Hoy cumplía 2 meses de laborar para el señor Lunin, a pesar de que era un trabajo de muchísima responsabilidad y en ocasiones muy estresante la verdad no me quejaba. La paga era buena, y con el paso de los días me había logrado ganar la confianza de Andrii, era un chiquitín encantador, se ganaba tu corazón en poco tiempo.
Un niño que recibía tanto amor solo podía entregar. Además había encontrado una amiga y cómplice en Inés, el ama de llaves. Inés tenía un humor estupendo que era capaz de hacer reír hasta una pared de concreto. A pesar de las diferencias de edad nos entendíamos de maravilla.
En cuanto a mi jefe las cosas no habían cambiado mucho, era menos frío y formal que al inicio pero aun sentía que no terminaba de tener plena confianza en mí, pero a la que si no le caía nada bien era a su madre. Ella si dudaba un 100% de mis capacidades. Durante el día me llamaba unas 8 veces y cada ocasión que podía llegaba a casa a verificar que todo estuviera en orden.
Durante esos 2 meses ya había conocido a toda su familia. Su hermano mayor Artem. Era buena persona, muy humilde, pero igual de serio y formal que su hermano. Su Padre y representante el señor Oleksii Lunin un señor muy alegre y bromista que muchas veces parecía más jovial que sus hijos. Además de sus primas Kateryna y Anhelina, era lo opuesto a los hermanitos Lunin. 2 chicas alegres y carismáticas en especial Kateryna que además era su asistente y encargada de prensa, era todo un encanto de chica.
En las tardes cuando mi pequeñito jugaba con sus prim@s como les decía él a los hijos de Kateryna (Alice, Boris) y Anhelina (Egor y Mila) nos reunimos en la cocina Kateryna, Anhelina, Inés y yo a cotillear y a reírnos.
Hoy a pesar de que era domingo y no tenía que ir a trabajar, me había levantado temprano pues quería hacer un poco de ejercicio en el parque del retiro.
Cuando ya había dado algunas vueltas al ritmo de la voz de SIA la música se detuvo de repente e ingresó una llamada, sin mirar quien era contesté.
-Hola, dije agitada.
-Marisol, ¿estás bien?. Reconocí la voz de mi jefazo al otro lado de la línea.
-Si, es que estoy ejercitándome, respondí aún agitada y consternada por la llamada.
-Ah, comprendo, te llamo para hacerte una pregunta.
- Sí, dígame.
-Hoy juega mi equipo y mi hijo desea que lo acompañes a ver el partido, así que nos preguntamos ¿si querías ir al estadio?
Mi disco duro mental almacenaba lo que el jefe me decía y trataba de analizarla y dar una respuesta coherente.
-Yo...yo estaría encantada.
-Genial, le diré a Andrii.
-¿Señor Andriy?
-¿Sí?
-Es que no creo que pueda pagar una entrada.
Lo escuché reír al otro lado de la línea
-No te preocupes en mi palco de honor no tienes que pagar nada. Te veo en la casa en 2 horas dijo mientras colgaba.
Mi corazón volvió a correr como caballo desbocado. Yo una simple niñera iría al palco de honor de uno de los mejores jugadores del mundo. De nuevo la voz de SIA se re incorporaba en mis oídos con su canción Elastic Heart dándole el empujón para llegar de nuevo a mi piso y en una hora ir de camino hacia la casa de los Lunin.
Los domingos Inés tenía libre, así que no la vería y por una parte mejor ya me imaginaba cómo se iba a mofarse de mí si sabía que iba a pasear con el jefazo. En cuanto llegué mi pequeñito se me lanzó en brazos y después me miró fijamente.
-Sol, ¿y tu camisa del Madrid?
-No tengo mi cielo, solo está, dije quitándome mi suéter y dejando al descubierto mi blusa azul con el escudo del Capitán América. El crio sonrió
- Mi papá es un superhéroe como el Capitán. Y le diré a papá que te regale una camisa del mejor equipo del mundo.
Yo asentí mientras entraban en el living el jefazo en compañía de Artem, ambos cargaban unas pesadas maletas.
-Buenas tardes Marisol, dijeron al unísono
-Buenas tardes.
-Te irás con Andrii y con Artem en un coche y yo en otro. Los veré en el estadio.
Y así fue, minutos después estábamos en el Santiago Bernabéu, mi corazón estaba que no paraba de dar saltitos. El lugar era IMPRESIONANTE tanto que sentía un agujero en el estómago.
Nos dirigimos hacia el lugar donde ingresamos a los palcos, era un salón en común donde coincidían todos los que deseaban ir a sus respectivos palcos. Pude observar a algunas de las WAGS (esposas y novias de jugadores) todas lucían espectaculares lo que me hizo sentir extraña.
Aunque yo no era una WAG sino una empleada, debía haberme arreglado un poco más. Algunas de ellas (la esposa de Modric, la esposa de Carvajal, la esposa de Alaba y la esposa de Lucas Vázquez) se acercaron a saludar a Andrii y a Artem, mientras a mi me dirigieron una sonrisa.
El partido fue emocionante, el Madrid se enfrentó al Granada, y le ganó por un marcador de 3 a 0 con gol de Bellingham y un doblete de Vinicius Jr. Lo mejor era ver la reacción de Andrii, estaba más que feliz de ver a su padre.
Sin duda de las mejores experiencias de mi vida ver un partido del mejor equipo del mundo. Cuanto me hubiera gustado que mi padre lo supiera, estaría tan feliz y se que le hubiera encantado estar ahí.
Después salimos hacia otros pasillos internos del estadio, debíamos encontrarnos con el jefe, cuando habían transcurrido unos 15 minutos apareció. El pequeño Andrii se fue en carrera hacia él para abrazarlo.
-Papá ¿iremos a comer helado?
-Claro que si
- ¿Y Marisol irá también?, preguntó el pequeño mirándome con ternura.
El jefe se quedó callado y me miró.
-No hoy no, tu tío Artem la llevará a casa. Ve y despídete de ella.
Andy saltó de nuevo y me abrazó los pies, su cara estaba triste.
–Adiós Sol, quería que fueras conmigo y Papi pero no sé porque él no quiere.
-No te preocupes, diviértete mucho. Será una salida de chicos, yo te veré mañana. Le di un beso al pequeño y me dirigí al parqueo de inmediato.
Artem llegó después y me llevó hasta mi piso. No entendía por qué me dolía el que el jefe fuera tan frío conmigo, yo sabía que no debía de esperar nada de él pero ya habían pasado 2 meses y todo era como al inicio.
ESTÁS LEYENDO
La Niñera de los Lunin.
FanfictionNovela 100% original ¿Es una Locura enamorarte de tu jefe? ¿ Es una locura aún más grande si tu jefe es un jugador mediático?. Eran las preguntas que recorrían la mente de Marisol a diaro. Marisol llegó a Madrid en busca de sus sueños, de un mejo...