Mystrade One-shots

Nightmares...Again

Como se había dicho con anterioridad, Gregory Lestrade constantemente tenía muchas pesadillas, la mayoría de su infancia, o simplemente temores de los más severos que nunca alcanzó a superar, el que gana la corona de todos ellos, la muerte de su gran ser querido. Y no de la forma más rápida posible, no solamente un disparo en la cabeza como sucede a veces, sino que lo sueña de la peor forma posible de ver a quién más amas ser asesinado, su sangre salpicar a montones por tu cuerpo, éste sin la capacidad siquiera de moverse, la mente en blanco, el alma en los pies, viendo como una sierra eléctrica gigante lo partía literalmente en dos, nunca alcanzó a completar ese sueño, porque siempre despertaba con gritos y lagrimas asomándose en los ojos, temblando fuertemente, más pálido que el Conde Drácula, y perlado en sudor, haciendo que Mycroft a su lado se asuste demasiado por su condición mental.

Hace unos días le recomendó algunas pastillas para que duerma mejor, Greg solo lo hizo para ver a su pareja complacida, sabiendo que lo quería ver mejor cuando dormía, y vaya que si funcionaron, sin embargo los efectos cada noche se iban amortiguando, las pesadillas volviendo, ya una que otra noche se tragaba dos o tres para dormir bien.

Esta noche, terminaba su arduo y molesto papeleo de casos irrelevantes típicos, atracos, robos a locales, uno que otro homicidio normal, nada que lo atrayera a él como al detective Sherlock Holmes, que por cierto seguía disfrutando su reciente Luna de Miel con John Watson, los dos viajando a Canadá, donde habían muchos casos que les llamaban la atención, según lo que leía constantemente en el blog de John. Volviendo a nuestro tema, ya eran las 11:54pm cuando terminó de firmar un documento para el Departamento de Policía de Londres, se restregó los ojos con el dorso de la mano, bostezando y poniendo pausa a una película, "Búsqueda Implacable" que escuchaba para no quedarse dormido encima del papel.
Empacó lo necesario llevar a la mansión, su portátil con el cargador, algunas carpetas conteniendo los papeleos que acababa de completar, un par de utencilios más y abandonó el edificio de Scotland Yard. Diluvía como la Inundación Universal, y con una vaga sonrisa mientras se metía al carro, Gregory recordó la noche donde Mycroft lo llevó bajo su paraguas a su casa en una lluvia parecida a esta. Sacudiendo la cabeza para despertarse, arrancó a la mansión de Pall Hall donde vivía (casi) con Mycroft Holmes, que seguramente lo esperaba una de dos:
1) Lo esperaba en la sala o en el cuarto viendo su portátil comiendo pastel indebido
2) Ya estaría dormido en su habitación

Sinceramente Greg esperó que fuera lo segundo, no tenía ninguna intención de despertar a su pareja solo por llegar tarde, le debía bastante con dejarlo solo por el trabajo, y sabía que un par de mensajes por el celular no bastaría.

***

Los sueños de Mycroft Holmes fueron totalmente nulos, totalmente en negro, o al menos si alguna vez soñó algo aquella noche, su cabeza lo borró de inmediato. No importa cuan inteligente sea, siempre pasará eso con los sueños, totalmente olvidados al despertar.
No abrió los ojos por causa natural, sino porque cerca de las dos de la madrugada, oía a su pareja gemir entre dientes, soltando leves jadeos, removiendose a su lado por una pesadilla. Aún le parecía increíble que un simple sueño pueda controlar así el cuerpo, pero el caso de Greg le era grave y preocupante, asi que cuando se calmó un poco, lo sacudió suavemente por el hombro, murmurando su nombre para que despierte. Al ver que no funcionó durante un par de minutos rápidos, optó por decirle más alto, sacudiendolo más, muy preocupado.

-- ¡Greg! Despierta ya!

El inspector ante semejantes gritos de su pareja consiguió abrir los ojos con un grito ahogado, sobresaltandose en su puesto, pasandose la mano por el abdomen y el cuerpo por si no tenía alguna herida que le hicieron en el sueño. Como las anteriores noches, se encontraba perlado en sudor frío, jadeando fuertemente y las manos temblorosas, tratando de calmarse ya sabiendo que estaba en la vida real. Apenas sus ojos se posaron en el hermano mayor Holmes, supo que debía si o si hablar con él seriamente sobre esto y, soltó un suspiro bajando la cabeza.

-- Mycroft, yo...Perdón por ser una molestia para ti. Muchas noches no te dejo dormir, mis pesadillas no dejan dormir a ninguno de los dos, intento mejorar, pero no puedo, yo... -- Su discurso fue interrumpido de repente, cuando Mycroft tomó sus mejillas, besando suavemente sus labios, relajandolo al instante, sintiendo una cálida punzada en su corazón. Unos segundos después, sus labios se separaron lento, mirandose fijamente.

-- Greg, yo sé que es lo que te pasa desde hace meses. Sin duda vas mejorando, no solo por las pastillas, sino porque te propones a dejar de soñar esas cosas por mi, sabes que me preocupa y quieres mejorar para verme feliz, aprecio tu esfuerzo más que nada, pero no quiero que lo hagas solo por mi, hazlo por tu propio estado, cariño, odio verte sufrir por ti mismo...

-- Lo sé, y entiendo -- Dijo tomando la mano de su pareja suavemente, sonriendole levemente. -- Ya ves que cuando no tengo pesadillas es porque estás ahí para mi.

-- En tus sueños o en la vida real?

-- En ambos -- Su sonrisa se amplió mas, besando a Mycroft cariñoso en los labios otra vez, el hombre castaño correspondió, acariciando su mano. -- Pero no creo poder dormir más esta noche...

-- Tengo la cura para eso. -- Respondió Mycroft, sonriendole y se baja de la cama, poniendose la bata y pantuflas grises, para bajar a la cocina, Greg simplemente se quedó a esperar qué podría traer su pareja...

Continuación (?