La Boca del Jefazo

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Cuando salimos de la urbanización nos dirigimos a un residencial cercano a dejar al amiguito de Andrii . Después el jefazo me iría a dejar a mi piso, pero a pesar de que le di las indicaciones correctas el hizo todo lo contrario, si no que siguió otro camino

-¿A dónde vamos?

-Es una sorpresa

-¿Una sorpresa?

- Sí pero no preguntes que ya casi llegamos

Como buena empleada me quedé en silencio, observé que nos acercabamos a un lujoso restaurante...

¿Qué diablos haríamos ahí? El jefazo parquea su auto en el parqueo trasero del lugar.

-Vamos, conozco al propietario tiene una mesa reservada para nosotros

- ¿Para nosotros?

-Si ¿acaso ves a alguien más?

Confundida le seguí hasta el interior del restaurante, en cuanto los cocineros lo miraron le saludaron amablemente y un camarero nos dirigió hasta la mesa reservada.

Estaba colocada frente a un gigantesco ventanal que dirigía la vista a un impresionante jardín.

Al ver las compañeras del género femenino que estaban ahí, me sentí como el día que fui al Bernabéu.... totalmente perdida entre chicas guapísimas y súper arregladas mientras yo lucía totalmente casual y con un moretón en la frente.

Aun no entendía el porqué el jefazo me quería llevar a un sitio como ese... y la verdad ya me estaba inquietando.

-Marisol, tal vez te preguntarás el motivo por el cual estamos aquí, dijo como si me leyera la mente. Y el motivo es que quiero agradecerte por el buen trabajo que has realizado. Gracias a tu empeño, dedicación y cariño he visto una evolución en mi hijo, ha mejorado sus calificaciones, ahora es más receptivo y atento.... Además que es más alegre.

-No tiene nada que agradecer, es mi trabajo y Andrii es un niño encantador que hace nacer en mí un cariño puro.

-Además has sido muy profesional en tu trabajo, no hemos tenido ningún problema, has sabido resguardar nuestra privacidad.

-Trato de dar lo mejor, ha sido un poco difícil, como llevar una doble vida pero al parecer lo he logrado.

El mesero se acercó y nos ofreció la carta, los ojos se me fueron al piso al ver los exorbitantes precios, y además los platillos con nombres extraños.

El jefazo pidió una botella de vino tinto y uno de los platillos, y me preguntó que se me ofrecía, elegí lo que me pareció menos extraño y rogué en mis adentros que no fuera algo extraño.

-Marisol, quisiera que tengas un aumento en tu sueldo, te lo mereces.

- Yo le agradezco pero...

- No acepto un no por respuesta. Sé que le va a ser de mucha ayuda

- Está bien, en eso tiene mucha razón, me servirá para poder enviarle más dinero a mi familia.

- Lo sé, créeme que me alegro mucho de que pienses en ellos.

El jefazo me tomó de la mano y un escalofrío me tomó también por sorpresa.

-Marisol, sé que tu familia está muy orgullosa de ti, eres una chica muy valiente y luchadora.

-Gracias, Andriy, de verdad que agradezco tus palabras, todo esto ha sido difícil pero personas buenas como tu familia han hecho el proceso más fácil.

El jefazo sonrió y me miró a los ojos... por un segundo me perdí en los suyos, olvide quien era él y quién era yo... solo me perdí.

-Sus platillos, esperamos que les guste, escuchamos la voz del camarero. En cuanto vi mi platillo suspiré aliviada, solo se trataba de un solomillo con una ensalada.

No entendía por qué le cambiaban el nombre a los alimentos solo para que fueran más exclusivos y cobrar más.

- Y cuéntame ¿cómo te va en la universidad?

- Muy bien, estoy a solo un semestre de finalizar mi carrera, estoy desarrollando mi proyecto de tesis.

-Increíble. Sé que lo vas a lograr, eres una chica con mucho potencial, de verdad si un día estás a tope de estudio puedes faltar no hay ningún problema.

- Te lo agradecería muchísimo. Creo que si lo necesitare más adelante.

-Cuente con ello.

Durante el resto de la cena conversamos un poco de todo y puede ver una parte más humana del jefazo, o tal vez más cercana, que cosas le gustaban y que no. Pero lo que más me extrañaba era su interés por mis cosas, se centraba en lo que le decía y era extraño ya que no me veía en una situación de esas hablando tan cercana a él.

Al finalizar la cena nos marchamos del restaurante y me ofreció llevar a mi casa, eso sí algunas calles antes...

El tráfico era fluido así que no tuvimos problema alguno en llegar, al detenernos le agradecí por la invitación y por la alza en el sueldo, ya que necesitaba un mogollón.

Justo cuando me iba a bajar él me detuvo con su fuerte brazo... y cuando me acerqué tomó mi rostro en sus manos, plantandole un beso.

Mi cuerpo se quedó congelado y mis paralizados labios no se movían y no se movieron por unos segundos que se hicieron eternos en mi mente. ESO NO PODÍA ESTAR PASANDO... ESO JAMÁS DEBERÍA DE PASAR.

Yo me había golpeado la cabeza y el que actuaba raro era él. Cuando mi cuerpo obtuvo la capacidad de reaccionar pude seguir ese beso. Hasta que el jefe se detuvo y me miró

-Lo siento Marisol, discúlpame

-No tiene de qué disculparse, no pasa nada, dije al tope confundida.

Aunque por la cara de Andriy parecía haber cometido un gran error lo que me hizo sentir incómoda.

-Nos vemos mañana dijo clavando su mirada en el volante, así que bajé del auto y me marché a toda prisa. Le escuché salir a toda velocidad.

Ahora me sentía más confundida y un poco tonta. ¿Por qué me había besado? Sería que un hombre como él que tenía miles de mujeres a sus pies, quería probar si una simple niñera como yo, podría resistir a sus encantos.
¿Se quería burlar de mí? ¿Y si quería probarme que tan profesional era? ¿y perdería mi trabajo por caer en su juego?

No tenía idea de lo que había sucedido pero estaba segura que mañana iba a ser un día realmente incómodo, no sabía cómo mirarlo después de ese bizarro beso.

No podía negar que Andriy es un tipo muy atractivo, con muchos, muchísimos puntos a favor; un cuerpo de infarto, agradable, carismático, humanitario, buen padre, hijo y hermano.

Un hombre por el que fácil pierdes la cabeza, pero esa había sido mi consigna desde el inicio NO FIJARME EN ÉL, mirarlo solamente como lo que era mi JEFE.

No podía negarme a mí misma, que las mariposas de mí estomago querían saltar al verle y que ese extraño beso me había hecho estremecer... pero la realidad era que alguien como él estaba destinado a una mujer con sus características: FAMA, DINERO Y BELLEZA.

Por eso cerré las ventanas del QUIZÁS que se abrían en mi mente.

La mañana siguiente fue como si hubiera sido mi primer día de trabajo, el jefe se había comportado más que frío y así lo había seguido haciendo por unas semanas más, en las que las palabras: Buenos días, Buenas tardes y se puede retirar eran las únicas que me dirigía.

Hasta Inés había notado su cambio conmigo y durante horas me interrogó para saber cuál era la causa del enojo del jefazo. Pero yo me negaba a contarle la verdad, lo del beso era algo que no podía contar.

Sin embargo, en mi mente no había una respuesta lógica del enfado del jefazo. Si él fue el que me había besado, el que me había llevado a ese lujoso restaurante.

Ahora no entendía qué le sucedía, porque me trataba de esa forma, hasta había mentido para mantenerme lejos, por mi pequeñito me había enterado que en dos ocasiones que él había querido que yo lo acompañara al estadio y su padre le había dicho que yo no podía... cosa que era mentira pues nunca me lo había preguntado.

La Niñera de los Lunin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora