018•El despertar•

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Dicen que los chicos buenos van al cielo.
Pero los chicos malos te traen el cielo.
Y para mi desgracia Jeon Jungkook era ambos.
•••

El dolor martillante en mis sienes es insoportable, como continuos pinchazos que se vuelven intensos cuando trato de pararme. Cierro mis ojos con fuerza ante el repentino mareo por la brusquedad al tratar de sentarme, aun sin lograr mi cometido del todo, me dejó caer nuevamente en el mullido colchón permitiéndome respirar con profundidad y poner mis manos sobre mi rostro y así evitar la relación entre mi cara y los rayos del sol.
Siento mi boca seca tal como si llevara semanas sin tomar una sola gota de agua pero no estaba dispuesta a levantarme por un vaso de agua y después tener que volver,  me quejo con voz ronca.

—¿Podrías callarte?—mi piel se eriza ante la repentina pregunta con sonido grave por el sueño, trago con fuerza, el pánico incrementando mi pulso como loco.

Me obligó a quitar mis manos ahora temblorosas por los nervios y soy capaz de darme cuenta del brazo algo fornido rodeando mi cadera, así como una cabellera castaña al lado de mi rostro, cosas que dejé pasar en el primer instante en que abrí mis ojos pensado que eran presiones por el dolor en mi cuerpo. Siento mis mejillas calentarse con fuerza y tal rapidez que me sorprendo, incluso mi cuerpo toma aclimataciones calurosas con velocidad que hace que quiera quitarme el vestido que tengo encima. Con las respiración agitada trato de buscar alguna respuesta lógica al porqué Taehyung se encuentre en mi cama, abrazándome como si fuerza un lindo y cómodo peluche. Me quedo quieta sobre mi lugar, temiendo moverme y rozar algo que sinceramente no quisiera pensar en estos instantes.

—M-muévete imbécil—digo temblorosa, una respuesta negativa es emitida desde su garganta en forma de gruñido que me hiela la sangre por unos instantes ante la gravedad, lo siento acercarse aún más su cuerpo al mío, casi como si fuera una provocación —, ¿Taehyung?, ¡Kim Taehyung!—el maldito estaba frotándose contra mí, más exactamente contra mi muslo, lo aparte de mi cuerpo algo abochornada, levantándome sin dudarlo dos veces y olvidándome del dolor en mi cabeza.

Parpadeo continuamente ante el mareo repentino al ponerme de pie, dejo escarpar un grito asustado cuando no soy capaz de apoyarme en algo y terminó cayendo al suelo con brusquedad con un sonido sordo, pequeñas lágrimas se instalan en mis ojos por el dolor en la parte baja de mi espalda, podía asegurar que es escuche el sonido de mis huesos tronar por el impacto. Aún con la mirada borrosa puedo divisar el rostro somnoliento de Taehyung asomarse por la esquina de la cama, frunce el ceño confundido, con un pequeño puchero talla uno de sus ojos con la mano que no está recargada sobre el colchón.

—¿Qué demonios haces ahí dulce?—cuestiona con un toque de diversión y confusión en su voz, muerdo mi labio inferior para evitar lanzarle maldiciones en su bello rostro medio dormido, ignorando su pregunta apoyo mis manos sobre mi cama, levantándome tan despacio que siento que no me moví ni un centímetro del suelo.

—Todo es tu culpa tonto—le acusó, me mira desconcertado por unos segundos antes de estallar a carcajadas, llevando sus manos sobre su estómago como si aquello aliviará el dolor por reírse tan fuerte. Quiero soltar un gemido aliviado cuando mi trasero toca la suavidad del colchón, pero estoy tan concentrada viendo como Taehyung se revuelve entre mis cobijas aún riendo, señala algo en mi cara cuando está un poco mas tranquilo—¿tengo algo?—paso mis manos sobre mi rostro en un acto estúpido de encontrar algo, su risa se incrementa cuando me ve doblar mi labio inferior, en un mohín molesto—, ¿podrías dejar de reírte y decirme que tengo en mi cara?—pregunto hastiada.

—Joder, dulce, tendrás que poner mucho hielo—sugiere entre pequeñas risas, frunzo más el ceño, a este paso estoy segura que me saldrán arrugas antes de que envejezca, se sienta y se arrastra un poco hacia atrás hasta que su espalda es capaz de recargarse en el respaldo de madera, da leves golpes a la parte libre a su lado, desconfiada me acerco al lugar indicado, recargando igualmente mi espalda aún resentida por el golpe de hace unos momentos.

Craps: Horn |J.Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora