Parent! Mystrade

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-- Creo que alguien viene...

La pequeña niña también oyó las sonoras y fuertes pisadas de alguien grande e imponente yendo a por ella, se oían distantes por las puertas que los separaban del mundo real, ella y él escondidos entre cajas y vestidos enormes que daban muy mal rollo, mucho miedo para ella, que abrazó a su amigo fuertemente, para sentirse un poco más segura, acurrucada contra la pared, los brazos temblandole levemente del miedo recorriendole por el cuerpo. Al sentir en su acelerado corazón aquel ser acercarse más a ella, tiritando se encogió de miedo, abrazando a su compañero fuertemente, oyendo como las puertas frente a ella se abren rápidamente, y tenia el corazón volcado, lista para gritar de terror, cuando al ver quien era sintió todo aquello desvanecerse por el solo sentimiento de querer abrazarlo, sentir ese alivio al ver a su padre peli plateado frente a ella.

-- Oh, ahí estás! ¿Qué estas haciendo en el clóset? -- Preguntó mirando sonriendo levemente e incrédulo el inspector Lestrade, arrodillado frente a la pequeña escondida entre la ropa colgada. -- Heh, tienes que dejar de esconderte de papá, o quien crees que te va a encontrar después? -- Dijo extendiendo sus brazos y carga a la pequeña Elizabeth en sus brazos, ella lo mira de forma apenada y abandona su amigo peludo, su osito de peluche y pone sus manos en la nariz de su padre.

-- Papi!

Gregory rió suavemente ante el tierno llamado de su hija y besó su mejilla felizmente.

-- Estoy aquí, mi princesa. Estoy aquí -- Le consoló sonriendo y cariñoso, acariciando su cabeza suavemente y se levanta para ir saliendo del cuarto de Elizabeth Lestrade Holmes, ir por el pasillo, bajar las escaleras y llegar al primer piso, donde en la sala los esperaba su esposo Mycroft, sentado en el sillón y una sonrisa se desvela en su rostro al ver a su familia llegar con él. La pequeña cumplía dos años hoy, y le celebrarían los dos el cumpleaños, solo ellos, ya que John y Sherlock estaban ocupados con casos importantes en otros países como Luna de Miel, pero igualmente le tenían un regalo listo a la niña en Baker Street.
Lestrade llegó con su marido y se sentó a su lado, dejando a la niña en el regazo del contrario para que pueda hablar con ella.

-- Como ha sido el viaje en el clóset, corazón?

Elizabeth miró a su padre unos segundos antes de responder, abrazando a su osito, teniendo un moño rojo que unía los mechones de sus sienes en la parte posterior de su cabeza, y lo demás de su hermoso pelo castaño y largo suelto. Llevaba un lindo vestido rosa pastel y unas medias de pijama bastante esponjosas de color amarillo con manchas negras. Mycroft al iniciar el día le había puesto un collar con un corazón dorado en donde rezaba sus iniciales "E.H". Habían acordado la pareja que sería un collar especial en donde solo se lo colocarían a su hija el día de su cumpleaños y hoy era la ocasión.
Sentaron a Elizabeth en su sillita para comer a lado de la mesa principal que prácticamente nunca usaban, y Greg fue a traer el pastel que le prepararon a su pequeña con mucho amor y cariño, la cubiera de color azul que era el color favorito de la niña y por dentro era de vainilla con arequipe. En la parte superior contenía el dibujo de un reloj con varias flores, a Elizabeth para ser de dos años, había cojido un extraño gusto hacia estas máquinas que a otros juguetes que niños a su edad poseían normalmente. También tenía una velita en forma de 2 en el centro, y el inspector puso el pequeño pastel en frente de la cumpleañera, sus padres sentándose a cada lado suyo.

-- Feliz cumpleaños, Elizabeth -- Dijo feliz y sonriendo Mycroft, Sherlock con sinceridad se había sorprendido si lo hubiera visto sonreír así, pero era entendible, era el cumpleaños de su hija. La pequeña Holmes miró a su padre y lo llamó tiernamente, riendo como toda una angelita, extendiendo sus brazos hacia él. El hermano mayor de Sherlock tomó sus manitas suavemente y besa su nariz cariñoso, haciendo que ría mucho más. Finalmente cuando la vela se apagó de un soplido, se dieron un abrazo de padre e hija mientras Gregory partía el pastel en la primera tajada para la cumpleañera.

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