Especial de Navidad

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Yuri despertó temprano esa mañana, todo por no estar acostumbrado a dormir sobre una cama que no era la suya.

Eran las cinco de la mañana y aún era de noche. Aunque la casa de los padres de Otabek siempre se le hacía acogedora, también ahí, en la habitación azul con una enorme colección de coches de juguete que le pertenecía a su prometido,se sentía fuera de lugar ¿Qué acaso esa sensación jamás se iría?

Preocupado salió hacia el pequeño balcón que daba al patio trasero donde aún se podían ver los juegos que el abuelo Altin había construido y gracias a la renovación constante se mantenían aún en pie y podían ser usados por la nueva generación.

Unos brazos cálidos le rodearon la cintura, sintió la cara de su futuro esposo hundirse en su enmarañado pelo y aspirar el aroma de su shampoo característico.

- ¿Estás imaginando a nuestros hijos jugando ahí ? - preguntó el moreno, aún con la voz rasposa de recién levantado.

- Algo así, te imaginas a ti - mintió con tranquilidad siendo iluminado por los primeros rayos del sol que le hicieron entrecerrar los ojos.

Muy pronto comenzaría el terremoto en la casa Altin, con los sobrinos de Otabek corriendo y chillando y los mayores llendo de de un lugar a otro atareados con los preparativos de la cena navideña.

La familia de su prometido era ese tipo de familia muy numerosa que se encontraba una vez al año, de hecho aún no se acostumbraba a los casi 40 inquilinos que albergaba la construcción.

Como la boda sería a principios de enero, la mayoría de ellos iba a quedarse en la ciudad para asistir.

Yuri aún se sorprendía por lo unida que solía ser a pesar de lo grande que era.

- Ya pasaron dos años - susurró Beka a su oído mientras acariciaba su lindo anillo que como siempre reposaba en su dedo anular. El de orbes verdes no pudo contener una sonrisa tonta y un leve sonrojo que delataban lo avergonzado que estaba al recordar el día que Otabek pidió su mano en matrimonio.

Flash Back

Hacer las compras a última hora siempre era una mierda, lo sabía, pero era tan flojo que dejó todo para ese día.

Hacer las compras a última hora era difícil, hacer las compras a última hora en Navidad era una idea suicida, pero hacer las compras en Navidad para una familia con 15 niños y con un rubio hiperactivo con mal genio y fanático de los superhéroes era mil veces peor.

Otabek, 30 años, Mayor del ejército, novio del Principal Dancer del ballet de Bolshoi, quiso abrir fuego en esa tienda departamental el 23 de Diciembre. Lastimosamente, al tener vacaciones, estaba vestido de civil y no llevaba un arma consigo.

Había que ser imbécil para hacer compras a última hora, como ellos; pero había demasiada gente imbécil.

Su pequeño novio rubio por su parte había llenado el carrito con juguetes de los Avengers, con la excusa de que serían para los sobrinos del moreno.

- Y una mierda Yura, no volveré a caer en eso, la última navidad que fuimos con mi familia te negaste a envolver a los de la Liga de la Justicia diciendo que ellos no los cuidarían ¿Y sabes por qué? Por que son niños mi amor, devuelve eso y mejor compramos unos coches - Otabek se exasperaba cada vez más minuto a minuto, pero era su obligación estar ahí porque ese rubio se podía gastar todo el crédito de su tarjeta sin obtener lo que necesitaban.

Experimento 27 [OtaYuri] (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora