Extra

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Joel

Sonrío mientras vamos subiendo la montaña, miro hacia atrás para asegurarme que todos se encuentran bien y veo como Erick me devuelve la sonrisa.

—Nick, ten cuidado de no caerte —Dice el ojiverde.

Mi mirada va hacia la del pequeño de cabello rubio y el mismo me sonríe mientras sigue subiendo junto a Erick.

—Papá, ya te dije que yo puedo solo —Comenta.

Siete años.

Eso es lo que ha pasado desde que Yoandri murió, y fuimos a verlo a él y a Nick al cementerio. Seis años es la edad que tiene el pequeño Nick.

Seguimos concurriendo, al menos una vez al mes vamos a aquel lugar para hablar con él. Nunca obtenemos respuestas, sin embargo sabemos que nos escucha, y que nos ayudará siempre cuando lo necesitemos.

—Papá Joel, ¿por qué papá Er es tan protector? —Pregunta, mi mirada va hacia delante mientras sonrío y continuo caminando.

—Sencillo, él ama proteger a las personas —Es mi respuesta.

Continuamos subiendo mientras continuo sonriendo, los demás ya han venido horas antes y se encuentran en la cima.

El chiquillo llegó a nuestras vidas cuando lo vimos en un orfanato, al instante conectamos con él y decidimos adoptarlo. Erick tuvo la idea de ponerle el nombre Nick, en homenaje a mi primo.

El camino se hace bastante extenso hacia la cima, pero en todo aquel puedo hablar con Erick y Nick, quien no para de contar la película que vio en la televisión.

—Y entonces el chico dijo «Eso sí que es otra onda» —Cuenta, y comenzamos a reír con Er.

Las películas de nuestra infancia siempre serán las mejores.

Llegamos, y casi al instante nos encontramos con Christopher, quien nos sonríe.

—Hola —Dice mientras nos saluda a cada uno—. Bebé de Erick, ¿quieres jugar con mi bendición?

—No soy un bebé, ¡Soy grande! —Se queja Nick—. ¿Dónde está?

—Allá —Dice Christopher mientras señala al perro labrador que se encuentra al lado de Zabdiel.

Camino hacia el chico y lo saludo, y casi al instante recibo un abrazo desde mi espalda. Giro y me encuentro a mi madre, quien me sonríe.

—Hola hijo —Dice, la abrazo y a penas nos separamos veo que Erick se acerca a saludar.

Miro hacia la otra parte de la cima de la montaña y me encuentro a Richard, quien está cocinando hamburgesas en una parrilla, y a Leslie, quien se encuentra jugando con su hija con Rich.

—Hola —Digo saludando, él sonríe.

—Por fin llegaron —Admite, asiento.

—Ya era hora —Agrega Leslie—. Sam, ve a jugar con Nick.

—Está bien, Mami —Responde la chica de siete años mientras camina hacia donde se encuentra mi hijo.

Mi hijo, suena tan lindo decirlo.

El resto del día nos la pasamos comiendo y hablando a cerca de lo que ha estado haciendo cada uno. Richard y Leslie viven juntos, pero ya no más en la ciudad, ya que quieren que Sam crezca en un lugar más tranquilo.

Aún Te Recuerdo || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora