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Joel

—Un rato más y los dejamos solos —Susurro en el oído de Erick, él suelta una risita nerviosa y sonriendo asiente.

Pasaron unos minutos para que Erick dejara de tomar su café, y dejara la taza en donde se debe. De manera "disimulada" nos alejamos de los chicos, y comenzamos a caminar juntos por los pasillos del instituto.

—¿Cuantos minutos nos quedan? —Pregunta el ojiverde sonriendo.

—Unos seis —Digo mirando la hora de mi teléfono.

—Oh, ¿en serio? —Hace puchero y me hace reír, se ve verdaderamente tierno.

—Sí, Er. Tenemos que regresar a clases, te guste o no —Digo, él ríe—. Además, tendrás mi hermosa compañía.

—Narcisista —Escucho que me llama mientras ríe.

No sé por qué, pero simplemente lo abrazo por la espalda y sonrío, al comienzo se encuentra tenso, pero luego va aflojando.

—Bien que quieres a este narcisista —Le susurro al oído y él ríe.

Le dejo un beso en la mejilla y continuamos caminando a la par por el pasillo, hasta que vemos a Yoandri interponerse en nuestro camino.

—Oh, veo que no demoraron en ponerse en pareja —Dice con una sonrisa para nada agradable—. Que rápido te olvidas de las personas, Joel.

—Un abrazo no significa que ya estemos juntos. ¿Qué quieres, Yoandri? —Pregunta Erick, su sonrisa había desaparecido, y su voz se encontraba seria.

—Quiero felicitarlos, hacen una linda pareja —Dice aún con aquella sonrisa, aunque en su mirada solo hay odio.

—Gracias —Erick no dice nada más y me guía lejos de Yoandri, aún completamente serio.

Caminamos hacia el salón en silencio, y no me gusta verlo así, enojado. Por lo cual para calmarlo le doy la mano, aún manteniendo el abrazo.

—Es un idiota —Dice Erick, suspiro.

—¿Viste sus estados, cierto? —Pregunto.

—Todos y cada uno —Admite aún serio.

Estoy seguro que los estados de Yoandri, además de ser completamente extraños por el tema de las fotos, tenían muchos insultos hacia el ojiverde, y eso que no los ví.

—Erick, no te enojes, cuando te enojas... no diré que te pones feo porque mentiría, pero eres muy seco —Admito, él niega con la cabeza.

—Seco ¿Cómo? —Pregunta.

—Hablas super serio, y no me gusta verte así, Er —Admito dándole muchos besos en la mejilla, aunque verdaderamente lo que quiero es besarlo en los labios.

—Está bien, Joey, intentaré desenojarme —Admite caminando más rápido hacia el salón.

Y allí tenía mi misión del día, cambiar el estado de humor de Erick, hacerlo olvidar de alguna manera lo que había pasado.

Al entrar a la clase de Inglés, la profesora comienza a hablar, y puedo notar que a Erick se le complica, por las muecas que hace mientras ella habla.

Aún Te Recuerdo || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora