uno

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La Valeria estaba súper tranquila en su sala, 07 de marzo y segundo día de clases, hacia mucha calor así que le dio paja salir a dar vueltas y decidió quedarse escuchando música, aparte también le servía para cuidar las mochilas.

Hueones angustiaos' que habían en su liceo, robaban hasta los frugelé por la cresta.

De un momento a otro la Paulina con la Rocio entraron en la sala.

-Hueona, el Alex no vino a clases y anda el Gabriel solito dando vueltas ¡vamos a verlo! -gritó la Rocio a todo pulmón hasta llegar al final de la sala donde yo estaba sentada-.

-Yapo Vale vamos, demás se va a juntar con los del Matemático y ahí llega el Fabián ¡por fa, vamos! -suplicó la Pauli, ansiosa de ver a su ap-.

¿Y quien no? No los vimos en todo el verano, y yo estaba igual de ansiosa de ver al Alex, porque si, él es mi wachito de cuarto, lastima que no vieniera mi bebecito po.

Bueno, mío, mío... no es porque ni sabe que existo, pero en mi universo paralelo el y yo ya estábamos casados y con cinco hijos y tres perritos.

Sipo porque, ¿Que es una familia feliz sin perritos?
O sea yo encuentro que deberían plantearse de nuevo el término feliz.

Acepte salir de la sala, gran error po'.

¡SI HABÍA VENIDO!

¿Que como lo supe? Me fui a amarrar los cordones del zapato en un banquito al lado del baño de los hombres que está frente a mi sala y al darme la vuelta le tire el yogurt en la camisa y el pantalón.

—¡Limpiaselo con la lengua hueona! -me grito las Roció-.

La personalidad a mi siempre me había sobrado, pero el en estos momentos me miraba con cara de pocos amigos, teníamos a todo el liceo de público y yo estaba roja como tomate y pa' más remate en cuclillas tratando de limpiar el yogurt de su entre pierna.

Una sola palabra miles de expresiones y sentimientos a la misma vez.

CRESTA

WACHITO DE CUARTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora