Wolfina y el Miraculous del Dragón

CAPÍTULO 11. Wolfina y el Miraculous del Dragón. La fiesta familiar.

        Pasaron algunos días, y las cosas parecían estar en orden en casa de los Agrestes, aun Theisy no le había dicho nada a Adrien con respecto al tema, pero Adrien no era tonto, y sabía que algo extraño pasaba con Theisy, pues había tenido un cambio drástico luego de esa noche en la que los dos habían hablado.

        Pero llego una época muy interesante en el colegio Françoise Dupont, ya que el día de la familia se estaba acercando, celebración que consistía en llevar a los padres de cada uno al colegio para disfrutar de una agradable fiesta en armonía con los más allegados del hogar. Todos estaban al tanto de esto, pues no querían perder ningún tipo de información acerca de esta fiesta; un grupo de chicos y chicas estaban seleccionados para organizar este trabajo y de esta forma, informar de manera más intuitiva, al resto de los estudiantes de las responsabilidades que cada uno tendrá para colaborar con esto. Entre esas personas fueron seleccionadas Marinette y Alya.

       En el salón de clases de los chicos, todos aportaban ideas diferentes para que cada cosa se llevara a cabo de forma ordenada, además contando con el gusto de cada quien, Marinette y Alya estaban atentas a lo que todos tenía que decir, pues todos tenían ideas bastante interesantes; la maestra Caline bustier intervino en toda la conversa que todo el salón estaba manifestando, a causa de las chicas que dieron las indicaciones que la mayoría esperaba, pero había alguien que no se notaba muy entusiasmada con esto que sucedía.

- ¡Es una de mis fiestas favoritas! Espero que realicen la competencia del año pasado, mi padre y yo deseamos ganarla este año – le indica Rosita a todos sus compañeros y amigos.

- Estoy de acuerdo, mi hermano y yo nos encanta participar - recalca Juleka mientras seguían todos conversando.

- ¿Cuáles son los planes que tienen para este año? – le pregunta Adrien a Marinette.

- Bueno, hay muchas opciones, y escuchándolos a ustedes aún más. – responde Marinette amablemente y con sinceridad – queremos que esta celebración sea tan fabulosa como las demás, trabajaremos duro para que así sea...

- Muy bien clase, vamos a organizar nuestras ideas, está claro que todos desean algo diferente, pero siempre podremos unir todo esto en un solo plan para llevarlo a cabo. Empecemos por aquí... - hablaba la maestra Caline.

        Mientras que la profesora pasaba por cada uno de los asientos, preguntando a todos de los planes que se podían ejecutar, Zaruy permanecía sentada sin expresar interés alguno, parecía que estaba dormida, pues se encontraba con los brazos cruzados sobre la mesa y el rostro entre ellos, a pesar de esa expresión, ella escuchaba todo lo que en el salón se hablaba, no podía evitarlo. Nathaniel, que estaba junto a ella, nota el gran desinterés que Zaruy había presentado, y dándole unos pequeños empujones, trata de despertarla.

- Zaruy, despierta, la maestra se acerca a preguntarte... - le dice Nathaniel a Zaruy.

- Si lo sé, tranquilo, estoy despierta – le responde Zaruy con amabilidad y colocándose en una postura diferente.

- ¿Te sientes bien? Parece que no te entusiasma lo de la fiesta, ¿de dónde vienes no celebran algo como esto? – le pregunta Nathaniel.

- No, no es eso, la verdad es que... si, no estoy tan emocionada como ustedes.

- ¿Por qué no? ¿Te pasa algo? Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea.

- Gracias Nath, pero no te preocupes, estoy bien.

        Zaruy se sentía un poco triste, pues toda esta situación le hacía recordar mucho a sus padres y de cuando celebraba este tipo de fiestas con su familia en China; se le hacía muy difícil aceptar que sería la primera celebración familiar en la que ella no estaría con ellos, lo cual, la ponía de mal humor; prefería por diversas razones no contarle a nadie de su situación, y para no entrar en conversación con nadie por el hacho actual en la que se encontraba, prefería alejarse de los demás.