diecinueve

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MATEO

Estaba cagado de hambre esperando el almuerzo de la Valeria.

Con mi almuerzo en la mano, pero cagado de hambre.

Ella también debe estar cagada de hambre esperándome en el liceo, entonces no me atrevía a sacar de mi almuerzo por más cagado de hambre que estuviese.

Cerca del liceo, a una cuadra más o menos hay un local donde varios alumnos compran el almuerzo, ya que igual en el liceo éramos muchos y la comida de la junaeb se la peleaban. Además según había oído, parece que este año eran más hueones que los años anteriores.

Ahora me encontraba esperando las ansiadas papitas fritas que la Valeria quería comer hoy, almuerzo nada nutritivo pero había aceptado comer también un quiché de espinaca así que me encontraba feliz en mi papel de pololo preocupado.

—Joven le faltan 5 minutos a las papas ¿Esta bien o anda muy apurado? -uno de los hijos de la dueña me pregunto; el negocio era familiar y uno podía verlos a todos trabajando-.

—No se preocupe, si tengo tiempo -le sonreí y el me hizo un gesto de "gracias" y continué la espera-.

Mi celular vibro en mi bolsillo, y lo saque rápidamente, porque no era cualquier notificación, solo una persona la tenía.



my love🥵

¿falta mucho?
el bebé tiene hambre😿
12:59

¿qué bebé?
12:59

yo po😩
13:01

lesita noma
😂😂😂
faltan sólo sus papás
13:02

mmmmm que rico
13:02

¿qué?
¿yo o las papas?
13:02

acá te digo🥵
13:04

como me dejas así
😩😩😩
13:04


Efectivamente en cinco minutos las papas estaban ya listas y parti altiro hacía el liceo.




[...]




Después de que me huebearan en portería para que mostrara mi pase de salida, revisarán lo que llevaba y me hiciera firmar el libro de ingresos por fin pude entrar.


¿donde estas?
13:15

Le escribí apenas pase el umbral de la entrada, pero las dos palomitas me dejaron en claro que talvez no tenía el teléfono en la mano.

Busque en el baño por si había bajado, pero na', tampoco estaba en las banquitas del segundo piso y solo quedaba un lugar pa' buscarla, la cancha; porque a esta hora pasaba muy vacía con todos comiendo y eso le gustaba para almorzar tranqui, aunque según ella era el medio pique y se me hacía raro que estuviese ahí.

—¿A donde vas Mateito? -me interrumpió una de las minas que he visto en fotos en el perfil de la Valeria en Instagram-.

—A la cancha ¿Has visto a la Valeria -peque de hueón al preguntárselo- Tengo su almuerzo y no me contesta.

—Hace rato la vi con el Alex por ahí, parece que cruzaron pal' otro lado -se sonrió con burla- Oye ¿Y eso a ti no te molesta? -miro sus uñas y fingió un tono de voz amable- Eris como súper comprensible en eso, yo no podría dejar a mi mino con la mina que siempre ha estado enamorado.

WACHITO DE CUARTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora