Prólogo

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Dicen que la venganza es mejor si se sirve dulce, sin embargo, para nosotros era mejor que se sirviera con armas de por medio.

Nunca me imaginé estar en la posición de un asesino, pero el odio y el rencor pueden más que todo resto de moral que en mi pudo haber quedado después de ese 14 de Febrero del año 1983.

¿Pero quién puede culparme por volverme fría e insensible? Nadie vino del cielo a protegerme cuando más lo necesitaba y estoy segura que nadie hará nada para vengarlo.

Después de todo, todos tienen que pagar por sus pecados cometidos en la vida terrenal, solo que seré yo la que los haga pagar.

¿Podrías terminar con nuestra noche azul? ¿Podrías terminar con esta madrugada tan triste?

→ BLUE NIGHT; kthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora