trece

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para la karin, que aguanta mis charlas existenciales a las 3 am y siempre está para mi hasta en mis peores momentos, amiga sos grosa, te mereces el mundo y más y yo solo puedo dedicarte un capítulo, gracias por tanto y perdón por tan poco mi bebe💗.

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Las cosas iban relativamente bien, cuarto medio es estresante y la verdad no encontraba lo hora de irme de esta huea, nos tenían llenos de trabajos, disertaciones, exposiciones y demás.

Más encima eran lo suficiente caras de raja para ir a pedirnos que le fuésemos a dar una charla a los más chicos para los electivos, obvio los mandamos a la cresta.

A la vez que quería salir pensaba que no vería a la Rocio ni a la Paulina todos los días y me daba una pena tremenda, a pesar de que estábamos en nuestros electivos ahora a última hora a todos nos dio con buscar carreras en otras áreas, las chiquillas estaban viendo universidades en otras regiones y así, estábamos hasta el pico, literalmente.

Las cosas con el Alex iban igual que siempre, pidió perdón una vez, y siguió con su vida. Se enojo por la publicación y desde esa conversación en Instagram donde no me dejo terminar de hablarme, no estaba ni ahí conmigo. Y eso incluía que se pelara con todo lo que caminara.

Estuvo como una semana con una tal Melissa, la mina era súper buena onda, además no me podía caer mal, él y yo jamás fuimos nada, no hablamos más de una vez en persona y además, estamos en pleno siglo veintiuno como para que insulte a mi género por algo na' que ver.

Hay que cuidarnos entre nosotras mismas chiquillas.

Después de ella, estuvo con otra mina que no me se ni el nombre pero va en el matemático, después con una compañera de él y así, casi anda con una diferente por día.

Yo estaba conociendo a alguien, después de todo estaba ilusionada con el Alex desde primero, nunca había estado con nadie y debía cerrar el ciclo.

A fin de cuentas el Alex siempre iba a ser mi amor platónico.

Hace un mes llegó un chiquillo nuevo a mi curso, y como yo era la única antisocial la profe jefe lo sentó conmigo. El primer día nos miramos y no dijimos nada, el segundo día cuando llegó atrasado me saludo y comenzamos a hablar, combinamos caleta.

Estábamos en matemáticas y me quería pegar un tiro, yo era humanista por la cresta que era esto de
4x2+12x+9=0 x2-3x+2=0.

Me quería matar.

El Mateo venía llegando tarde, como siempre. Le entrego el pase al profe para que lo marcara presente en la lista y se vino a sentar conmigo.

—Hola preciosa -me saludo con un beso en la mejilla mientras se sacaba la mochila para dejarla encima de la mesa-.

—De nuevo té quedaste viendo netflix hasta tarde -lo rete-.

—Si -intentó colocarme una carita inocente- Tienes mal el ejercicio de catorce -volvió a mirar todos mis ejercicios de la guía- Bueno, los tienes malos todos en vola.

—No me gustan esas hueas, no las entiendo nunca por la mierda -hable chorea' mientras tiraba el portaminas en la mesa-.

—Es fácil, pero a ti se te olvida multiplicar los numeritos dentro de la raíz cuadrada.

El Mateo tomó el portaminas y de su propio estuche sacó su goma y borró todos los ejercicios, y los comenzó a hacer el.

—¿Ya y que va aquí? -me pregunto-.

WACHITO DE CUARTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora