Capítulo 3

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A la mañana siguiente dan fingió estar enfermo como pretexto para no ir a la escuela, estaba muy avergonzado, Alan lo había visto con restos de maquillaje y no sabría que decir cuando lo cuestionara al llegar a la escuela.

-¡Dani! Date prisa o llegaras tarde a clases-

Su madre lo presionaba desde la planta baja mientas se apresuraba para llegar al trabajo

-estoy muy enfermo madre-

Dan respondió fingiendo una voz agonizante. Su madre no tenía tiempo para escuchar lamentos y lo obligó a salir de su recámara.

Ahí estaba dan sentado a lado de su madre en el automóvil de camino a la escuela. Su madre  noto la inevitable tristeza que abundaban en su rostro.

-¿Qué te pasa hijo?-

Su madre preguntó, haciendo que dan se sobresaltara.

-no es nada madre solo me siento un poco débil-

Respondió tratando de parecer más relajado. Había mentido, otra vez.

Había llegado a la escuela en poco tiempo pues el tráfico era ligero, estaba nervioso por entrar al salón de clases, se armó de valor y se dirigió hacia el, una vez ahí dio un largo suspiro pues notó la ausencia de Alan, se sentía bien por ello, tomo asiento, ahora estaba más relajado pues no sentía ninguna presión, sin embargo duro poco su alivio ya que sabía que en cualquier momento pasaría por la puerta.

Faltaban 5 minutos para que las clases comenzarán y dan esperaba pacientemente, el tiempo transcurrió y Alan jamás se hizo presente, definitivamente ahora estaba reconfortado.

Como era de esperarse el resto del día no fue para nada interesante, las clases tomaron su tiempo hasta que terminaron.

Ahora Dan se encontraba de regreso a su casa, conduciendo su bicicleta por la ciudad. Podía tomar la avenida para elegir un camino más directo y seguro, pero prefería tomar una ruta alterna en donde hacía la mitad del tiempo aunque lo obligaba a pasar por rutas más concurridas y barrios peligrosos, pero eso no era un problema para el pues pasaba los puntos más peligrosos con mayor velocidad.
Ese día decidió parar en una pequeña tienda para comprar golosinas, el barrio en el que se encontraba dicha tienda no era peligroso pero tenía un aspecto desgastado además de muchos callejones solitarios, casi todos de basura, estaciono su bicicleta en un callejón a un costado de la tienda, se dirigió al edificio y compro lo que necesitaba, no le tomo mucho tiempo en regresar por su bicicleta para así irse a su casa, pero al regresar al callejón ya no se encontraba su vehículo, había desaparecido casi por arte de magia, analizó su alrededor tal vez la había estacionado en otro sitio y no se percató, buscó y buscó hasta que con la mirada a la bicicleta encontró, estaba tirada justo en la mitad  del mismo callejón, dan se dirigió hacia ella, un poco tímido para ser honestos pues a medida que se adentraba al callejón el entorno se volvía más oscuro y frío, llegó a donde estaba su bici y noto un ligero cambio en ella, parecía como si un tráiler le hubiese pasado por encima, tenía golpes en todas partes y una llanta ponchada, se preguntó que le pudo haber pasado en tan poco tiempo.

Mientras trataba de reparar los daños causados, escuchó justo de tras de él una risa que le resultaba muy familiar y provocó que se estremeciera, dirigió su cabeza hacía el origen del ruido y logró visualizar una gran silueta entre las sombras, mientras la silueta se acercaba más a él más  podía reconocerla.

Así fue como volvió a toparse con Alan, pero esta vez fuera de la escuela, sin refugió, sin maestros que lo defendieran, sin protección...

estaba perdido.

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