Si, parecía mi fin, ya estaba a punto de estirar la pata, pero mi cuerpo se resistía, no me creía que ese iba a ser mi final, todo a mi alrededor iba perdiendo color, aunque lo único que veía era el techo del coche aplastando mi cuerpo, intentaba moverme pero sin esperanzas, mi cuerpo, mis huesos estaban molidos, aunque mi piel era muy dura, el peso de 10 toneladas y tres misiles dudo que lo hubiera resistido, no me quedaba otra que cerrar los ojos y esperar mi fallecimiento, me costaba respirar tenía toda la boca llena de sangre, eso fueron los quince segundos más largo de mi vida, o creo que fueron quince segundos, al cerrar los ojos mi cabeza empezó a dolerme profundamente, parecía como si me hubiera estallado aquel misil en la cabeza, empecé a ver destellos, empecé a oír crujimientos, a darme espasmos por todo el cuerpo, cuando abrí mis ojos de par en par, la superficie reflectiva del capo de aquel coche envuelto en llamas pude ver mis ojos más rojo que el puro fuego, todo a mi alrededor se ralentizó y un instinto de supervivencia se activó, seguramente todo tenía que ver con aquel dragón que tenía en mi interior, Epsion, seguramente sería él, la última vez lo fue y no acabó muy bien para nadie, y ahora no sería una excepción, mi cuerpo se estaba recuperando de aquellas roturas, estaba recuperando mis fuerzas rápidamente, en mis ojos solo se veían visiones de lo que tenía que hacer para salir de allí con vida, Epsion me estaba enviando señales, y había que hacerle caso si quería salir de allí, es hora de empezar el show.
Mientras todos los soldados que estaban fuera y rodeaban el coche donde me hallaba, los soldados estaban convencidos de que estaba muerto o muy mal herido, ni lo uno ni lo otro, es más, estaba más vivo que nunca, mi cuerpo inmóvil bajo el coche cogió el coche e incoó sus largas y afiladas garras en el techo para que no se escapase, me puse en pie con el todo terreno encima de mi cabeza, varios soldados se cayeron de espaldas al ver el panorama y yo miré a ese puñetero helicóptero que me había estado tocando las narices, disparó otro misil sin importar que sus compañeros estuvieran relativamente al lado mía, y yo sin inmutare le lancé aquel todo terreno para ver si le hacía gracia que le lanzaran cosas, el misil impactó en el coche, pero este siguió avanzando al helicóptero hasta derribarlo,, el helicóptero calló sobre uno de los coches aparcados que hizo explosionar por segunda vez al helicóptero, los soldados no tardaron más de dos segundos en reaccionar y se pusieron a disparar a quemarropa, pero las balas eran como si me tirasen palomitas de maíz, me abalancé sobre ese pequeño ejército y acabé con todos ellos uno a uno, no suponía ningún problema, parecía un sicópata pero al matar a aquellos que casi me matan me sentí mejor conmigo mismo, todos iban muriendo de todas formas posibles, tanto que mi cuerpo se envolvió casi por completo de sangre, mis garras eran tan afiladas que con solo empujar un poco los atravesaba, aunque, estaban tan asustado que a veces se disparaban los unos a los otros, cuando acabé con la vida del último, mi cerebro empezó a estar más tranquilo, y ya empezaba a responder como yo quería y no por instinto, ya empezaba a estar más tranquilo, no estaba ya en peligro, cuando tenía el cadáver de aquel soldado entre mis manos pude apreciar que de mis brazos o casi todo mi cuerpo salía como una especie de cortina de humo que parecía ceniza, cuando me movía se veía mejor, pero cuando todo mi cuerpo se tranquilizó esa pequeña rareza desapareció sin más, solté al último soldado con miedo de lo que había hecho, todo había pasado muy rápido, lo que había ocurrido allí no me llevó más de tres o cuatro minutos en hacerlo, creo, lo que me daba tiempo a escapar en uno de los coches aparcados de esos soldados que por suerte para mí no los había destrozado, ya escuchaba los pasos en la lejanía de los soldados y algunos vehículos aproximándose, no tenía tiempo de distraerme tenía que salir de allí rápido y con vida.
No sabía conducir esos coches, peo supongo que no sería tan diferente que un coche normal de personas normales, me monté en uno de ellos, y el primer problema es que no cabía por culpa de mis alas y mi cola, así que cogí el respaldo del asiento y lo tire fuera, ya estaba más cómodo, más o menos, el coche ya estaba encendido así que solo tenía que meter primera y ya.
Muchos y muchos kilómetros después el coche se quedó son combustible y ya tocaba ir a pie, o a pata supongo, me bajé del coche, lo había manchado de sangre, aún tenía sangre por el cuerpo y no podía quitármelo, estaba en un desierto y no veía agua a kilómetros a la redonda, por lo menos sabía que iba en buena dirección gracias a que estuve en un campamento sé según la posición del sol donde está el este y el oeste, y por lo tanto en norte y el sur, me dirigía a casa y estaba yendo al norte camino al mediterráneo, o por lo menos cerca de este, el sol ya estaba encima de mí y sus rayos me atravesaban causando que mi piel que antes era negra se volviera de un tono grisáceo oscuro excepto en los sitios que estaba cubierto de sangre que me hacía resistir el calor mejor aunque se estaba secando con mucha rapidez.
Estuve caminando durante horas y no encontraba nada ni a nadie, hacía mucho tiempo que no sentía el cansancio encima, me temblaba la pierna izquierda cada vez que la posaba sobre la fina y ardiente arena del desierto, aun siendo casi de noche, hacía calor aunque lo aguantaba, debería aguantarlo siendo un ser que supuestamente escupía fuego tenía que hacerlo ¿no?, la noche se posaba sobre mí y la belleza de la noche me acompañaba en mi travesía, nunca había visto tantas estrellas en una noche, el cielo estaba plagado de ellas y me hacía el camino más ameno, aunque después de a saber cuánto tiempo sin ingerir nada el cansancio ya me podía, andando por las enormes dunas que parecían olas congeladas echas de arena las piernas me fallaban y cuanto más caminaba más y más, ya andaba sin saber a qué rumbo ir, estaba tan cansado que no podía elevar la vista al cielo, seguí caminando durante unas dos horas más o menos, ya andaba a cuatro patas, no me acordaba por el cansancio que podía ir como un animal cansándome menos, pero aun así me cansaba, y después de que se yo, ¿trece, catorce horas andando? y para colmo luchando al principio de todo por mi supervivencia no hace ningún bien a nadie y menos a mí, aunque eso se lo tendría que preguntar a los que he matado que ya caía sobre mi consciencia, lo que había hecho, yo no quería, simplemente fue el instinto de supervivencia de Epsion que ya era mío y no sé si es controlable pero yo no podía hacerlo a no ser que estuviera fuera de peligro, pero de todas formas es matar o morir, además tenía una misión que es dar la paz a dos planetas, que no es que haya empezado bien matando a tanta gente, pero seguro que menos que una guerra que ha durado siglos.
Estuve caminando varios minutos más antes de que mi cuerpo no volviera a reaccionar, me desplomé sin más y rodé hacia el final de la duna, intenté levantarme pero sin éxito, bueno esta vez no iba a morir solo tenía que descansar, espero, solo tenía que cerrar los ojos e intentar dormir, mañana será otro día y quien sabe, tal vez encontrara agua o comida, o las dos cosas, sería un lujo, mientras miraba el cielo con los parpados medio abierto y pensaba en todo lo que había sucedido hasta ahora no pude aguantar no soltar aunque sea una lágrima, de todo lo que había perdido, todo lo que había hecho, y también todo lo que he ganado, no podía hacer que esto fuera más fácil si a la más mínima me disparan o atentan contra mí o a mis amigos, bueno amigos, en la tierra tal y como ya era ya no me quedaba amigos, no podía confiar en nadie, no podía tener amigos no podía confiar en los humanos y menos en aquellos que me han estado siguiendo e intentado matar varias veces, y no se tampoco si fiarme de los dragones, pero siento que puedo creer en Alessia, es por aquella por la que morí, o por la que Epsilon murió, y supongo que por un cualquiera no moriría nadie tan importante, lo suficiente como para acabar una guerra pasada.
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Soul Of Dragon
FantasyLa historia de un adolescente con el alma de un Dragón muerto cientos de años, su destino es acabar con una guerra que empezó cuando este murió, con el traspaso de la historia nuestro protagonista se hará más fuerte y aprenderá la verdad sobre su hi...