Capítulo 12 Esperando el despertar.

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Después de aquella paliza todo lo que ocurrió después cambió mi forma de pensar respecto a los humanos, al caer inconsciente empecé a ver todo negro como de costumbre pero esa oscuridad se desvaneció tan rápido como imágenes pasaban en frente mía, no eran como las había visto anteriormente eran imágenes pos-apocalíptica entre humanos y entre lo que parecían dragones que era lo más probable, aquellas imágenes parecían mostrar una guerra entre nosotros y ellos, era de lo más inquietante, no es para nada como las películas que veía que eran todo sonrisas y flores, la sangre teñía el suelo por completo, dragones caídos desmembrados sin cabeza y algunos triturados, los humanos acababan peor, unos son engullidos por los dragones con suerte y otros morían calcinados, sus gritos de sufrimiento tanto de dragones como de humanos retumbaban por mi cabeza impidiéndome pensar en otra cosa, había muchos más humanos que dragones, era una clara victoria para estos pero los dragones no se daban por vencidos, el escenario no parecía ser de la tierra, esas no eran las únicas imágenes, había otras en las que aparecía una especie de portal de luz bastante grande en medio de un aro de montañas por donde salían innumerables humanos, al parecer ocurrió hace muchos años ya que sus armas se componían principalmente de espadas y cañones, acercándome a una de esas imágenes con intención de tocar o al menos rozarla pude meterme en aquella imagen pero no veía lo que aparecía en la imagen sino todo verde y bonito pero como me imaginaba no podía moverme, estaba en lo que creo que era el cuerpo del dragón que murió y ahora está en mí, o yo en él, estaba en un gran campo verde meditando, todo era muy tranquilo, todo iba bien hasta que una fuerte explosión rompió la meditación, me levanté de un salto fuerte y antes de caer al suelo levanté el vuelo con mucha rapidez hacia una gran columna de humo, iba con tanta rapidez que lo que casi no podía percibir lo que me rodeaba, me dirigía a lo que parecía una gran ciudad en llamas, o por lo menos parte de ella, en ella la batalla era aún mayor y más sangrienta, los humanos estaban intentando entrar en una especie de palacio colosal, pero yo me dirigí a su entrada dando un gran golpe en el suelo haciendo que temblara todo lo de mi alrededor, atacando con gran certeza a todos los humanos que intentaban entrar en el palacio, ya no quedaban muchos dragones vivos pero la ofensiva aún se mantenía, otros humanos entraron destrozando una pared a cañonazos lo que supuso que entraran a montones en el palacio donde rápidamente empezaron a subir las escaleras, parecía que sabían a donde querían ir, salí volando hacia dentro del palacio allí los humanos en lo más alto del palacio entraron a una sala donde había un dragón muy grande pero también muy viejo, al entrar en la sala me apresaron pero no me mataron, pude ver como entablaban una conversación entre uno de los soldados y aquel viejo dragón, era enorme y de color blanco con el pecho turquesa, no pude escuchar lo que decían pero parecía que estaba pidiendo clemencia para que los dejaran en paz, mientras se acercaba el soldado espada en mano el dragón dijo que estaba preparado para su destino, este murió a manos de dos soldados que lo atravesaron con sus lanzas, detrás del trono parecía que había alguien y la descubrió uno de los soldados que mató al dragón viejo, este se acercó al trono y lo cogió de la cola para sacarlo, al parecer era una dragona y era Alessia, pero era muy joven comparado con la última vez que la vi, mucho de sus cuernos estaban aun sin desarrollar y era muy pequeña también, cuando la vi que la agarraban del cuello para estrangularla me revolví, lo que supuso que los que me capturaron intentaran matarme, pero a diferencia de los demás dragones, no podían atravesarme con sus armas, mi piel era al parecer mucha más dura que la de los demás, me suponía una mayor ventaja, pero en la sala había cientos de soldados y no tardaron en saltar encima de mí para impedir que me mueva, pero no podía dejar que Alessia sufriera en mi presencia, saque fuerzas de la nada y me levanté lanzando a varios soldados que sujetaban las cuerdas por los aires y a otros que estaban encima de mí, mientras avanzaba torpemente por la enorme sala con personas encima de mí todavía y se iban cayendo poco a poco, el soldado que mato al dragón anciano elevó su espada con intención de cortarme al cuello, vino desde la mitad de la sala hacia mí chillando a más no poder y al abalanzarse sobre mí de un salto pare la espada con los dientes, y mordí la hoja lo suficientemente fuerte como para partirla y soltar una gran llamarada atravesándole el pecho y matándole al instante, al ver las demás personas la muerte de lo que parecía su general, algunos se soltaron de mi cuerpo y se dirigieron a Alessia para acabar con todo esto, pero no iba a permitir que eso ocurriera, me quité las personas que quedaban en mi cuerpo abriendo mis alas y salte hacia las personas que se dirigían hacia Alessia arrancándoles las cabezas de un mordisco o envolviéndoles en llamas, el olor a sangre y a piel quemada envolvía la sala, después de matar a todos los que habían en la sala a sangre fría intenté tranquilizar a Alessia que estaba hiperventilando detrás del trono, la dirigí hacia uno de los balcones para salir volando pero al ver una de sus alas colgando de su cuerpo percibí que tenía una de las alas rotas, ella lo negaba pero casi no podía moverla, no quedaba otra que bajar por toda a torre para escapar, al salir por la primera puerta que daba a la gran escalera de caracol los humanos que aún quedaban estaban poniendo cargas en la base del palacio y encendiéndolas a distancia con una mecha rápida, en ese momento no nos quedaba hacer otra cosa que mirarnos a los ojos y asumir que íbamos a morí, antes de acercarme a ella la base del edificio explotó haciendo que la mitad del edificio se desplomase llevándose consigo a Alessia, en ese momento de indecisión sobre qué hacer no encontraba una mejor idea que lanzarme al vacío y coger a Alessia para morir juntos o esa era la idea, Mientras caía a gran velocidad agarre a Alessia y la abracé con mucha fuerza, una segunda explosión antes de caer envolvió nuestros cuerpos en llamas y antes de llegar al suelo un rápido movimiento hice que pusiese mi cuerpo primero para amortiguar la caída, al tocar el suelo envuelto en llamas salí expulsado de la imagen y esta desapareció con rapidez, lo que no desapareció fue el dolor insoportable que tenía por todo el cuerpo, que al parecer parte de ella estaba sangrando por alguna extraña situación, al desaparecer del todo la imagen inmóvil detrás de ella apareció Alessia en muy mal estado mientras decía, “ya sabes lo que pasó verdad” mientras que se derrumbaba a varios metros de mí, yo corrí esa pequeña distancia para recogerla del suelo, ella casi no se mantenía en pie, y siquiera podía abrir los ojos, le habían dado una buena paliza, tenía arañazos por todo el cuerpo, y su color de piel blanquecino y suave se había teñido de un color rojizo y pegajoso, “¿Qué te ha pasado?” Le pregunté casi gritando, ella me contesto con una voz casi susurrante, no debí habértelo dicho, dijo, no sabía a qué se refería, se lo pregunté, pero tuve que decírselo dos veces porque estaba muy mareada del golpe, “La última vez que te vi, no debería haberlo hecho, nunca debí hacerlo” “Explícate Alessia” Le dije con mucha inquietud “Perdona por mentirte, lo siento” Me dijo mientras abría esos asombrosos ojos azules verdosos, sentía pena en mi interior pero el problema que ella tenía también me incumbía, o seo creía, le pregunte sobre de lo que me ha mentido, y me contesto con una voz ya ronca “Tu edad, tu muerte, todo, lo siento” Me dijo mientras se intentaba poner en pie pero sin éxito, ya parecía que estaba mejor, pero todavía estaba mareada, “Cuéntame la verdad entonces Alessia” Le dije “No te mentiré más, ya no” Me contesto finamente, “Tu moriste hace mil quinientos años más o menos pero ahora tú tienes más o menos la misma edad que yo, ya que ahora te serás el dragón que fuiste hace mil quinientos años antes, no pude decírtelo porque ellos me obligaron” “¿¡Quiénes!? Le pregunté, Ya entendía porque en mi visión ella parecía muy joven y pequeña comparado conmigo pero ¿quién eran ellos? “Ellos son tú, es decir, son humanos que conquistaron el castillo, a mí me atraparon y estuve cien años exactamente, cuando se cerró el portal un gran terremoto destruyó la mitad de la mazmorra y pude escapar como pude, estuve mucho tiempo con un grupo de dragones que sobrevivían como podía en una cueva de cristales del alma, mil cuatrocientos años después, la cueva se ilumino insanamente y en uno de los cristales pude verte a ti y a Épsion, lo que supuse que él se encontraría vivo y la leyenda era cierta, tenía que hablar contigo, se lo dije a mis compañeros y me dijeron que oyeron hablar sobre una máquina que podía meterte en la mente de cualquiera que se muestre en el cristal de alma, me dijeron que me llevarían y yo arranqué el cristal y salí volando hacia donde estaba esa máquina, y me dejaron usarla, en ella te vi por primera vez y pensé que a partir de entonces todo iría bien, pero estaba muy equivocada, esa máquina nunca había funcionado y los humanos del palacio lo detectaron y fueron a por nosotros, mataron a todo ser viviente de la aldea, menos a mí, a mí me utilizaron para mentirte, pero no podía hacerlo y cuando te dije parte de la verdad destruyeron la máquina y me atacaron pero por suerte vinieron a rescatarme y salí sana y salva pero mis amigos no” En este momento se puso a llorar y casi no podía continuar pero ella por alguna razón no paraba de hablar “entonces vine volando hasta aquí para decirte a verdad y te pido ayuda, tienes que venir aquí tu nos deberías habernos salvado pero…. Yo te lo impedí” “Espera ¿Cómo?” le dije, esto se estaba poniendo cuanto menos interesante y no era un cuento sino que era real y había muchas preguntas sin respuestas como sobre qué diablos son los cristales del alma, o porque se cerró el porta, pero por lo menos ya sabía la verdadera historia y el nombre del alma que llevo dentro, pero si se supone que yo los iba a llevar hacia la victoria, ¿cómo iba ella a detenerme? Ella siguió hablando después de una breve pausa, “Cuando te moriste, yo debería haber muerto no tu” Dijo mientras tragaba saliva y me abrazaba con fuerza “Lo siento en serio, es la verdad” La cogí del hombro y le acaricié su piel donde no le cubría la sangre, suave y blanda como recordaba, “Tranquila, te creo” Le dije, no podía dudar de ella, había algo en mí que lo crea sin más y esperaba que fuera Epsion que obviamente él la conocía más que yo a ella, pero sin saber porque iba recordando poco a poco sobre mi otra vida, por medio de flashbacks cortos, entonces pensé si detectaron la primera vez que utilizaron la máquina, también detectaran la segunda, se lo dije rápidamente, y ella abrió los ojos y me miro diciendo que era verdad, pero que ella no sabía cómo salir de allí si no era alguien del exterior, pensé, esto es como un sueño, entonces si le asusto o algo se despertará, así que se lo dije pero no iba a ser tan fácil, ella no era de asustarse, no sé porque sabía eso de ella pero me lo ponía más difícil así que debía hacerlo, si estaba en mi mente podía poner imágenes o por lo menos intentarlo en mi cabeza y así mostrarlo para que ella lo viera, algo de miedo, me levanté y lo intente y lo intente, pero nada, ella me cogió del brazo y me dijo que lo volviera a intentar, al final se abrió ante mí una imagen sobre una película de miedo mala y le dije que la viese, ella se sentó delante de ella y cuando vi su forma de sentarse tuve un flashback repentino sobre la muerte de su abuelo que era el antiguo rey, no pude evitar pensarlo y por más que lo intentaba no podía quitármelo de la cabeza, ella mientras lo veía y le iban saliendo las lágrimas, me dijo sobre porque me estaba enseñando esto pero yo le dije que no quería, que no mirara, pero ella no lo podía evitar, cuando llegó el momento que ensartaron a su abuelo se llevó las manos o patas a la boca y todo se removió hasta que no fuimos distanciando poco a poco, cuando se da cuenta ella se giró y se levantó rápidamente y empezó a correr hacia mí diciendo “¡No quiero irme Daniel!” “¿Qué tengo que hacer?” le dije “Busca el portal” Me dijo chillando lindamente dijo, “ Recuerda:                                             “ ¿Qué demonios era eso? le dije, “Tu recuérdalo por favor, yo tampoco sé lo que significa, pero sé que es importante y me dijeron que te lo dijeran, adiós Daniel” “Adiós Alesia, te veré pronto te lo prometo, ahora escóndete” Se lo dije chillando a más no poder pero creo que no me escucho y ella dijo algo también pro tampoco la escuche, ya sabía que por mucho que corriese hacia ella no iba a llegar así que me quedé parado esperando el despertar.

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