La Niñera de los Lunin.

La chica de Lunin, es Intocable

Jude vestía una camisa blanca y unos vaqueros. Joder, que ese chico podía usar un costal de patatas y aun así lucirá guapísimo.

-Marisol, cómo has estado, dijo Jude dándome dos besos en la mejilla.

-Muy bien, y ¿tu? Dije mirándolo a los ojos.

-Excelente, ya veo que tu también, dijo sonriendo.

-¿Marisol? Dijo el jefe llamando mi atención

-Sí señor, dije sintiéndome extraña por llamarle así.

El jefe se sonrió.
Jude también comenzó a reír a carcajadas.

-Basta, dijo mirándonos, que conmigo no tienen que disimular nada.

Andriy lo miró de forma fulminante. Mis mejillas ardían de pena.

-Belli... por favor, nada de tus bromitas aquí ¿eh? Dijo el jefe

-Está bien, está bien dijo riendo aún, mientras levantaba sus manos en signo de rendición. Bueno ¿y dónde está Andrii?

-Voy por él dije mientras me dirigía hacia la casa.

Narra Jude

Marisol se retiró y fue en busca de Andriy. La miré de arriba abajo cuando caminaba. La niñera de los Lunin era pequeña, quizá un metro y medio de estatura, pero tenía un cuerpazo. Me sentí un poco celoso de Lunin. Lo miré y él también estaba mirándola, pero con más cara de bobo.

-Oye, bro ¿te puedo preguntar algo? pero si me juras no enojarte, dije mirándolo.

-Conociéndote, ya imagino que quieres saber, pero vale dime, no me cabrearé.

- ¿Ya te la has follado? Dije muerto de la curiosidad.

Lunin me miró completamente mosqueado.

-Tú y tus preguntas, ya sabía yo que ibas por ahí. Pues no,  aún no dijo un poco apenado.

-¿Cómo que no? casi grité

-No, tío, pues que he querido llevar las cosas con calma.

-¡Hostia tío! que a ti te tienen que hacer una estatua en Cibeles. Joder, bro ¿que como has hecho para poder aguantarte?

-Pues, que no sé, se me ha hecho dificilísimo, pero no la quiero alejar.

- En eso tienes razón, pero yo con Marisol ya hubiera caído, dije mientras sentía un puñetazo de Lunin en mi brazo.

-Joder Belli, que voy a empezar a creer que te gusta, dijo un poco mosqueado.

-No, Tío que reconozco que esta guapa, pero no más. Mentí.

Pero la verdad es que sí me gustaba un poco más de lo normal, y eso me hacía sentir culpable. Algo había en esa chica que me cautivaba. Marisol era una chica diferente a todas las que había conocido, era tranquila, centrada en lo que hacía, humilde, esforzada y podría seguir con mil cosas más que había notado en ella.

 Además que me atraía un montón que fuera latina, a mí que tanto me gustaba la música de ese género, no se me salía de la mente imaginarme a Marisol bailando alguno de esos ritmos.

Cuando la invité a comer sushi lo hice con doble intención, la primera era limpiar mi culpa por lo del regaño de Lunin y la segunda para conocerla mejor. Lunin no sabía nada de eso, y esperaba que no lo supiera, que si no ahí me mataba. 

Tenía que buscar la forma de sacar a la niñera de los Lunin de mi cabeza, Andriy estaba como loco por ella y por como lo miraba  ella, estoy seguro que sentía lo mismo. Y la chica de un amigo es intocable. La solución era alejarme, pero hoy tenía que cumplir mi promesa de jugar con Andrii.

Narra Marisol

Jude, Andriy y Andrii , jugaron toda la tarde, obviamente jugaron Fut, por lo tanto  yo me quedé con Inés cotilleando como siempre. Mis intenciones eran trabajar un poco en mi tesis, pero que va Inés no me dejaba concentrarme contándome historias de su pueblo y la familia de su marido. Inés preparó un refresco para llevarles a los chicos, pero ellos insistieron en tomarlo en la cocina junto con nosotras.

-¿A qué hora sales, Marisol? Me pregunto Jude después de tomar un sorbo del refresco.

-En quince minutos, dije mirándolo con curiosidad

-Si gustas, te puedo dar un Ride dijo sonriendo.

-Será en otra ocasión Jude, dijo el jefe con la mandíbula presionada. Marisol debe quedarse un poco más, debo tratar con ella unos asuntos.

-Gracias, Jude, dije tratando de ser cortés, pero me molestaba la actitud de mi Jefazo, si lo nuestro seguía, no podría tener esos ataques de celos.

Jude se limitó a sonreír.

Después de que Jude se marchó, Andriy me llamó a su oficina.

-Pasa, me dijo al tocar la puerta. Cierra bien.

Andriy estaba sentado en su escritorio. Al verme sonrió. Estaba jodidamente sexy.

-Ven, dijo invitándome a acercarme con un gesto en su mano.

Caminé hacia él, el jefe me tomó de la cintura y me acercó a sus piernas, después me plantó un beso, que me elevo al cielo.

-Sol, Madre mía, cuantas ganas de besarte tenía.

-Pues yo mas, dije mientras mordía su labio inferior y volvía a besarle.

- Y dime, ¿has pensado algo?, de cómo nos podemos ver más seguido, dijo mirándome tiernamente.

-Pues aún no, pero te prometo que lo haré, dije mientras le abrazaba.

-Mi Sol, esta semana tengo que salir del país, tendremos un viaje a Suiza por la Champions. Mamá y Katheryna cuidaran a Andrii, pero solo serán dos días.

-Comprendo, tomaré ese tiempo para trabajar en mi tesis.

-Me parece genial, así cuando regresé tendrás más tiempo libre, que te tengo una sopresa preparada, dijo besando mi frente.

-¿Ah sí? ¿De qué trata? Dije curiosa

-Una sorpresa es una sorpresa, pero no hagas nada el viernes en la noche

-Veré que puedo hacer, le preguntaré al pesado de mi jefe si me da libre,dije mirándolo

-¿Así que soy un pesado? ¿eh? Dijo tomándome de las muñecas.
Pues de que soy un pesado lo soy, pero un pesado que te va a comer a besos, dijo mientras me volteaba para dejarme contra el escritorio y besándome de nuevo.    

¿Que hará Jude? ¿Cuál será la sorpresa de Andriy?