CAPÍTULO 6. Wolfina y el Miraculous del Dragón: La derrota de Mr. Deshonra.

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        Después de una noche corta, los chicos se preparan para iniciar un nuevo día; y como ya era de esperarse, Gabriel, el padre de Adrien, junto con su socia Natalie, empezaron a trabajar en descubrir el origen de esta nueva héroe, de la cual no conocía aun su nombre. Pero en la casa de Marinette, las cosas parecían estar bien; ella se encontraba en su habitación escribiendo en su diario, mientras que sus padres trabajaban abajo en el negocio. Ese día en particular, había sido bastante estresante, ya que parecía que había más clientela de lo normal; entre todas esas personas, había una que a diferencia de todas, miraba expectantemente el trabajo del sr. Dupain en la pastelería, era la madre de Lila, y ambas permanecían en el lugar buscando algo para comprar, lo que hizo que le Sra. Cheg se interesara en eso.

- Buenos días señoritas, ¿se les ofrece algo? – le pregunta la Sra. Cheg atendiéndolas.

- Mm no lo sé, la verdad no veo nada que me apetezca – le dice Lila no muy entusiasmada a ella y a su madre.

- Bueno, quizás se les antoje uno de nuestros pasteles fríos, tenemos los sabores de su preferencia. – le indica la Sra. Cheg con una sonrisa.

- No gracias, no debo romper con la dieta de mi hija, no le agrada nada subir de peso – le informa la madre a la Sra. Cheng.

- Ooh, está bien. Y... que le parece escoger algo de nuestra sección integral, hay mucha variedad de cosas que podría escoger hay.

- No lo sé, no me parece necesario; además, no veo nada hay que pueda gustarme. – responde Lila con desagrado.

- Hola mi amor, ¿todo está bien por aquí? – pregunta el Sr. Dupain saliendo de la cosina.

- Si querido, solo trato de ayudar a estas chicas a encontrar algo que le pueda gustar. – le dice la Sra. Cheg a su esposo.

- Muy bien, y ¿qué es lo que están buscando? – le pregunta el Sr. Dupain a las señoritas.

- Pues, busco algo dulce, y que no sea muy pesado, pero que no me permita salir de mis reglamentos alimenticios. – le responde la joven de una forma refinada.

- Bueno, hay mucho para escoger, puede optar por uno de los famosos dulces, o puede ser una porción de pastel o de galletas, o incluso por alguno de los postres caseros... - les indica el Sr. Dupain con respeto y amabilidad.

- Me parece que hay mucha variedad, no tendría ningún problema si usted nos sorprende con lo mejor de la tienda. – le indica la madre al Sr. Dupain.

        El Sr. Dupain no tuvo ningún problema con lo que esta chica le había propuesto, sentía que había llegado la oportunidad de demostrar que podía ser capaz, y preparando ciertas cosas con lo mejor de sus obras, realizo algunas de todas estas variedades que vendía en la tienda con mucho esfuerzo y dedicación. Mientras tanto, arriba en la habitación de Marinette, ella desayunaba con Tikky, recordando alguna de las cosas que ella había logrado estando juntas.

- ¿Qué pasa Marinette? ¿Por qué me miras así? – le pregunta Tikki a Marinette después de tomar una cucharada de cereal.

- No es nada, es que me concentre en la vez que tú apareciste en mi vida, la primera vez que te vi.- le dice Marinette con una sonrisa amorosa.

- Si, te sorprendiste mucho, espero que ya hayas entendido el porqué de que eso haya sucedido. – le dice Tikki alegremente a Marinette.

- Si, aunque me cuesta créelo todavía, enserio no pienso que soy una persona tan virtuosa como ustedes me dicen.

Wolfina y el Miraculous del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora