Capítulo 27

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Daios movió la cabeza de Yuta con su pie para observar mejor su rostro, estaba claramente inconsciente. Sonrió, al fin podía deshacerse de ese estúpido íncubo.

Dio media vuelta y se alejó del cuerpo de Yuta, pronto mandaría a alguien para que lo sacaran de ahí, no quería tenerlo en su territorio.

Pasó por la puerta de la habitación de TaeYong, estuvo tentado a tocar, pero prefirió dejarlo en paz por el momento, verlo llorar con anterioridad fue suficiente, no estaba de humor para soportar a niños llorones.

Pronto estuvo en la comodidad de su trono, Daios parecía un demonio sumamente malvado una vez que ocupaba la enorme silla, fácilmente podía gobernar todo el pueblo a su antojo y nadie escaparía de su mano.

—Ustedes dos, saquen a ese íncubo de mi territorio —ordenó a los demonios.

—¿A dónde lo llevamos? —Asmodeo sonrió, TaeYong no volvería a verlo, pensaba que estaba muerto, y Yuta no lo recordaría aunque se lo encontrara. Pero de igual forma no quería correr riesgos.

—Abandónenlo en la ciudad, asegúrense de que no recuerda nada —los dos demonios asintieron y salieron en busca de Yuta.

Pronto trasladaron su cuerpo inconsciente en una camioneta para hacer un viaje hacia la ciudad que quedaba a algunas horas de camino. Abandonarían a Yuta a su suerte para que no se le ocurriera regresar otra vez al pueblo.








***









TaeYong despertó, se había quedado dormido después de haber llorado tanto. Todavía no podía creer que Yuta se hubiera aprovechado de él, "Yuta no es así, Yuta no es así", repetía una y otra vez en su mente, TaeYong en el fondo sabía que no era malo, él le habló de amor, le dijo que lo quería, entonces ¿Por qué no le habló de SooYoung?

Recordó la noche que pasaron en el bosque, después de curarse, Yuta siguió amándolo, repitiéndole lo importante que era en su vida; tal vez no mintió, pero jamás le dijo lo que pasó con Soo, Yuta asesinó a muchas mujeres según Asmodeo, y nunca tuvo la confianza para decírselo.

—Saber que mataste a todas esas mujeres me duele mucho, pero me duele más el hecho de pensar que puedes estar muerto —Tae ahogó un sollozo, no quería llorar otra vez—. Yuta, amarte me duele tanto.

Se sobresaltó al escuchar que tocaban la puerta. No quería ver a nadie, pero la persona del otro lado no esperó una invitación. Daios apareció con un semblante bastante animado, después de todo las cosas le estaban saliendo de maravilla.

—La cena está lista.

—No tengo hambre, gracias —respondió cortante. Asmodeo forzó una sonrisa.

—Vine expresamente a invitarte, no puedes rechazar la invitación de tu querido Padre. —Tae no respondió, en cambió ignoró sus palabras—. Acompáñame.

—No quiero.

—¡Bien! Puedes seguir llorando a Nakamoto Yuta, yo mismo vi su cuerpo quemado, era él, está muerto. ¡Llóralo aquí mientras te mueres de hambre!

Daios azotó la puerta y TaeYong comenzó a llorar de nuevo.

Estaba sufriendo demasiado. Yuta muerto, su Yuta. Le costaba respirar, las palabras duras de Asmodeo taladraron su cerebro con dolor. Con Yuta muerto todas sus ilusiones y deseos muriendo con él. Prefería morir a vivir una vida sin su Íncubo.

—No sé si fui importante para ti, pero tú para mí lo eres todo. Si no estás en esta vida nos encontraremos en el infierno pronto, mi amor.






That boy is a MONSTER »YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora