Capítulo 8

1.1K 158 55
                                    

"Está mal, está mal, está mal..." decía su conciencia una y otra vez esperando que su lado razonable saliera a flote y dejara de pensar con el corazón, el cual hacía poco tiempo que comenzaba a enfermarse, no entendía por qué palpitaba desenfrenadamente cada vez que ese chico grosero estaba cerca.

Pero estaba seguro de que no mentía, se sentía tan extraño, y al parecer no era el único. Así que simplemente fue sincero con él. Se mordió el labio al dirigirle la mirada y ver que también lo observaba detenidamente.

Yuta se acercó levantando su mano y tocando su mejilla, TaeYong se sobresaltó por el contacto de sus dedos, pero no se apartó.

Después delineó sus labios, eso lo dejó más nervioso aún.

Sentir deseo... no estaba bien.

¿Qué había pasado con todo eso que su familia y la misma iglesia le habían enseñado? Estaba convirtiéndose en alguien que no era, eso creía, y TaeYong quería deshacerse de esos sentimientos pronto.

—No, déjame —susurró apartando su mano de sus labios—. Gracias por todo, pero ya no vuelvas aquí.

—¿Por qué?, ¿Por qué no quieres que vuelva? —le preguntó Yuta, Tae le daba la espalda.

—Porque es mi habitación, no sé cómo logras meterte, pero es un delito. Que entres aquí y te acerques a mí como si fuera de tu propiedad... no está bien. — Yuta lo volteó bruscamente atrapándolo entre sus brazos.

—Pero yo te gusto. —Las mejillas de Tae tomaron un tono rosáceo, sus labios no protestaron por derrocar sus palabras—. Y creo que tú me gustas a mí.

TaeYong observó ese rostro, esa persona le estaba confesando que le gustaba, nunca nadie le había dicho eso, ni siquiera una chica.

De pronto llegaba ese extraño joven prácticamente de la nada a cambiar su vida completamente, ya ni siquiera sabía cómo sentirse con respecto a su vecina muerta, estaba comenzando a dudar si lo que sintió por ella fue amor o simple idolatría.

Una cosa estaba clara, Yuta le gustaba y había logrado eso en unos cuantos días.

—Eres malo para mí, además somos chicos —susurró TaeYong con la vista al suelo.

—Sí, soy realmente malo —comentó Yuta, dándole la razón—, pero me vale mierda que seamos hombres, no voy a dejarte huir con una excusa tan patética.

Yuta iba a besarlo otra vez, pero descubrió miedo en el rostro de TaeYong.

Esos ojitos cerrados y esos labios temblorosos lo delataron, así que optó por ir más lento.

Acercó su rostro lentamente hasta rozar sus labios con los suyos. Dejó que Tae se acostumbrara a su cercanía y finalmente lo besó. Movimientos tranquilos pero certeros, lentos y e incluso tiernos, Yuta finalmente había comprendido que TaeYong era de esos chicos soñadores que no sabía siquiera que existían.

Tae se sintió de pronto acalorado, mareado incluso, ese beso estaba haciendo que su cara ardiera. Caricias, deseo, comodidad, ¿Así se sentía un beso deseado?.

—Mmm... —dijo Tae aún con los besos de Yuta. De pronto se sorprendió consigo mismo, ¿Eso había sido un sonido obsceno?.

Ruidos en la habitación de sus padres lo sobresaltaron empujando a Yuta con todas sus fuerzas. Miró rápidamente hacia la puerta, pero estaba cerrada, luego nuevos gritos se escucharon, era su papá aparentemente trastornado por alguna razón.

That boy is a MONSTER »YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora