Capítulo 1: " 𝘌𝘭 𝘣𝘢𝘳 "

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Sabado, 12 de enero de 1984

Sentada y con las piernas cruzadas bajo la suave alfombra que adornaba la sala de mi casa, me seriamente concentraba intentando encontrar un canal que no estuviera pasando las monótonas noticias o las dramáticas novelas que suelen ser las que más abundan a estas horas. La noche ya había caído en todo su esplendor, y lastimosamente eso era lo único que podía hacer a estas horas, aún así, me frustraba no poder encontrar otro canal que pasara música buena. El único que valía la pena era MTV, pero lastimosamente la señal era una mierda y ni siquiera se veía de manera decente.

Cuándo me disponía a bajar a la cocina por un vaso de leche, una llamada entró al polvoriento teléfono de la casa, el cual estaba adherido a la pared, haciendo que mi cara tomara un gesto de fastidio. Me levanté con disgusto del suelo y fui directo a contestar el teléfono.

─¿Quién es? ─contesté con un tono malhumorado.

Nadie suele llamarme por teléfono, es más, nadie suele llamar a este teléfono. Es por esto que una llamada a las 9:00 pm se sale de las cosas normales que suelen pasar en mi rutina nocturna.

―¡Es Grace, un poco más de emoción, querida!

Grace ha sido mi mejor amiga desde que eramos pequeñas, no habíamos perdido el contacto, pero aún así me parecía raro que me llamara por teléfono un sábado por la noche.

―¡Grace! ─le respondí con entusiasmo al reconocer su voz.

─¿Te llamo para saber si irás?─preguntó con anhelo de saber que diría ─Estoy usando el teléfono de la casa de Hann, por cierto, ella esta aquí también.

Hann no era la mejor amiga que pudieras tener, sin embargo, me hacía reír mucho y daba muy consejos. Pero lo más importante, era que era del tipo de persona que nunca de abandonaría, por nada del mundo, y es por eso que seguía hablando conmigo.

─Mándale mis saludos─dije riendo.

─¡Hann, Selene está en la línea!─alejó el teléfono y gritó.

─¡Saludala de mi parte! ─escuché a Hann decir desde lejos, lo que me provocó unas carcajadas.

Por más que mi forma de ser y la de mis otros amigos cambiaron luego de ese día, Hann y Grace nunca lo hicieron. Su actitud conmigo seguía siendo como la primera vez que hablamos. Eran graciosas, tontas y alegres, al igual que el primer día que las conocí. Aún conservo esos recuerdos de cuando venían a mi casa a estudiar, mi día podía ser una mierda, pero estando junto a ellas, cualquier actividad, por más aburrida que fuese, mejoraba al instante.

─¡Te quiero Hann! ─dije riendo ─Sí iré, solo díganme la hora exacta.

─Pasaremos por ti a las 10:00 pm ─respondió Hann con un tono de voz alegró─. Y esta vez quiero ver una sonrisa en ese rostro ─agregó Grace. Por su tono, sabía que estaba realmente emocionada por esta salida, y yo no quería hacerla sentir mal.

─¿10:00 pm? ─pregunté algo desilusionada.

─A esa hora abre el lugar a donde iremos.

No decidí darle más cuerda a la conversación, sabía de todos modos que no llegaría a ningún lugar discutiendo con Grace. Ella suele ser una persona muy firme, era muy difícil cambiar su opinión y mucho menos por teléfono.

─Está bien ─farfullé contenta─. Nos vemos a las 10:00.

Les había prometido hace unos meses que volveríamos a salir como lo hacíamos antes. Este año era nuestro año de graduación, y querían que yo me divirtiera otra vez, aunque fuera tan solo por un día. Mi palabra estaba de por medio, y no iba a retractarme, solo iba a ser una noche.

→ BLUE NIGHT; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora