La vida en mi país no era nada fácil, la economía había empeorado, las empresas cayeron en bancarrota. Miles de empleados regresaron a sus hogares sin la esperanza de encontrar un nuevo empleo, entre ellos mi padre. Justo en ese momento terminaba el High School y el sueño de ingresar a la universidad era casi imposible para mí. Durante casi un año busqué sin cesar un empleo para poder comenzar a pagar mis estudios, pero lamentablemente no tuve éxito.
Sin embargo la vida me tendría una sorpresa, cuando meses después me comunicaron que tenía la oportunidad de competir por una beca completa en una de las mejores universidades de España. Y por fortuna divina y un poco de justicia, fui admitida, así que en cuestión de meses y tras mucho esfuerzo ya me encontraba en Madrid.
Los dos primeros años fueron los más difíciles, pues extrañaba terriblemente a mi familia y mis costumbres. Y a pesar de cuán difícil era tratar de soportarlo pues lo hacía por ellos, lo hacía por un futuro mejor. La paella y la tortilla de patatas se habían convertido en mis mejores aliadas, me encantaban. Ni que decir de los bares con sus deliciosas cañas y tapas que me hacían sentir mejor después de salir de la universidad.
Para mejorar mi calidad de vida había conseguido empleo como niñera, los niños me flipaban aunque en ocasiones me sacaban de mis casillas, pero lo positivo de mi trabajo era mayor a lo negativo (comida gratis, internet gratis, viajes entre muchos otros beneficios).
Todo había salido bien hasta que mis últimos jefes (una pareja de belgas) me anunciaron que deberían volver a su país por lo que no requerían de mis servicios, ya no me necesitaban como la niñera de su pequeña Hannah. Una pequeñita de 4 años que se había robado mi corazón.
Aunque me entristeció saber que no iba a seguir ganando pasta, los belgas me dejaron con una buena propina que me permitiría mantenerse en paro algunas semanas y además muy buenas referencias en la empresa de Spain Care-Childs. Sin embargo, todo volvió a cambiar justo al cumplir una semana de haber finalizado mi último empleo. Una mañana apenas me despertaba recibí una llamada de parte de la agencia, me requerían en un nuevo trabajo o curro como llamaban acá. La encargada de las contrataciones de la empresa no me brindó muchos detalles, solamente debía presentarme en las oficinas centrales en 2 días.
El miércoles a las 7:00 am ya me encontraba en la oficina local en el centro de Madrid. Únicamente me indicaron que debía cuidar en ocasiones de un chico de 3 años, pero que antes de aceptar el empleo debía de firmar un acuerdo de confidencialidad. En este acuerdo debía comprometerse a no revelar a nadie donde trabajaba, las actividades que realizaba como niñera y lo más importante no revelar para quien trabajaba. Al principio me asusté pero los empleados me afirmaron que mi seguridad estaba 100% asegurada. Pensé que seguramente se trataba de alguna personalidad excéntrica o tal vez eran Angelina Jolie o Brad Pitt quienes se conocen por tener muchos hijos adoptivos, aunque la verdad me daba mucha curiosidad por saber de quién se trataba.
Poco después me dirigí en uno de los autos de la empresa hacia mi destino. Tras casi media hora de estar atascados en Gran Vía, llegamos a la urbanización La Moraleja , uno de los residenciales más exclusivos de Madrid. Comencé a sentirme realmente nerviosa, aunque ya había trabajado con familias adineradas nada de eso se comparaba con la High Class a la que iba a enfrentarme.
En la puerta del residencial el oficial de seguridad nos detuvo haciéndonos miles de preguntas y chequeando que no portamos armas o algún otro objeto peligroso. Cuando finalizamos el retén, nos dirigimos hacia la casa o propiedad 13.
Me despedí del conductor y llamé por el teléfono que estaba en el portón. Indiqué que provenía de la empresa de niñeras e inmediatamente el portón se abrió. Una mujer de mediana edad se dirigía hacia mí, vestía un discreto vestido negro y tenía el cabello recogido.
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La Niñera de los Lunin.
FanfictionNovela 100% original ¿Es una Locura enamorarte de tu jefe? ¿ Es una locura aún más grande si tu jefe es un jugador mediático?. Eran las preguntas que recorrían la mente de Marisol a diaro. Marisol llegó a Madrid en busca de sus sueños, de un mejo...