NIFLHEIM: Entre Frío y Escarcha Aflora el Candor del Corazón

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Entonces se me acercó, me miró de una manera que sus ojos me preguntaban: ¿Estás lista? A lo que simplemente asentí con una débil inclinación de mi cabeza, entonces procedió, sostuvo mi rostro con suavidad, se acercó a mí, con una mirada tierna me besó, me acarició las mejillas y con un suave pero viril tono me dijo:  «Debemos seguir, Belgemir espera, usamos mi carruaje para acortar distancias», entonces, recorrimos el reino al derecho y al revés, pero, no había rastro, aunque sé que tengo el conocimiento absoluto, al parecer Mimir sabía dónde estaba su guarida pero no cómo llegar, sé cómo es el lugar, pero no sé cómo llegar, sin embargo me gusta pasar el tiempo con él, realmente es muy sensible, no es como los demás aunque sea un cliché decir, "él es especial" pero me es igual, témpanos, templos y monumentos, de todo recorrimos pero no logramos determinar la entrada en mi cabeza, parecía distorsionada como de cabeza, claro que cuando pasó no se me ocurrió algo así, me tenía tan embobada el nórdico ese que no me dejaba pensar con claridad, solo pensaba en cuanto lo quería y que no quería separarme de él, realmente ahora me doy cuenta que en serio lo quiero, pero eso no puede impedir que cumpla con mi destino como la viajera del alba, Thor me sugirió descansar a que yo accedí, hicimos una fogata y nos comimos una cabra, él puede revivirlas así que no suponía problema, fue una noche tranquila sin mayores inconvenientes, o eso creo, solamente que me dio el espacio para pensar, ¿Está bien lo que hago? ¿Es verdad que Thor me quiere o solo la hace para que le tenga confianza? Estás preguntas no me dejaban dormir por eso estuve toda la noche en vela, en cambio Thor parecía tronco no se movía para nada, pero me era indiferente, sinceramente solo necesitaba ser querida en ese momento, ya que familia casi no tenía y nunca experimenté lo que sentía ser querida.

A la amanecida, el cincel que estaba sobre mi cabeza, comenzó a brillar, elevarse y apuntando el norte se fue volando por el horizonte hasta perderse de mi vista, esto me pilló desprevenida, desperté a Thor, si, lo pude despertar, le conté lo que pasó y emprendimos viaje en persecución de nuestro lazo, la cabra corrían como si no hubiese un mañana, pero el cincel no aparecía y las imágenes en miente me torturaban podía ver muchas cosas que no creía reales aunque eso no era lo que tenía que hacer, me centré, analicé esas imágenes hasta que vi la guardia de Belgemir, ahora sí me dí cuenta que las imágenes de su guarida estaban de cabeza, porque cuando Mimir las vio estaba de cabeza, por eso no la lograba encontrar pero con esta nueva información estaba claro como el agua, llegamos en la brevedad y ahí estaba el cincel, el cual nos guío eso me sorprendió la verdad, porque aún con la sabiduría no pude hallar el escondite del gigante, ¿De qué sirvió tener este conocimiento si no puede usarlo? Pero ahora nones tiempo de cuestionar a un Dios, avanzamos por los pasadizos de la cueva de hielo pero nada, el gigante no se veía pero si se oía su retumbante voz entre los conductos congelados parecía que nos esperaba, al cabo de un rato entramos a una gran planicie de hielo, hermosa, gigantesca, una zona donde al parecer residía el gigante y efectivamente lo vimos, no imponía tanto como el gigante de la forja pero si le tenía algo de respeto aun así necesitábamos el corazón de Belgemir, él comenzó hablando « Entonces ¿Es el fin?» a lo que le respondió Thor « Eres tú o el reino » lo vi muy serio, daba miedo, imponía pero al menos no me hará daño, aún « Así debe ser » le respondió el gigante y adoptando una posición extraña nos transportó a una arena de batalla hecha de hielo, similar a un coliseo pero de color celeste, éramos él contra nosotros, bueno hasta que dijo: « Será un combate a honorable cómo la tradición lo dicta, de este modo, decidan quién luchará contra mí, Belgemir el último descendiente de los gigantes de la escarcha» Thor se propuso a él mismo para luchar pero tuve que decirle que no porque era mi culpa todo lo que pasó, yo ya me había decidido, era yo quien debía afrontar este reto pero Thor me dijo: « Levántalo si puedes te dejaré luchar » mientras tanto dejaba el Mjölnir en el suelo, yo solo por seguirle el juego traté de tomarlo pero se me hacía imposible, eran ciertas las leyendas, él se rió tomó el Mjölnir y saltó a la arena, por mi parte me resigné a observarlo, pero recordé que el Cincel de la Tormenta al Amanecer lo tenía yo así que se lo arrojé, me lo agradeció y comenzó la feroz batalla, Belgemir comenzó la ofensiva lanzando un pedrusco a Thor que fácilmente lo destrozó con un solo golpe de su dichoso martillo de guerra, se lo lanzó pero Belgemir al parecer si era digno porque pudo detener el Mjölnir con sus manos, lo sostuvo y lo usó en contra del mismísimo Dios del Trueno y como nunca fue golpeado por su propia arma así que lo dejó fuera de sí, entre esto Belgemir formó una lanza de Hielo con la cual iba a atravesar a Thor, bueno eso hasta que de la nada una bola de energía apareció entre los dos contendientes, era Sjöfn, la que me aconsejó que fuese sincera con Thor, aunque ahora parecía afligida como si algo muy malo sucediera, además del fin del mundo obviamente, Sjöfn detuvo a Belgemir y vociferó « Asgard comienza a caer en la penumbra, yo sacaré a Thor para evitar su muerte, es tu deber vencer al gigante, no el de Thor, ahora ve » yo no lo pensé, salté en el lugar de mí "prometido" mientras Sjöfn y él se fueron a las gradas y Belgemir volvió en sí mismo « Que curioso, la Diosa de los pensamientos amorosos, Bienvenida a esta masacre, Vaya en cambio de planes, luego iré por ti, Hija de Loki, el Dios del Caos, saluda a tu padre cuando llegues a Hel » pero yo soy más ágil que el nórdico ese así que yo pude evitar al gigante, pero era agotador, yo le propiciaba golpes de vez en cuando pero sin hacerle mayor daño hasta que saque a Sköll y exclamé: " Teiwaz, la Runa de la Guerra, Gebo, la Runa de la Generosidad, Eihwaz, la Runa de la Defensa y Mannus, la Runa del Mundo" Al instante siguiente la tiré hacia arriba surgió la mujer rebosante de poder y le lanzó una flama azul que debilitó a Belgemir « ¿Eso debía hacerme daño? » eso me hizo enojar, por lo que le lancé a Fenrir en un desesperado intento de diciembre dañarlo pero hizo lo mismo que con Thor pero yo sí lo pude esquivar, me puse a pensar, recordé el conocimiento que adquirí de Mimir y se me pasaron muchos conjuros por la mente pero recordé uno de Sol, Hati descendió del carruaje para que yo pudiese realizarle daño al gigante, "Isa, la Runa del Hielo, Jera, la Runa de la Abundancia, Laguz, la Runa de la Muerte y Berkana, la Runa del Crecimiento, Ejecución Escarlata" la bruma comenzó a invadir la escena, salté e impacte contra Belgemir, el efecto comenzó a invadir el cuerpo de Belgemir, una vez completado una risa se oyó mientras mi Ejecución Escarlata empezaba a agrietarse, « ¿Acaso eres idiota? Me atacas con hielo, ¿a mí? » Belgemir al parecer mucho más fuerte me golpeó llegué a la pared del monumento de Hielo, me levanté saqué a Fenrir, más bien lo recogí y con mi propia sangre escribí: "Sowelu, la Runa del Sol, Algiz, la Runa de la Protección, Laguz, la Runa del Limbo, Nauthis, la Runa de la Conciencia y Jera, la Runa de la Abundancia" Me tambaleaba hacia él mientras intentaba alcanzarme pero Algiz me protegía, estábamos frente a frente, salté a la altura de su pecho y le grité mientras le rasgaba el pecho arrancándole el corazón: " Segador Infernal" me impulse de su cuerpo una casi inerte simultáneamente lancé a Fenrir envuelto en llamas hacia el cuerpo de Belgemir con su corazón en mi mano, este ardió junto a todo el gélido coliseo, debíamos llegar a Alfheim antes de que Asgard cayera en la  completa tiniebla, teníamos con nosotros a Sjöfn ella nos llevó hasta la cámara de los viajes nos despedimos, Thor estaba mal y yo accioné todo para ir al reino de la luz pero al viajar la penumbra era eterna, solo éramos Thor, yo y un interminable miedo a lo que pudiera pasar si no llegábamos antes de que todo fuera oscuro y desolado...

La viajera del Alba: A través de YggdrasilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora