WACHITO DE CUARTO

veinte

VALERIA

Mis papitas habían quedado tiradas en el suelo, en el momento que el Mateo se lanzó contra el Alex, la bolsita de género con los almuerzos de ambos, voló por los aires hasta impactarse contra el suelo, con la misma violencia que los dos animales que decían sentir algo por mi se golpeaban entre sí.

Estaba en shock, el Alex fue llevado en ambulancia a la clínica.

El Mateo también.

Tenía pena, y unas perras ganas de llorar hasta por lo que no se debía llorar.

Mal momento para acordarme que cuando chica tuve un perrito que duró media hora conmigo y después se escapó.

Media hora.

La media hora más linda de mi vida.

Pero ahora, sobre todas las cosas; estaba enojada.

Estaba furiosa.

—¿Estás bien? -un Fabián alarmado llegó corriendo donde yo me encontraba sentada, junto a un Gabriel y un Tomás que me miraban molestos-.

¿Qué huea? Ni que yo les hubiese pedido que se agarraran a combos.

—Ambos están en la clínica, el Alex tiene la nariz desviada por los combos del Mateo; y el Mateo tiene unas costillas rotas por las patadas del Alex -solloce-.

—¿Cómo cresta le pegó patadas? -preguntó-.

—Ni yo se -respondí mientras que él Tomas negaba con su cabeza en silencio- ¿Cual es su problema? -los mire directamente y ellos abrieron los ojos asustados- Yo no les pedí que se agarraran a combos, ambos se provocaron así que no se porque cresta me miran tan raro como si yo fuese la responsable de la pelea de esos dos -comencé a descargarme- Ademas, los dos sacohueas ya tienen 18, son legalmente responsables de sus actos.

El Tomás y el Gabriel me miraban sin decir absolutamente nada y eso ya me estaba estresando nuevamente.

—No se trata de eso, si sabemos que tú no eres la responsable -el Tomás comenzó a explicar- Nosotros estamos molestos por otra huea, pero que también tiene que ver contigo.

¿Qué tenía que ver conmigo?

—Fue súper irresponsable lo que hizo el Alex, sobre todo fue egoísta con lo que sufre el Mateo; sabemos que su intención era hablar contigo pero el sabía lo que iba a pasar si lo provocaba -el Gabriel se acercó y me pasó una botella de cachantun para que me calmara un poquito más- Pero lo más irresponsable fue ponerse a pelear a golpes frente tuyo, te expusieron demasiado, estabas sola ahí; no estaba ninguno de nosotros ¿cachai?

—El Alex toda la vida ha sido egoista ¿Que esperaban? -murmuré amurrada-.

Los papás del Alex llegaron a los minutos después, preocupados al ver el estado de su hijo y era comprensible, pero me alarmé en el momento que comenzaron a hablar con los chiquillos y hablaron sobre interponer una denuncia contra el Mateo.

—Ese niñito es un salvaje, ¿Vieron al Alexito? Tiene toda su carita inflamada, el doctor nos acaba de decir que debe permanecer acá tres dias y mínimo mes y medio de recuperación en casa -hablo la mamá del Alex afligida mientras miraba a su esposo, típica apoderada del colegio, cuica abc1 y con los pies en otro planeta, pero yo no tenía problemas en hacerla aterrizar de una en el nuestro- ¿Que vas a hacer gordo? Hay que llamar a alguien para levantar una denuncia o algo, presentarla en el colegio o que se yo, ese otro niñito no puede volver a acercarse al Alexito.

—Esperemos que el Alex despierte, hablar con él y ahí ver qué hacer ¿Te parece? -el papá del Alex abrazo a su esposa, se notaba que él era el más cuerdo-.

—No, yo digo que debes llamar a ese conocido tuyo, hay que denunciarlo altiro ¿Qué vas a esperar? -insistía ella- Te imaginas ese vándalo viene de nuevo a terminar de hacerle daño a mi hijo, ¿Lo piensas llamar tú o debo de hacerlo yo?

—Tia, ¿Por que mejor no nos calmamos? ¿Le traigo un cafecito o algo? El tío tiene razón, hay que esperar que el Alex despierte -el Tomás hablo para tratar de calmarla, y tranquilizarme a mi también-.

—No va a ser necesario que levante ninguna denuncia señora -hable y recién ellos enfocaron su vista en mi-.

—¿Y tu quien eres, amor? -preguntó amablemente por lo cual yo también suavice mi tono-.

—Yo soy el motivo por el cual su hijo está en esa habitación, y por el cual mi pololo está en la de al lado -ella me miro espantada y su marido se acercó hasta a mi- Pero a pesar de eso, y de que efectivamente el Mateo le haya pegado al Alex, Mateo sufre de crisis de ira, tiene un mal manejo de esta; su hijo lo sabía, y es por eso que aún así fue a provocarlo. Lo siento, pero es injusto que denuncie a Mateo, ambos son responsables en partes iguales.

El papá del Alex me examino durante unos segundos y finalmente hablo.

—¿Y el otro chico es tu pololo? -preguntó y yo asentí- Pues aún así, golpeó a mi hijo y lo dejó mal herido, sea como sea la situación, debes entender que debo tomar cartas en el asunto -explico-.

—El Alex sabía de los problemas de control de ira del Mateo y aun así fue a provocarlo -el Gabriel confesó y el Tomás lo miro molesto-.

—Aún así, es nuestro hijo y nosotros debemos seguir protegiéndolo a él.

—Señora, ¿Se escucha? O sea que independiente de lo que su hijo haga usted y su esposo siempre lo van a salvar. Mateo también está herido, y además con su condición, puede traerle secuelas y un retroceso muy grande, puede incluso tratar de suicidarse ¿Sabía? Y ustedes y su hijito deberán llevarlo en su conciencia por el resto de la vida -estaba muy enojada, entendía que fuese su hijo, pero no por eso él podía ser así de inconsciente con el dolor ajeno-.

—Repito, esperamos a que Alex despierte y tomamos una decisión recién ahí.

—Lo siento, pero a ese niñito lo denunciare como sea.

¿Por que el amor de madre les nubla tanto el juicio en algunos casos?

—¡Señora, su hijo también tiene responsabilidad! -estaba demasiado harta-.

Salió una enfermera de la habitación donde estaba el Alex.

—El joven ya despertó y el doctor ya autorizó visitas -sonrió y se alejó de la puerta-.

Antes que todos, entre y mi grito se debió sentir por toda la clinica.

—¡Mira, hueón dile a tus papás que sabias de los problemas del Mateo y con intención lo provocaste -el Alex me miraba y sonreía con burla- ¡Altiro Alex!

—Que lindo que es despertar y verte de una -hablo sin quitar su vista de mi y esa sonrisita culia de su cara-.

¡El muy conchesumadre!

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cresta, saco las garras la Valeria.

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