Capítulo 3

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 — Bien, creo que no tomaré ningún taller—comentó el joven castaño, estaba en el jardín con Matthew quien llevaba un cuaderno y escribía de vez en cuando, JungKook podía asegurar que todo lo que escribía era referente a él

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 — Bien, creo que no tomaré ningún taller—comentó el joven castaño, estaba en el jardín con Matthew quien llevaba un cuaderno y escribía de vez en cuando, JungKook podía asegurar que todo lo que escribía era referente a él.

Aquel jardín estaba lleno de flores y arbustos, al estar en comienzos de otoño las hojas de los árboles seguían verdes, pero otras ya comenzaban a cambiar de color. Algunos pacientes del centro estaban allí respirando aire fresco, otros simplemente veían a la nada y otros estaban acompañados.

— ¿Qué? —Matthew lo miró dejando de escribir—Joven Jeon, debe escoger uno al menos.

— No lo sé, ¿En qué se supone que me ayudará? —suspiró mirando un chico más joven que él acostado en el césped con sus ojos cerrados.

— En mucho, habrá días en los que tu mente querrá jugarte una mala broma y estarás irritante, cuando los pacientes llegan a este lugar hay que ser cuidadosos con ellos, al menos la primera semana en lo que se le diagnostica con más exactitud—explicó con calma, JungKook le miró serio—Debes mantenerte distraído, joven Jeon, es por tu bien. ¿No tienes algo que te guste? ¿Qué tal el taller de música? Encajaría contigo.

JungKook recordó a la joven que cantó su canción en aquel salón, se sintió algo incómodo y se preguntó si esa chica no lo había hecho a propósito, aunque luego eliminó esa idea, en ese centro de rehabilitación ninguno de los pacientes parecía reconocerle.

— Quiero evitar eso al menos mientras estoy aquí—pidió—En parte, por culpa del mundo del espectáculo y la fama estoy aquí.

— Entiendo—el pelinegro asintió pensativo—Pero debes escoger uno, intenta seguir probando—se levantó—Es hora de llevarte con el psicólogo, luego te llevaré a almorzar y....te acompañaré a escoger un taller.

— Matthew.

— ¿Sí?

— Eres terriblemente amable—se incorporó y el chico sonrió divertido.

— Entonces estoy haciendo muy bien mi trabajo, vamos, sígueme.

Dejando atrás el jardín, JungKook lo siguió en silencio caminando detrás del chico, tenía sus manos metidas en los bolsillos de su suéter, miraba el suelo de madera como si fuera lo más interesante hasta que un alboroto se escuchó, levantó la vista cuando Matthew fue corriendo a ayudar a sus compañeras.

— ¿Qué sucede? —le escuchó preguntar.

— Se encerró en el salón y no quiere salir.

JungKook frunció el ceño sin distinguir que salón era, pero definitivamente no era uno de los talleres, ellos seguían en planta baja. Matthew comenzó a pedir las llaves para abrir dicha puerta, pero aquello no era buena idea.

— ¿No debería entrar alguien a hablarle primero? —opinó JungKook mirando al personal.

— No escuchará, cuando tiene estas crisis es mejor sedarla—explicó una de las enfermeras.

JungKook hubiera entrado y hubiera ayudado, pero...no se sentía capaz, tenía sus propios asuntos.

[...]

El psicólogo había hecho una presentación con él, le había hecho sentir cómodo o al menos intentarlo, para su mala suerte, JungKook se sintió inquieto, ese hombre sólo quería saber que tenía en la cabeza con la excusa de querer ayudarlo, no había sido grosero, pero simplemente no le agradó, el doctor Jung no le inspiraba confianza y eso sería un gran problema.

Sus citas serían dos días a las semanas, lunes y martes, durarían unas dos horas que al chico le parecían más largas de lo normal, JungKook había sido diagnosticado con depresión, ansiedad y problemas para controlar la ira en ocasiones.

Escucharlo de un profesional sonaba más humillante para el pobre.

Matthew le había acompañado al comedor, el personal comía aparte de los pacientes, por eso JungKook debía valerse por su cuenta, esperando a recoger su almuerzo sintió que alguien tocaba su hombro, un chico de su estatura y un poco más musculoso le sonreía tímidamente, tenía el cabello de un morado oscuro.

— ¿Eres Jeon JungKook?

— Sí—lo miró mejor.

— Soy Sung WooBin—hizo una pequeña reverencia—Sé que llegaste ayer, algunos te vimos cuando te llevaron a tu habitación—hablaba despacio y temblaba un poco, lucía muy tímido pero adorable, al maknae le recordó a Jiminie y a TaeHyung.

— Ahh—algo avergonzado al recordar la escena asintió dándole la espalda de nuevo, la fila avanzó un poco y el chico detrás suyo volvió a tocar su hombro.

— ¿Puedo acompañarte en el almuerzo? No es agradable sentarse solo.

— ¿Sueles comer con alguien?

— A veces sí y a veces no—se encogió de hombros— ¿Te sientes mejor, hyung?

— ¿Hyung? —frunció el ceño, eso le desagradaba como el "oppa", JungKook lo miró algo serio y WooBin se sintió intimidado— ¿Cuántos tienes crees que tengo?

— Sé que tienes veintiún años, eres mayor que yo por dos años—admitió mirando sus Converse naranja—Lo siento.

— ¿Te acercaste a mí porque soy un idol? —aquella pregunta salió de forma amarga de sus labios. JungKook no quería ser rudo con él, pero por alguna razón tenía su cuerpo a la defensiva.

— Oh, no, no—se apresuró a decir—Yo...sólo...quería ser...un amigo para ti, tu habitación queda frente a la mía y...

— Oye, no deberías ser grosero con él—una tercera voz apareció, era femenina y JungKook la reconoció, claro que sí, ella era la chica que cantaba su canción—WooBin quiere ser bueno contigo, no tiene la culpa de que tus hyungs te hayan dejado aquí.

La tensión creció en el ambiente, el JungKook de antes se hubiera quedado callado pero esta nueva versión amarga del maknae siempre quería tener la razón.

La chica no era más alta que ellos, pero si delgada, a JungKook se le hizo familiar ese rostro de alguna forma.

— La conversación es de dos, no de tres.

— Ahora lo es—levantó una de sus cejas abrazando su bandeja vacía—Lo siento, pero aquí no hay trato especial para los idols, ¿Problema con eso?

JungKook bufó rodando los ojos, no perdería el tiempo discutiendo.

— SooMin noona, no discuta con el chico, no se meta en problemas de nuevo o la sedarán por segunda vez en el día.

Algo hizo clic en la cabeza del maknae, sin dudarlo preguntó mirándola.

— ¿Eras tú la que se encerró en el salón?

Ambos se sorprendieron por ello, WooBin miraba a la pareja y SooMin no se esperaba eso. Aunque no era la primera crisis de ansiedad que le daba.

— Sí—admitió encogiéndose de hombros—Todos estamos mal en este lugar, verás esas cosas todos los días y te aseguro que pronto te veré en esa misma situación.

Yeong SooMin también había sido diagnosticada hace tres semanas con lo mismo que Jeon JungKook, pero su historia era diferente.

•••

No tengo una persona en específica que me recuerde a WooBin pero bueno, jueguen con su imaginación, ahora, respecto a SooMin, la imagino más como Lalisa cuando tenía el cabello negro.

💜

Sweet Beginnings [JJK] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora