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La bella rosa yacía inerte en la gélida  superficie del suelo, sus pétalos uno a uno fueron apagándose con rapidez, luego de cuantioso tiempo bregando por brillar e iluminar caminos oscuros fue arrancada por una vil garra perturbadora, mientras su...

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La bella rosa yacía inerte en la gélida  superficie del suelo, sus pétalos uno a uno fueron apagándose con rapidez, luego de cuantioso tiempo bregando por brillar e iluminar caminos oscuros fue arrancada por una vil garra perturbadora, mientras su frágil corazón caía a un pavimento de  dolorosas espinas que se incrustraban en su ser y órgano más vital.

Los pétalos al caer a la fría nieve se volvían débiles y perdían su característico color, tal y como una persona, perdía la fé, perdía el espíritu y las ganas de luchar para ver su realidad mejorada.

La sangre que de sus muñecas brotaba era efímera, al igual que la paz en una tormenta, la sangre escaseaba pero su cantidad había sido lo suficiente como para provocar un bullicio ensordecedor, aquella escena vislumbraba un auténtico carrusel emocional, dos personas dentro de una cabaña  se empezaban a conocer y entrar en confianza, un ambiente apaciguante se olfateaba por los alrededores de la cabaña. Pero la realidad era muy distinta una vez cruzada la puerta, a no muy largos pasos de aquel hogar se encontraba un cuerpo que pronto se congelaría, que había apagado sus ojos de manera repentina dando paso a un inestable misterio.

Un tenue ambiente de melancolía rondaba la escena que minutos atrás  aparentaba tranquilidad, una joven chica tomando una rosa inmune al frío y unos delicados ojos llenos de una paz encubierta de dolor declarándose a la tempestad misma, y nadando contra la propia corriente de la vida.

De pronto su corazón comenzó a latir con una creciente lentitud, como si estuviera esperando el minuto mortal y el momento de desplomar la completa estructura de su cuerpo en la  helada superficie, pudo levantar su vista a pesar del severo desfallecimiento y observar el final de su tosco destino.

Moriría en la orilla luego de nadar contra espeluznantes tiburones y desmedidas ballenas sin aparente fin.



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Y por último, a muy pocos kilómetros de la cabaña maldita se encontraba un hombre sediento; haciendo estallar millares de objetivos en coágulos sangrientos, ahorcando sueños, degollando esperanzas, perforando sentimientos y torturando a las más encantadoras sonrisas.


La realidad se puede percibir de maneras muy diferentes, todo depende de cómo ese suceso marque tu vida, lo que para tí resulta ser perturbador es el fetiche de alguien más y lo que te parece normal puede hacer delirar a centenares de mentalidades débiles y fuertes.

Por ejemplo, la realidad de un rinoceronte es un fuerte cuerno que distorsiona el hermoso paisaje del que se ve rodeado, opacando una parte de su visión pero  haciendo  de este animal uno sin igual, el rinoceronte percibe la vida de ese modo mantiene una «percepción» del mundo a su manera mientras que, por ejemplo, una hormiga percibe el mundo de una forma diferente, un globo terráqueo lleno de constantes temblores y borrascas, sin embargo cada día sale a trabajar sabiendo que su día estará repleto de más bajos que altos.







Vínculo Sangriento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora