¿Qué pasaría si presenciaras la muerte de tu mejor amigo?
¿Qué sucedería si el recuerdo de aquello te atormentara en cada acción que hicieras?
Erick vive con la culpa de no haber podido ayudar en aquel momento, se siente vacío, desecho.
Con el rec...
Erick me deja pasar, y a penas entro noto como todo se encuentra completamente ordenado.
Le sonrío y él también lo hace, sigo estando complemente nervioso, solo que espero que con la sonrisa lo pudiera disimular.
—¿Qu-é hacés aquí? —Pregunta tartamudeando nuevamente, mi sonrisa aumenta un poquito más, es tierno cuando se pone nervioso.
—Hay un trabajo de Matemáticas, y el profesor me pidió que lo haga contigo sí o sí —Miento, es obvio que dicho trabajo no era obligatorio que lo haga con él, pero por elección elegí eso. Erick alza el ceño un tanto confudido, y siento que mi corazón late con fuerza, seguramente ya me descubrió.
Solo espero que Chris no le haya dicho que era a elección el grupo.
—Entiendo... —Responde, y su mirada va hacia el pasillo que tiene el apartamento—. ¿Puedes quedarte aquí? Voy a agarrar la mochila con las cosas a mi cuarto.
—Claro —Asiento.
Comienzo a ver todo el alrededor mientras Erick va hacia su habitación, sonrío al ver un osito de peluche en el sillón.
Mi mirada va hacia un mueble que tiene puertas de cristal, por lo cual puedo ver el interior. En un cuadro, aparece una foto de Erick, Chris y... Nick.
Mi corazón late con fuerza y muevo la perilla de la puerta de aquel mueble, abriéndola. No entiendo si los conocía por qué nunca me habló de ellos.
Se suponía que éramos unidos, y nos contábamos todo.
No tengo recuerdos de él hablándome de Erick, y menos de Christopher. Simplemente no lo entiendo.
Escucho que pasos se acercan y mantengo el cuadro aún en mi mano. Erick me mira con el ceño alzado y suspiro mientras continuo viendo aquella imagen
—¿Eran muy cercanos? —La pregunta sale de mi boca, y Erick comienza a tartamudear bajo.
—Em... sí, era mi mejor amigo —Responde, lo miro con el ceño alzado sin entender, pero no se lo dije de una mala manera, me da tristeza que mi primo me haya ocultado que tenía un mejor amigo, y que ese era el ojiverde.
—Nunca me habló de tí y de Chris —Admito, Erick se acerca a mí y me saca lentamente el cuadro, dejándolo en donde estaba.
Al verme, sé que nota como mis ojos se encuentran cristalizados, gracias a que su mirada cambia, y ahora solamente puedo ver en él aquel dolor que siento cada vez que recuerdo que mi primo no está.
Erick siente lo mismo que yo.
Erick siente que Nick nunca debió de haberse ido.
—¿Cómo lo conocías? —Pregunta con la voz un tanto quebrada, miro hacia la imagen y suspiro.
Veo nuevamente el rostro de Nick en aquella imagen, y mi corazón late con fuerza. Una lágrima cae por mi mejilla, y noto que Erick quiere levantar su mano para quitármela, pero luego no lo hace.
—Era mi primo —Admito, él abre los ojos con sorpresa y comienza a balbucear cosas que no logro entender.
—Tu pri-mo —Tartamudea Erick, dejo de mirar la foto y me concentro en él, mientras me saco la lágrima que caía por mi mejilla con la yema de los dedos.
—Sí, bueno... —Digo mirando hacia mi mochila—. ¿Comenzamos el trabajo?
—Em... sí —Dice asintiendo.
No quiero traerle este tipo de momentos tristes a Erick, ya que por lo que veo él no está bien.
Erick está roto, y me encantaría poder arreglarlo.
Me siento junto a él en el sillón y comienzo explicándole exactamente lo mismo que dijo el profesor en el salón. Al comienzo le cuesta, ya que faltó cuatro días en los cuales dimos temas importantes, pero luego gracias a que les paso mis apuntes y le explico parece entender.
Le regalo una sonrisa al ver su cara de satisfacción al haberle salido bien un ejercicio, pero luego bufa.
—¡Terminamos uno! Ahora solo nos faltan diez más —Río al escucharlo hablar y asiento con la cabeza.
—Estoy seguro que podremos hacerlos, juntos —La sonrisa de Erick aumenta, y eso me alegra.
Me alegra poder alejarlo de los momentos tristes.
Me alegra poder demostrarle que no todo está mal.
Logramos hacer otro ejercicio hasta que alguien toca la puerta del apartamento de Erick, el ojiverde se encamina allí y abre, abrazando a un moreno.
—Llegó el mejor —Dice riendo, simplemente le sonrío, aunque sentí algo extraño al ver cómo abrazaba a Erick.
Yo quisiera poder abrazarlo.
—Hola, Rich. Él es Joel, un compañero del instituto —Me presenta Erick, le doy la mano al tal Richard y él me sonríe amablemente.
—Solo venía a saludar, y a avisarte que Chris me dijo que se encuentra en la casa de un tal Zabdiel haciendo un trabajo juntos —Admite Richard haciendo una mirada pícara, acaso cree que Zabdiel y Chris...
—Bueno, no hay problema, yo también estoy haciendo un trabajo con Joel —Admite Erick sin entender la referencia del moreno, creo—. Y nos está yendo muy bien haciéndolo.
Richard se va sin más, y me vuelvo a quedar a solas con Erick para intentar hacer los demás ejercicios, aunque... me encanta Matemáticas, y sé hacerlo a todos.
Podría hacerlos en quince minutos, pero ver al ojiverde feliz cada vez que logramos terminar después de muchos minutos un ejercicio me hace feliz.
Y eso es bastante reconfortante para mí.
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