Capítulo 24

883 119 35
                                    

Yuta despertó, el sonido de algo raspando la madera de un árbol hizo que abriera sus ojos descubriendo que todavía se encontraban en la mitad del bosque. Era un pajarillo de plumajes rojos. De pronto reconoció el calor que lo envolvía, TaeYong estaba recostado sobre él completamente desnudo, ambos abrazados y descansando sobre unas de las gruesas raíces del árbol donde se refugiaban.

Estaban cubiertos por una de las prendas de Yuta. El íncubo apretó más el agarre rememorando lo que había sucedido entre ellos anoche, no solo el ataque que sufrieron, sino el momento íntimo que pasaron después. Lo habían hecho tres veces, dejó a Tae completamente agotado, pero no era un agotamiento como el que sufrían todas las mujeres con las que se había acostado, TaeYong estaba agotado por el esfuerzo físico.

Las alas de Ángel habían desaparecido.
Yuta deslizó la mano que tenía puesta en su cadera hacia su trasero. Un nuevo calor comenzó a invadirlo, anoche había saboreado el cuerpo de TaeYong a su antojo y todavía tenía ganas de más. Ser parte Íncubo nunca fue tan gratificante.

—Yuta... —TaeYong abrió lentamente sus ojos al sentir las manos de Yuta en su cuerpo.

—Buenos días —dijo intentando observar su rostro desde abajo. Tae le dio un beso en la mejilla.

—Buenos días. —TaeYong se movió, había dormido toda la noche encima de él, debió cansarlo. Se colocó a un lado todavía con cierta vergüenza, estaba desnudo y no había mucho con qué cubrirse— ¿Qué hora es?

—No lo sé, las ocho o nueve de la mañana. —Ninguno de los dos traía reloj.

—Es tarde y también peligroso que continuemos aquí, debemos regresar con los demás, JaeMin necesita protección — Yuta asintió, a pesar de que quería estar más tiempo con Tae, tenían otras prioridades, como cuidar a JaeMin y mudarse hacia la casa que su padre había asignado para que viviera el Ángel.

Yuta se levantó y comenzó a vestirse, TaeYong no había explorado mucho su cuerpo anoche, además de que no podía ver porque estaba oscuro y la luna se ocultó entre los árboles. Ver a Yuta a plena hora de la mañana lo hacía vibrar.

—Toma, vístete, necesitamos salir de aquí, el bosque no es seguro —Yuta le entregó la ropa. Cuando Tae intentó levantarse, un dolor en su trasero lo hizo caer— ¿Qué pasa?

—Nada, es que estoy un poco dolorido. —Yuta comprendió.

—Lo siento, me pasé un poco.

—¿Un poco?, eres bastante audaz señor monstruo —bromeó TaeYong, eso hizo sonrojar a Yuta—. Ya me visto.

Cuando los dos estuvieron vestidos fueron bastante cautelosos, Yuta sugirió no ir volando, ya que podrían encontrarse con hombres de Daios, no era común que los demonios salieran a esas horas de la mañana, pero había que prevenir, además Asmodeo sabía que estaban en el bosque, pues el demonio aquel debió decirle todo, incluso de la transformación de Tae.










***












YoungHo caminaba por las calles en busca de Ten, cuando YoungHo regresó a la casa de Tae después de buscarlos por horas le dijeron que Ten había salido corriendo de ahí para ir donde ese maestro, que según él era el Ángel Raziel ¿En qué diablos estaba pensando? Lo que Ten decía era ilógico, ¿un Ángel de profesor? Era ridículo.

—¿Dónde te metiste? —DoYoung le dijo la calle donde estaba la casa del profesor, así que fue directo a esa zona pero no sabía cuál de todas era la casa.

That boy is a MONSTER »YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora