Sweet Beginnings [JJK] COMPLETA

Capítulo 29

Un mes después

JungKook despertó algo agitado justo cuando el sol comenzaba a salir, no recordaba lo que había soñado, pero podía suponerlo, desde hace días viene imaginándose de nuevo en los conciertos y presentaciones teniendo esos ataques otra vez. Todo el esfuerzo de ese lugar echado a la basura, Kookie quería mantenerse tranquilo y esperar ese momento sin preocuparse, pero le aterraba lastimar a uno de sus hyungs cuando su mente se cegara.

Giró en la cama respirando profundo encontrando una linda imagen, SooMin dormía placenteramente junto a él estando boca arriba con su cabello esparcido por la almohada, tenía una mano en el pecho y la otra colgando fuera de la cama, su pecho subía y bajaba debido a su respiración, esos labios que tanto había besado estaban entreabiertos, JungKook no pudo evitar apreciar esa imagen. SooMin era realmente hermosa ante sus ojos, ¿Quién diría que el maknae encontraría a su..."alma gemela" en un centro de rehabilitación?

Miró su celular en la mesa de noche y lo tomó encendiéndolo, miró la fecha encontrando el mes de septiembre. Su cumpleaños no había sido la gran cosa, bueno sí, pudo estar junto a Soo todo el día. Encontró algunos mensajes de su querido amigo, WooBin.

WooBin:
Hyung, las personas son muy crueles con Soo, ¿No puede decir algo para que se calmen?

WooBin:
¿Por qué no aceptan que ustedes dos se aman? ¿Es malo? ¿Acaso usted debe vivir toda su vida a solas? ¿Qué clase de persona creen que eres?

JungKook suspiró sin saber que decir, ¿Qué clase de persona creen que es él? Miró a Soo recordando como la chica lo veía o tenía una mente de cómo era antes de siquiera conocerse del todo, sí, el mundo tiene la costumbre de juzgar antes de atreverse a preguntar.

Tenía tantas cosas en la cabeza que no quería volverse ansioso antes de tiempo.

Desde su celular le escribió a Matthew pidiéndole que no fuera a despertarlo, que lo vería en el comedor y que esa mañana no saldría a correr, no se sentía de ánimos...además de que no le apetecía hacerlo.

— Buenos días—escuchó una somnolienta Soo. Ésta se había levantado quedando sentada con los cabellos alborotados y los ojos sin abrir, a Kook le pareció gracioso.

— Buenos días, ¿Dormiste bien?

SooMin asintió sin decir nada, JungKook sonrió de lado notando que ella se balanceaba un poco, jaló de su camisa con suavidad y Soo cayó en sus brazos volviendo a quedar acostada.

Adoraba despertar así con ella.

[...]

— ¿Solías cocinar pasta en tu casa? —preguntó a la chica quien preparaba la salsa, JungKook se encargaba de echar la pasta larga ya lista en otro plato más grande y ovalado después de sacar el agua de ella.

— A mi madre le gusta la comida italiana así que acostumbraba a hacer todo tipo de pasta—explicó siguiendo la receta que habían puesto en la pizarra en el taller de cocina.

JungKook iba a decir algo más, pero en un descuido se quemó con el vapor de la olla, chasqueó la lengua dando un respingo mirando su antebrazo.

— Que bien—fue sarcástico.

— ¿Te quemaste? —SooMin tomó su brazo mirando que parte del antebrazo estaba roja, JungKook tenía una linda piel de bebé, incluso tenía una piel más bonita que la suya—Al salir de aquí iremos a enfermería a que te coloquen una pomada, así no se te hinchará o arderá.

El chico asintió mirando sus dedos allí acariciar la piel, intercambiaron una breve mirada típica de ellos.

[...]

Desde que los paparazis le habían pillado el día del cumpleaños de Soo no habían vuelto a ir al bosque, de vez en cuando había reporteros afuera queriendo captar algo o preguntar más de lo que ya sabían, por eso JungKook acostumbraba a correr era en el jardín y no alrededor. Por eso cuando no tenían nada más que hacer iban a la piscina y pasaban horas allí, sobre todo cuando no había nadie.

Ese lugar donde realmente había sido testigo de su primer beso.

— La próxima semana cumpliré el año aquí—comentó llamando la atención del castaño, Soo tenía sus brazos apoyados de la orilla de la piscina y su cuerpo o al menos la mitad flotaba en el agua.

JungKook estaba sentado en el borde de la piscina mirándola, aquel traje de baño enterizo dejaba a la vista un lindo cuerpo.

— ¿Has hablado con el director?

— No, sé que tendré que quedarme al menos dos meses más, ya ni sé—suspiró—Sé que te irás el próximo mes, justo en otoño.

— Odiaba este lugar cuando llegué aquí—contó.

— No lo sabía—Soo fue sarcástica. Sonrió de lado cuando Kook le reprochó con la mirada— ¿Crees que vuelvas a estar aquí?

— No lo creo, sin ti aquí sería muy aburrido—bromeó, aunque esa broma contenía algo de verdad.

— Me meteré en problemas para esperarte el tiempo necesario—estiró sus brazos moviendo sus piernas pataleando en el agua, aunque se detuvo en el acto haciendo una mueca asqueada—Ugh, es tan cursi.

JungKook se echó a reír arrugando su nariz tan tierna como un conejito, SooMin adoraba esos gestos en el chico, se hundió en el agua conteniendo la respiración e intentó tocar el suelo, pero su cuerpo insistía en flotar. Cuando salió a la superficie restregó sus ojos parpadeando varias veces sin ver a JungKook.

Miró alrededor notando que los dos pacientes que quedaban allí se retiraban, ahora si estaba sola. Frunció su ceño al percatarse de algo moviéndose en el agua, se dirigía a ella.

Comenzó a reír sintiendo cosquillas debajo del agua y soltó un pequeño grito cuando JungKook salió a la superficie, pero con ella en sus hombros.

— ¿Qué estás haciendo?

— Si el próximo mes me iré, significa que debo aprovechar éste a tu lado—pasó su mano por su cabello, SooMin acomodó esa melena dejando expuesta su frente y que sexy se veía. Rió por sus pensamientos atreviéndose a colocarse de pie en los hombros del chico, JungKook tomó sus manos para que Soo mantuviera el equilibrio— ¿Enserio saltarás?

Y su respuesta fue respondida cuando ella lo hizo salpicándolo, estuvieron jugando con el agua entre risas y cosquillas, pero como era costumbre, JungKook fue quien se puso cariñoso abrazándola debajo del agua y haciendo que Soo rodeara su cintura con sus piernas.

— ¿No crees que alguien podría vernos por esa ventana? —señaló.

— ¿Crees que estén dentro del edificio? —miró la ventana y luego a ella, SooMin prefería no arriesgarse, JungKook se hundió con ella una vez más, pero esta vez para besarla sin temor a que los vieran.

A lo lejos, en la puerta de ese salón, Matthew había estado mirando a la pareja jugar como niños, sonrió de lado con eso último y se sorprendió de ver a Suzy a su lado.

— Has hecho un buen trabajo siendo su compañero, Matt—alentó mirando al frente.

— Voy a extrañarlo cuando se vaya.

— Sabes que puede venir de visita.

— Sabes que nunca regresan una vez que se van.

Suzy sabía eso perfectamente.

— Pero mira la diferencia, si SooMin está aquí, JungKook no dejará de venir.