garras de la muerte otra vez y con el mismo movimiento de manos regresó a mi fiel compañero pero era más grande o quizás solo era mi imaginación pero no era lo que buscaba, el Dios no murió solo quedó herido por lo que se retiró mientras yo continúe avanzando por Helheim buscando a mi hermana, Hela, la reina del inframundo, el camino fue sombrío y cada vez más caótico hasta llegar al puente de los condenados donde el guardián de las almas verificaba quien entraba al mundo de los muertos y quién no, a lo lejos vi a Hela sentada sobre una roca cepillándose el cabello me aventuré en el puente cuando el guardián me divisó en la distancia utilizando una lanza se opuso a mí, «Solo los muertos cruzarán este puente» estaba realmente molesta por lo de Tyr y el hecho de que los dioses me persiguen sin maldito descanso, me siento demasiado abrumada, simplemente estallé... Asqueada de todo empuño a Fenrir y salto contra el guardián enganchando con el astil del lobo jalando al cuidador de su atalaya, las almas comenzaron a vagar por el reino sin el vigía, montó en cólera tratando de subir de nuevo a su torre pero yo lo retenía en tierra lo desenganche  el astil del hombro y comenzó la batalla, el guardián molestó ya no intentaba subir solo me perseguía pero lo mantenía a raya pero se me acababa el piso y no quería caer a los abismos de Helheim también los vientos de Hel no me permitían moverme con libertad pero mi compañero no me defraudaría nunca, lo alcé al viento, el cielo tronó como si se quebrase, el aullido de las bestias resuena en el inframundo, y la descendencia de mi hermano apareció ante mí con la forma en la cual los conocí, con un rápido movimiento Hati se clavó en la pierna de la criatura haciéndola caer sin embargo no dejó que forcejear para tranquilizarlo tiré mi hacha hacia el cuello de nuestro vigilante pero este lo esquivó así que tome a Sköll y le cercené un brazo mientras tanto Fenrir estaba en el suelo de Hel enterado, Hela se acercó a el hacha y la acarició y le dijo: « Hermanito, ¿Qué te han hecho? ¿Moriste? ¿Por qué estás aquí?» yo escuché los aullidos de Fenrir a lo lejos, me preocupe mucho, desesperada le saqué a Hati del muslo le rebané el pecho y le arranqué el corazón, oí muchas historias sobre el corazón del guardián que servía para muchas cosas por consiguiente me lo llevé pero las almas se descontrolaron, Hela se alarmó puso a Fenrir en su espalda y se fue a su morada en el centro de Helheim, «Padre está aquí en Hel, que emoción, iré a arreglarme para verlo, no tardará en llegar, le daré a mi hermanito y podré estar con él» dijo Hela mientras saltaba hacia su casa, yo la perseguí con cautela pero no tarde mucho en perderle el rastro entre la muchedumbre de almas errantes aunque muy dentro de mí sentía los aullidos que me marcaban el camino, no quiero perder a mis hermanos, en eso Sköll y Hati se elevaron capturaron 2 almas al azar y se materializaron, volvieron a ser semidioses o lo que sea que sean, Hati no era el que había conocido antes, y ni Sköll lo parecía, se veían más maduros, ya no eran esos adolescentes que vi con el incidente Sol y Mane, la primera fue Sköll: «¿Qué tal? Ha pasado un tiempo» y luego él con esa maldita sonrisa: «Hola, volvemos a vernos, ves, cumplí mi promesa» Pero se trata de mí lo había olvidado así que vague por mi mente hasta ese momento « ...Antes de irme te prometo regresar a ti, ¿bueno? Es una promesa...» Lo recordé en seguida, lo golpeé y luego lo abracé: "Idiota, no tenías que hacerlo".

La travesía continuó a través del puente, caminando sin preocupaciones hablando del viaje, hasta ¡TYR!: "¡NO FUE SUFICIENTE EL PERDER LA MANO Y LA MOVILIDAD DE UN BRAZO! ¿¡REALMENTE QUIERES MORIR!? Sköll y Hati se pusieron en actitud defensiva pero yo les hice un gesto de "déjenme a mí esto" pero Hati tenía con un mal presentimiento, Tyr, se lanzó hacia mí mientras que yo me disponía a pelear con mis propios puños yo creía que igual él pelearía con sus manos pero la espada la sacó en el momento justo realizando un corte limpio en mi abdomen, no fue profundo por suerte pero lo suficientemente para inmovilizarme, Tyr se acercó  puso su espada en mi cuello exclamando: «Muere maldita , nadie me gana menos una simple mortal» tosiendo sangre y débilmente le digo mientras Hati dibuja unas runas: " Eres un necio, no soy una simple mortal, soy hija de Loki, Me llaman Yahvé la aniquiladora, acabé con Baldr, Sol, Mane, y demás, no puedes matarme, no cambiarás el destino te quedarás por siempre aquí, ya no tienes honor, luché en desventaja y vencí, que falta de respeto... Jajaja... No me lo creo, cómo eres tan idiota" «¿Por qué lo dices?» me respondió: "¡Hati, Ahora! Activó las runas dibujadas, Hati fue exclamando: Uruz, la runa de la salud, Ewhaz la runa de la paso, Jera la runa de la abundancia, Isa la runa del invierno y Hagalaz la runa de la Destrucción, en el nombre de los dioses les pido su ayuda, Primero Uruz me dio la fuerza suficiente para levantarme, Eiwhaz abrió un portal que trajo a Hela con nosotros, Jera, aumento los efectos anteriores dejándome luchar con libertad, Isa retuvo a Tyr y Hagalaz lo incapacitó, le quité a Fenrir a mi hermana, corrí hacia el Æsir extendiendo mi mano con el  hacha para atacar agregando un movimiento súbito de mi brazo le realicé un corte en la vena yugular y la arteria carótida pero sin rebanar el cuello, cayó al suelo rodeándole estaba un gran charco de sangre,  « Vendrán... más... yo... sólo... soy... el... primero... de muchos... » siguiente a esto el Dios falleció esperábamos ver su alma aquí pero resulta que sí murió de manera honorable, sin embargo, era indiferente puesto que dimos con Hela y Fenrir, «¿Qué le hiciste a Loki» extendió su mano con una esfera de antimateria en ella: "Calma soy Leona, hija de Loki, vengo con mi hermano a conseguir respuestas" el viento aúlla pero no es todo lo que lo hace, un lobo comenzó a ladrar, y no era Fenrir, el frío se intensifica y la cazadora acecha a su presa, una lanza de escarcha revoloteando en la escena, era la matrona del hielo, la señora de la escarcha, Skadi la emperatriz del Invierno con la runa de Isa dibujada en la arena, sin poder movernos, se acercaba con intenciones de asesinar...

La viajera del Alba: A través de YggdrasilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora