Dangerous. (Niall Horan)

Capítulo 15.

Ashley:

El beso que Niall me dio me sirvió para darme cuenta de que le necesitaba en mi vida. Puede que fuese pronto para decirlo, pero le necesitaba.

Le hice entrar a mi habitación en silencio para que no se dieran cuenta de que él estaba en casa. Mi madre no permitiría que saliera con él. No después de lo que hizo.

-Espera aquí, iré a ver dónde están los demás.

Niall se sentó en el borde de mi cama y abrí la puerta de mi habitación. Escuché la risa estridente de la novia de mi hermano. Resoplé.

-¿Esa es Elizabeth?-dijo Niall, más alto de lo que debería. Mi cuerpo se activó a alarma por culpa de su tono de voz.

-¡Cállate!-le regañé por lo bajó.-Luego hablaremos de eso.

Asintió y salí de la habitación, asegurándome de cerrar la puerta al salir. Cerré los ojos y coloqué ambas manos en forma de puño, descargando toda mi furia para no arrancarle los pelos a la esquelética de Elizabeth. Suspiré varias veces, intentando relajarme. 'No pierdas el control Ashley, eso es lo que ella quiere que hagas.' Intenté mentalizarme de ello. Abrí los ojos y relajé mis músculos, acercándome a la habitación de mi hermano.

Observé el panorama. Liam estaba atado a unas esposas que estaban enganchadas a la cama, y Elizabeth sobre él. Abrí mucho los ojos. Carraspeé para llamar su atención. Ambos me miraron y Liam me dedicó una pequeña sonrisa al verme.

-Buenos días.-dijo Liam.

-No quiero saber para qué estáis usando eso.-Elizabeth soltó una risa al escucharme y Liam volvió a sonreír.

-No estamos haciendo nada malo, Ashley.-replicó mi hermano.-Ni nada guarro. Estábamos viendo cuántas cosquillas podría aguantar estando atado. Aunque también podríamos hacer otro uso de ellas...-murmuró para Elizabeth. Ella hizo que se ruborizaba y yo solamente pude poner cara de asco.

-Mira, lo que hagáis o dejéis de hacer me trae sin cuidado, sinceramente.-comenté con rapidez.-Venía para preguntarte si está mamá en casa.

-Acaba de salir a hacer unas compras. Dijo que volvería tarde, ya que iría con Anthony.

Anthony era un hombre con el que mi madre se estaba viendo últimamente. Desde que papá y ella se divorciaron y papá se mudó a Los Ángeles, ella no había vuelto a rehacer su vida en cuanto al tema amoroso. Y realmente me alegraba por ella. Volvía a ver aquella sonrisa que le salía cuando mis padres estaban juntos.

-¿Entonces tengo que pasar obligatoriamente todo el día con vosotros dos?-puse cara de sufrimiento.

-No, qué va. Nosotros vamos a pasar el día fuera también.

Sonreí triunfante. Niall podría quedarse en casa todo el día y marcharse antes de que llegaran.

-Mejor, toda la casa para mí sola.-dije y me escabullí a mi habitación.

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Cuando hube escuchado la puerta principal cerrarse y confirmar con mis propios ojos que Liam y Elizabeth se marchaban, me giré para ver a Niall. Estaba de pie apoyado sobre la pared mirándome. Con esa mirada que tanto me gustaba pero a la vez que tanto me intimidaba.

Sus ojos recorrían mi cuerpo, parecía que me escaneaba a través de ellos.

-Aún no me lo has explicado.-me habló.

-Oh, cierto.-comenté.-Eh...parece ser que Elizabeth y Liam están...saliendo, ya sabes.

-No, no me refería a eso.-levanté una ceja. Su tono de voz había cambiado, al igual que sus ojos. Ahora lucían más oscuros de lo normal. Parecía molesto.-¿Por qué te fuiste?