The Other Side { EXO & NCT }

Capítulo 12.

El tiempo pasó a gran velocidad después de eso. Baekhyun casi no le da tiempo ni a parpadear cuando los altos cargos llegaron a la casa donde vivía con Chanyeol y le arrastraron para empezar a enseñarle lo básico de ser un rey. Para Baekhyun todo eso eran tonterías, si al menos le enseñaran cosas que sirvieran para pelear en vez de modales sería mucho más útil. Pero no, el chico ahora tenía que aprender a llevar la espalda recta, a encuadrar los hombros, y a escuchar pacientemente a todos los Byakkos aunque lo que le estuvieran contando no le importara una mierda.

Después de recibir una rápida clase de aquello, los altos cargos le dieron las llaves de su nueva casa. Baekhyun alzó una ceja. No pensaba mudarse a otra casa. Pero al parecer eso a los Byakkos de alto nivel le importaba poco. Le arrastraron a su nueva vivienda, que era enorme para solo una persona, y le dieron obsequios como ropa de su talla o comida. Lo de la comida le pareció una estupidez hasta que le explicaron que un rey siempre tiene que mantenerse en forma y, por lo tanto, tiene que comer más veces que el resto del reino.

Antes de marcharse, le comunicaron que el funeral de Suho sería en un par de horas y que después anunciarían que él era el rey.

Baekhyun quiso huir lejos de allí. Y así lo hizo.

Salió corriendo de una casa fría y vacía, dejando a un lado su ropa nueva. La ropa de Chanyeol le quedaba grande, pero ya se había acostumbrado a llevarla después de tanto tiempo y se sentiría raro sin ella. Corrió y corrió, ignorando a la gente que le miraba por la calle.

Llegó a su tan esperado lugar. Aquel lago en el que siempre terminaba. Sabía que Chanyeol y Jongin no estarían en la casa del árbol porque se habían pasado el día llorando por la muerte de Suho y habían caído dormidos, abrazados el uno al otro, justo antes de que vinieran a por Baekhyun. Pero aun así no quiso estar en esa casita y la pasó de largo.

Avanzó entre los frondosos árboles, jadeando por la gran carrera que había dado, y llegó hasta la orilla del lago. Una vez allí no supo qué hacer, y tras pasarse largos minutos mirando su propio reflejo en el agua, movió un pie y lo colocó encima. Congeló al instante el agua debajo de él, luego puso otro pie y la congeló también, y así fue avanzando por encima del gran lago.

Alzó las manos, provocando que todo vibrara a su alrededor. Los árboles se empezaron a agitar con brusquedad y la tierra empezó a agrietarse. Baekhyun levantó un poco más sus manos señalando a una zona al otro lado del lado, justo frente a él. Se formó una pequeña montaña llena de rocas, pero eso no era suficiente para él. Abriendo su mano, se formó un agujero en aquella montaña, creando una cueva.

Baekhyun se quedó mirando aquello y no le pareció suficiente.

Apretando los dientes empezó a elevar la tierra, a hundirla en ciertas zonas, creó pequeñas cascadas, juntó los árboles y otros los separó. Ocultó aquella cueva entre plantas colgantes, cambió gran parte del aspecto de ese lugar. Sus piernas empezaron a flojear, había usado demasiada energía y ahora estaba exhausto. El hielo bajo él seguía intacto, pero dudaba de que pudiera volver a la orilla sin mojarse.

—¿Jugando a ser un dios? —escuchó una voz a unos metros de él. Baekhyun se giró rápidamente para ver a Sehun sentado sobre una gran roca que había traído cerca de una parte de la orilla. Tenía una actitud despreocupada, con una mano metida en el bolsillo de su pantalón y el pelo algo revuelto, quizás a causa del viento.— ¿No te gustaba la distribución o solo es que te aburres mucho?

—Déjame en paz. —gruñó Baekhyun.

—Oh, perdone, majestad. —dijo con clara ironía.— Pensé que estaría usted en el funeral de Suho.

—¿Y tú? ¿No vas?

—He ido. El funeral ya ha terminado.

Baekhyun se preguntó cuánto tiempo llevaba allí, en el lago.