Llevo días observando a Sarah, y su comportamiento no es normal. Tras lo que ha pasado entre nosotros, parece que para ella todo sigue igual. A ver, no esperaba que me propusiera matrimonio, pero tampoco que no hubiera significado nada. Hablamos, sí que lo hacemos, pero obviando el hecho de que hicimos el amor. Cuando yo lo menciono, habla con normalidad, como algo que pasó y punto. ¡Necesito entender a las mujeres!
Gina se está retrasando un poco, espero no tarde mucho en venir. Quiero que me ayude con Sarah, que me ayude a entenderla y conquistarla.
—Por fin, Gina. ¡Ya me crecía pelo blanco!
—Qué exagerado eres... Cuéntame anda, hoy no es un buen día.
—¿Alguna orgía? – dijo éste burlándose.
—¿Tengo que recordarte que cobro por horas o qué?
—Vale, vale. Tampoco te pongas así. Las últimas veces me las diste gratis.
—Y encima por ser horas de solo blah blah blah, serán el doble.
—¿Por qué estás tan enfadada? Era solo una broma Gina. En fin, tengo mucho que contarte.
—Pues empieza. —dijo esta mosqueada.
—Bien, te haré un pequeño resumen —dijo éste pensativo. —Resulta que hace un par de semanas descubrí que Sarah es hija de la directora de la universidad, que a su vez es una ex clienta de mi ciber show. Y bueno, Sarah es una de mis admiradoras secretas del show, sin embargo, me ignoraba e ignora de nuevo, pese a que nos hemos acostado. No sé si me olvido de algo.
—(...)
—Gina, ya he terminado eh... Cuando quieras puedes hablar.
—...
—¿Gina?
—En fin, son muchas cosas a procesar. Lo primero es lo primero. ¿Cómo y cuándo te acostaste con ella? ¿Cómo es posible que hayas tenido algo con una madre y su hija? ¿Por qué hasta ahora no me habías contado nada de esto?
—Porque tampoco sabía que se darían así las cosas. Simplemente pasó y ya.
—No sé Godoy, pero hasta hace poco nos contábamos las cosas y era guay. Ahora siento que solo me buscas si necesitas ayuda con algo, que por cierto tampoco me sueles explicar.
—Okay, no es personal ¿sí? Y ahora ayúdame a entender que ha pasado.
—Pss... Necesito las explicaciones detalladas. ¿Seguiste al pie de la letra mi plan?
—Si si, tuvimos la cita, justo en ella descubrí quien era en realidad y desde ahí todo se fue al traste. Hasta que un día la seguí preocupado por su extraño comportamiento y su madre me pillo espiándola dando por hecho que era con fines obscenos. Tuvimos una discusión en la cual me expulsó del centro, me dio una bofetada y su hija se hizo presente. Tuvimos una conversación privada en la cual intentaba disculparse en nombre de su madre, y aclararme algunos temas. Quedamos en mi casa, para seguir la conversación y al final... Pasó.
—Entiendo... ¿Tal vez se enteró de que también eres gigolo presencial?
—No lo creo. Bueno, no hemos hablado de eso.
—¿Fuiste muy bruto, o demasiado sentimental, sexualmente hablando?
—No sabría decirte, a ver, me consta que ella lo disfrutó, y sentí su orgasmo como mío propio. Pero ahora que lo pienso, lloró.
—¿Lloró? ¿Llorar en plan lujuria o llorar en plan tristeza?
—Sonaba... Como a despedida. De hecho, pese a que lo pasamos muy bien, ella me pidió no volver a repetirlo nunca más.
—Algo no me cuadra, tal vez no le gustó hacer el amor contigo. Igual fingió o la hiciste un poco de daño, o qué se yo. Si de verdad disfrutó como dices, lo suyo sería que ahora quisiera más, ¿no crees?
—Bueno, lo extraño de esto es que me lo pidió antes de tener sexo. Igual no la di importancia porque al ser virgen supuse que no había sentido lo suficiente en otra ocasión. Pues necesito tu ayuda en esto. He tenido sexo tantas veces... Pero con ella lo sentí muy diferente. No te ofendas, sabes que siempre me ha gustado Sarah. Y ahora no quiero que se vaya sin más.
—Igual ella no quiere estropear su amistad. Igual si disfrutó, pero no quiere llevarlo a otro nivel. Tal vez solo deberías dejar que las cosas pasen solas, Godoy.
—Pues sigo sin entenderlo. Trataré de hablarlo con ella.
—¿Y por qué te resulta tan difícil respetar su decisión sin más? La vas a agobiar. Dala tiempo a que reaccione, si es que tiene algo más que decir. Pero... ¿y si no? ¿Soportarías eso Godoy?
—¿A qué te refieres?
—A que después de eso que tuvisteis ya no haya nada más. A que ella lo haya superado, y tú todavía estés tratando de entenderlo.
—No nos adelantemos. Bueno, ¿me vas a ayudar o no?
—Voy a intentarlo, pero no prometo nada. No la voy a presionar ni nada por el estilo. Aunque tampoco veo normal que mandes a una tía que te has tirado mil veces, a ayudarte con una a la que te quieres tirar otras mil.
—Le diremos que eres una prima mía que viene a pasar unos días en la ciudad. No puedo decirla ni de broma que tú y yo... Ya sabes.
—No fabriques mentiras demasiado elaboradas. Haré lo que pueda, pero mientras tanto mantente al margen, sigue con tu vida como hacías hasta ahora. Además, ya no vas a clases así aprovecha para pasarlo bien y demás. Sigue hablando con ella, también olvidando que hubo sexo. Todo se resolverá.
—No me estás pidiendo nada fácil. Pero trataré de hacerlo. Quiero a Sarah en mi vida, y lo conseguiré de cualquier manera.
—Pufff...
—¿Qué?
—Que te tenía por todo menos por romántico. Y me resulta raro verte en ese plan ahora. Y si no tienes nada más que decir, vuelvo a mi jornada laboral.
Mi teléfono del trabajo empieza a vibrar. He ampliado mi negocio. Ya que no podré graduarme este curso, tendré que buscar en que ocupar mi tiempo, y claro está ganar aún más dinero.
También está eso de que debo pasar un poco de Sarah y aunque me está costando, es lo mejor, confío en el criterio de Gina. Así que ahora tengo una línea de llamadas eróticas, para evitar dar mi teléfono personal, y un equipo audiovisual mucho mejor. No sé quién, pero alguien dijo que, si la vida te da limones, ¡haz limonada!
—¿Si, dígame?
—Hola, ¿el show del Sapo?
—Sí, así es. ¿Cómo puedo ayudarla?
—Bien, verá una amiga se va a casar y ... nos preguntábamos si haces fiestas privadas, para una despedida de soltera.
—Sí, pero necesitaré detalles. La cantidad de personas, tipo de show y su alcance, si desean alguna temática, etc.
—Bien, somos 10 chicas más la novia, sobre el show algo divertido y atrevido, pero no muy peligroso. No es necesario llegar hasta el final del asunto. Y bueno, la temática, no sé, haga algo divertido.
—De acuerdo, háblenme un poco de la novia. Tres características de ella para hacer un show más personalizado.
—Ufff, es tímida, soñadora y muy romántica. Ni siquiera sabemos cómo es que ha accedido a esta propuesta.
—Vale,sé lo que buscan. Mandaré por mail mis honorarios y los detalles de la fiesta.
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ME DICEN EL SAPO
Любовные романыSiempre he sido un ser feo, bastante feo. Incluso me llamo ser solo para no considerarme humano. Eso no sería un problema si la sociedad en la que estamos no le diera mayor importancia. Las mujeres buscan un príncipe azul, un gran hombre guapísimo...