06; nightmares.

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        - Puedes quedarte en el sofá, en la habitación de mis padres, o dormir conmigo. Lo que quieras.

     Estaba empezando a arrepentirme de aceptar quedarme en casa de Dean. No era el hecho de estar con él -en su casa y solos-, sino, el despertar que había dentro de mí.

Un despertar diciendo que podía sentir cosas buenas.

Un despertar diciendo que el mundo no era cruel.

Un despertar diciendo que podía ser feliz.

Y tenía miedo. Mucho. No quería ser feliz. No quería sentirme bien. No quería.

O simplemente no me lo merecía.

        - ¿No tienes habitación de invitados?- Levanté una ceja.

        - No. Bueno, ¿cuál eliges?

     Después de pensarlo unos instantes -aun que tampoco había mucho que pensar-, dije:

        - Me quedo con el sofá, ya que no sé qué es lo que me da más grima; si dormir en la cama de tus padres, o contigo.

        Sonrió. - Me haces daño en mi pobre corazoncito, Naomi - dijo-, en fin, iré a por mantas.

Desapareció atravesando una oscura puerta hacia no sé dónde, y volvió cargado de muchas mantas y cojines.

- Toma, usa las que necesites, mi habitación es la primera subiendo las escaleras, por si quieres algo más. El baño es la segunda. - Me dedicó una cálida sonrisa.- Buenas noches.

- Buenas noches Dean, y gracias.- Le sonreí de vuelta.-

- Te he dejado una camiseta y un pantalón míos para que te cambies debajo de las mantas. Hasta mañana.

Sólo espero que ésta noche no sea como las demás.

DEAN P.D.V.

Me desperté de un salto cuando oí a alguien gritar en el piso de abajo. De pronto, recordé todo.

Era Naomi la que estaba gritando.

Bajé las escaleras lo más rápido que pude, y aun que me resbalé varías veces por culpa del miedo y del sueño, conseguí llegar al sofá. Cuando la vi , su imagen me rompió los esquemas.

Estaba tumbada de lado, agarrándose la cabeza mientras se tiraba del pelo y gritaba cosas sin sentido. No dejaba de llorar.

- Naomi, despierta joder, tranquila.- Gritaba, pero ella no parecía escucharme. Estaba en su propia guerra interna, y no podía librarla de ahí.

- ¡No, déjame, suéltame! ¡Lucas no, para! Por favor, déjame ayudarle.- Estaba fuera de sí. Tenía que ayudarla, pero no me se me ocurría un cómo.

- ¡Naomi tranquila, sólo es una pesadilla, despierta!

La zarandeaba para que saliese de esa tortura, hasta que al final abrió los ojos y me miró fijamente. - Tranquila Naomi, sólo ha sido un sueño, todo estará mejor, ya lo verás. Tranquila.- Abracé su frágil cuerpo contra el mío. Estaba fría, como de costumbre.

- Dean, lo siento mucho, no queria que pasara de nuevo. Lo siento.

Susurraba, y lo peor era que estaba más rota, hundida, vacía y sola que nunca.

Una parte de mí quería a la antigua Naomi, pero otra quería que la que estaba enfrente de mis ojos se quedase.

- No te disculpes, ven, vamos a mi cuarto, es más cómodo que el sofá y necesitas dormir.- Asintió levemente aún con la cabeza agachada mientras se ponía en pie.

Vacía [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora