Capítulo 12

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TaeYong sintió calor al escucharlo decir aquellas palabras. ¿Le estaba pidiendo que tuvieran relaciones? Una parte de él se encendió, quería hacerlo, quería entregarse a Yuta, pero por otra estaba aterrado, pues la manera en la que fue criado le indicaba que no era correcto hacerlo, que se estaba comportando como un pecador.

—TaeYong, somos solo tú y yo, no hay por qué temer estando solos. —Le dijo muy cerca de sus labios, ambos cuerpos rozaban y Tae empezó a excitarse de nuevo.

—Pero... no debo...

—Pero lo quieres tanto como yo —diciendo esto lo alzó poniendo sus piernas alrededor de sus caderas y lo recargó en la pared húmeda.

Tae se estremeció al sentir lo helado de la pared del baño en su espalda, así que se aferró al cuello de Yuta, pero a los pocos segundos sintió cómo este se apoderaba de su hombro, besando, succionando una y otra vez. La playera negra de Yuta se le pegó al cuerpo y su cabello se mojó por completo.


―Yuta....

Yuta llegó nuevamente a su boca, se besaron por varios minutos, los besos eran en un principio lentos, pero al poco tiempo se tornaron salvajes. El íncubo exploraba con su lengua, acariciaba sin pudor alguno mientras TaeYong correspondía torpemente, ya se encargaría de que mejorara con la práctica.

—Me... duele... —susurró Tae con los ojos cerrados.

Su erección había regresado y necesitaba atención. Vaya que estaba excitado por la situación. Yuta logró bajar una mano para atender esa área.

Los sonidos de TaeYong fueron en aumento.

La mano de Yuta proporcionaba movimientos lentos que hicieron nublarle la razón a TaeYong, el pequeño Ángel terminó por dejarse llevar, no tenía las fuerzas suficientes para detenerlo y tampoco lo quería.

—Ah, no... esto es...

Yuta se mordió el labio, ver tan vulnerable a TaeYong le excitaba demasiado. El pequeño humano tenía las mejillas bastante rojas y estaba completamente dispuesto a dejarlo terminar.

Yuta comprendía que después de hacerlo no podría separase de él, y en ese momento no le importó, TaeYong era lo que necesitaba y por primera vez le haría caso a algo más que no fuera su pene.

—Ah...Yuta... —El íncubo sonrió, Tae había sentido su erección en su grande y perfecto trasero.

—Eres muy escandaloso, no queremos que tus papás vuelvan a descubrirnos, ¿verdad,Tae? —TaeYong intentó controlar su respiración al escucharlo decir eso, pero era muy difícil si Yuta no dejaba a su miembro en paz.

—Yuta... yo... por favor —TaeYong se mordió el labio—. ¿Podemos... podemos ir a la cama?

Yuta sonrió ante su pregunta, y por supuesto que accedería, en cualquier parte donde su ángel se sintiera más cómodo. Lo bajó, se besaron por unos segundos y el íncubo aprovechó para abrazarlo, justo después le puso una toalla en la cabeza y comenzó a secarlo.

El corazón de TaeYong se aceleró aún más. Yuta  se veía tan guapo todo mojado, tuvo tiempo de observarlo mejor en el momento que lo secaba. No podía ser pecado entregarse a alguien que te hacía sentir de esa manera, porque comprendía que se estaba enamorando de Yuta, lo quería y deseaba pasar el tiempo a su lado; pero sus padres siempre le inculcaron que debía mantenerse virgen hasta el matrimonio, y siempre lo creyó así, incluso llegó a defender sus pensamientos, pero ahora... no podía ser castigado por amar, no lo consideraba justo.

That boy is a MONSTER »YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora