Pánico fue todo lo que sabía que ocurría, recuerdo que la pequeña Reina había venido a casa llorando, la tenía entre mis brazos y aun no se tranquilizaba, un par de rayos fue lo que había visto a lo lejos antes de que ella llegara, sabía que había ocurrido algo, pero aun no obtenía respuestas.
-Te preparare un té -le dije apenas me soltó, ella asintió y yo me levante del pequeño sillón donde habíamos permanecido por lo menos una hora. Le prepare un té para los nervios, le entregue un pañuelo y ella se limpió la nariz. -Tranquilízate un poco y después dime que ocurrió -ella tomo un sorbo de té antes de mirarme, sus ojos estaban rojos y parecía que quería volver a llorar. Coloque su mano bajo las mías y le di un ligero apretón para que se sintiera mejor.
-Lo perdí todo, todo lo que vi fue como nuestra casa caía al momento de que un titán luchaba contra otro -
-¿Un titán? ¿Dentro de Shina? -La interrumpí al no haberme enterado de dichos acontecimientos, si hubieran atravesado la muralla, ya lo sabríamos.
-Si, los de la legión estaban ayudándolo, esto fue obra de ellos, mis padres... no lograron salir -sus ojos volvieron a ponerse llorosos y su respiración parecía agitada, se aferró a mi cintura y siguió llorando. Unos caballos se escucharon fuera y después la puerta se abrió. Reina se levantó y dejo de llorar, tomo la taza de té y se la arrojo.
-¡¡¡Ustedes causaron la muerte de mis padres... los odio!!! -Todo lo dijo entrecortado, me levante y camine tranquilamente hacia Levi y lo abracé.
-Sé que hay una razón para lo que ocurrió, y sobre todo... -le di mi mirada más seria que podía aun abrazada a él, levante mi mirada para vernos directamente.-Espero que no participaras con tu pie herido -el coloco su mano en mi cabello y lo desordeno.
-Mocosa me quedare hoy contigo, tenemos unos cosas de las que hablar -asentí, me separe de él.
-Reina-chan, limpiare esto, pero debes entender que no estuvo bien, lamento mucho lo de tus padres y espero disculpes a Erwin-san por sus planes arriesgados y a el titán cambiante que destruyo tu casa, puedes quedarte conmigo un tiempo, pero debes respetar a mi esposo -Ella me miro, parecía entender, se volvió a limpiar la nariz y observe como Levi limpiaba el té del piso y tiraba los trozos de porcelana de la taza. Pareció controlarse por la acción de la pequeña y realmente lo agradecía. Le sonreí.
-Preparare algo de comer, vayan a darse un baño -
-Levi-Heichou lo lamento, pero no puedo evitar pensar que ustedes tienen la culpa de la muerte de mis padres y realmente los odio -
-Mira mocosa de mierda, tu opinión no me interesa si no te he dicho nada es por respeto a mi esposa -ella pareció molestarse más pero ya no dijo nada solo se fue a un de las habitaciones. -Prepárame un té, mocosa -
-Está bien y tengo pastel para acompañar -él se acercó y me agarro fuertemente de la cintura obligándome a pegarme a su cuerpo, solté un pequeño y casi inaudible grito. -Te extrañe tanto -le dije para luego estirar mis manos a su cuello y atraerlo hacia mí, lo bese, extrañaba sentir sus labios, su aliento, todo de él. Sentí como sus suaves labios comenzaban a moverse al ritmo de los míos, me encantaba como lo hacía, me vi obligada a ponerme de puntillas para poder seguir, recorrió mis labios con su lengua ocasionando que un pequeño suspiro abandonara mi boca al tiempo que el introducía su lengua en mi cavidad bucal. Intente seguirle el nuevo ritmo con mi lengua pero no podía, él se apodero de mi boca velozmente, ocasionando un gemido de mi parte. Pero el me soltó, dejo de besarme y me dejo en el piso, pues no sabía cuándo me había comenzado a cargar.
-Esta noche terminaremos esto mocosa -me dio un pequeño beso en la frente antes de desaparecer de mi vista cuando comenzó a subir a nuestra habitación, me regañe a mí misma por pensar cosas indebidas con él, debido a la situación de Reina-chan y recordando su estadía en la casa, un suspiro abandono mis labios mientras avanzaba asía la cocina.