Un dia corriente

848 97 39
                                    


Ahora mismo veo a todos mis queridisimos alumnos teniendo que soportar el gran dolor fisico(y mental) que les dejo mi entrenamiento.

Los unicos que pueden estar de pie son los elfos ya que ellos crearon una medicina para el dolor muscular y la trajeron cuando se enteraron de que era una clase de educación fisica (precavidos los chicos).

Bueno, supongo que tengo que hacer algo pero me da pereza curarlos, ¿que hago?, ummmm.

¡Ya se!.

Me volvi hacia los elfos que ya estaban recuperados.

-¡Hey chicos!, ¡aprovechando que ustedes tienen esa medicina les dejo a cargo del resto!, ¡bye!~-

Todos me miraron y antes de que pudieran protestar me telenstrasporte a mi casita.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Me teletransporte en frente de mi casa y entre por la pierta principal.

Y salude de la mejor forma que pude.

Patee la puerta y entre gritando.

-¡Tadaima!-mientras disparaba con un subfusil.

Y me recibieron Jane y Aluhe con AK-47 gritando

-¡Okaeri!-mientras me disparaban

La batalla campal que teniamos en nuestra casa duro unas 2 horas hasta que nos quedamos sin munición.

Yo quede detras de un sofa mientras que ellas estaban detras de una mesa.

-...y chicas, ¿como supieron que yo las iba a saludar  asi?-

Paso un rato hasta que me respondio Aluhe.

-Vi unas armas en tu cuarto asi que le avise a Jane y ella supuso que esto pasaria-

Sabia que no debia dejar esas armas en mi cuarto.

Esperen.

-¿¡Que hacias en mi cuarto!?-grite molesta.

Hubo silencio.

Más silencio.

-¡La granada Jane!-

Despues de que ella dijera eso una granada cayo en frente de mi.

-Mierda-

Salte antes de que la granada explotara, y mientras estaba en el aire cree mas municion y recargue mi arma, cai en frente de las chicas y les dispare a quemarropa.

Las chicas cuando me vieron en el suelo apuntandoles saltaron atras a direcciones opuestas y se dirijieron a la cocina donde derribaron la nevera y la usaron para cubrirse.

Me puse en el costado del sofa y les apunte.

-¡Respondeme que hacias en mi cuarto y sere indulgente con tu castigo!-le grite a Aluhe.

Hubo silencio.

-¡Yo tengo municiones ilimitadas y ustedes se quedaron sin balas, ya no hay nada que puedan hacer!-

Hubo mas silencio.

Cuando escuche el sonido de un arma recargandose.

Y me comenzaron a disparar.

Retrocedi un poco para no recibir los disparos.

Juraria que ya no tenian mas balas, ¿por que siguen teniendo?.

Decidi que les preguntaria despues de acabar con esto ya que por el rabillo del ojo vi a Aluhe acercandose a mi esquivando las balas con un cuchillo de combate en mano.

Dios por caprichoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora