The Other Side { EXO & NCT }

Capítulo 6.

Después de aquellas clases teóricas vinieron las prácticas. Y eso para Baekhyun fue muchísimo más complicado que estar encerrado en un aula con muchos Byakkos a su alrededor. No porque le fuera difícil o algo de eso, sino porque su instinto salía a flote y él no tenía permitido tocar a nadie si no quería que le cortaran el cuello o le expulsaran de aquel reino.

Pero ya no solo eso. Los chicos que salían a entrenar se quedaban riéndose de él. Baekhyun no tenía otro remedio que sentarse en el suelo con las piernas cruzadas junto a la pista de entrenamiento mientras todos luchaban con muñecos de paja. Ni siquiera peleaban entre ellos, ¿cómo iban a aprender a esquivar los ataques y aprovechar los movimientos de su enemigo para contraatacar?

—Eh, Burakkutora. —alguien habló a su espalda. Justo cuando Baekhyun iba a girarse, un par de litros de agua chocaron en su rostro.— ¿Una duchita? —se burló uno de los chicos que iban a clase con él.

Baekhyun gruñó con todas sus fuerzas y usó su poder del viento para lanzar por los aires al alumno que le había mojado y que cayó a unos veinte metros más lejos. Todos los demás se quedaron en silencio. Todos menos la profesora, que apareció por allí gritando al ver a uno de sus alumnos en el suelo y quejándose del dolor.

—¡Tú! ¡Burakkutora! —le señaló con un dedo, acercándose a él.— ¡Has atacado a uno de mis alumnos!

Baekhyun se levantó del suelo solo para encarar a la profesora. Se puso en una posición amenazante, con los pelos de la cola erizados y las orejas echadas hacia el frente.

—Bueno, tal vez si les enseñaréis a contraatacar como es debido, tu alumno hubiera esquivado fácilmente ese ataque tan simple.

—¡Son niños! —rebatió ella.

—¡Tengo su misma edad!

—Tú no eres igual que ellos. —dijo la mujer, apretando sus puños a los lados de su cuerpo.— Solo eres el lobo que está en el rebaño de las ovejas. Aun no entiendo cómo nuestro rey te ha dejado quedarte en este lado, pero entiende una cosa, tú nunca vas a ser aceptado en ningún reino. Mataste a tu rey, eso significa que no eres de fiar. —apretó los dientes y alzó una mano hacia él.— ¡Vete de aquí y deja a mis alumnos en paz!

Baekhyun se vio envuelto por vitoreos, insultos y gritos. Su cuerpo estaba en tensión pero no podía hacer nada. No le quedaba más remedio así que salió corriendo de allí, no huyendo, simplemente corrió porque le desagradaba que le trataran de esa forma. Fue al único sitio que le gustaba de ese reino, y ese era sin duda aquel lago rodeado de árboles.

Ya casi no recordaba dónde se encontraba ese lugar, incluso le costó un poco llegar al dar un rodeo por la zona sin saber bien por dónde ir. Pero finalmente llegó y lo primero que hizo fue escalar uno de los árboles más anchos para sentarse en una gruesa rama y quedarse mirando cómo la luz del Sol se reflejaba en el agua.

Se quitó la camiseta tan solo para poder hacer aparecer a sus alas y extenderlas con total comodidad. El agua le llamaba en ese momento como queriendo atraerle, y él no se negó. Se colocó de pie en aquella rama, agitando sus alas para mantener el equilibrio, y saltó hacia el cielo, guardando sus alas en el aire y dejándose caer de cabeza al agua fría.

Debajo del agua todo estaba oscuro, tan solo eran iluminadas algunas zonas por el Sol. No quería salir a la superficie, se estaba muy bien allí abajo. Pero una luz blanca empezó a brillar cerca de donde estaba la orilla, la piel de Baekhyun se erizó y un temblor recorrió toda su espalda, desde el cuello hasta el final de su columna.

Nadó rápidamente hacia la superficie para tomar aire y descubrir de qué se trataba. No le dio casi tiempo a reaccionar cuando una bola de fuego pasó rozando su cabeza. Olió a pelo quemado, lo que demostraba que, efectivamente, lo había esquivado por muy poco.