Capítulo Doce

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El atardecer ya se había hecho presente en nuestra linda y fría ciudad. WooSeok y yo compramos algunos aperitivos junto a unos gorros que nos encantaban a ambos. Al fin llegaba aquella tarde tan deseada y esperada por los dos, que también nos serviría muchísimo para evadir el incómodo momento vivido aquel día en la hora del almuerzo.

- Espero sea un lindo momento... Te quiero demasiado, Adachi Yuto - Añadió mi compañero en un tono que logró derretir mi frío corazón por un segundo.
- Bueno, quizás lo sea - Respondí.
- ... ¿Por qué haces eso? - Preguntó dejándome extrañado.
- ¿Hacer qué? - Mencioné.
- Lo que acabas de hacer... Siempre que te digo algo tierno, tú lo arruinas completamente... Además, sé que no eres tan frío como has fingido ser todo este tiempo... - Manifestó, a la vez que acariciaba mi mano izquierda con suavidad y delicadeza.
- ... Pues bueno, ¿Qué película vamos a ver? - Dije tratando de cambiar el tema.
- Okay, ¿Qué te parece si vemos "Bajo La Misma Estrella"? - Sugirió.
- No, es demasiado romántica - Negué.
- Está bien. ¿Qué te parece la película "Crepúsculo"? - Propuso nuevamente.
- ¿Estás bromeando? - Reclamé.
- Okay, es que a ti no te gusta nada... Hey, ¿Qué te parece "La Vida Es Bella"? - Volvió a idear.
- ¿Estás loco o qué? Es demasiado melancólica, olvídate de que veré aquella película contigo - Respondí.
- ¿Qué tal si vemos "A Todos Los Chicos De Los Que Me Enamoré?" - Insistió por última vez un poco cansado de mis constantes rechazos hacia sus películas.
- ¿Qué rayos es eso? - Pregunté. Nunca antes había siquiera escuchado el nombre de esa película.
- Es nueva. Es romántica de igual forma, pero... Creo que te va a gustar - Aseguró sonriente.
- Okay, está bien... Veamos esa - Acepté por fin.
- ¡Genial! - Exclamó emocionado.
- Sí, pero ahora cállate que quiero ver la película - Agregué. WooSeok soltó una pequeñísima risita, para luego apoyar su cabeza en mi hombro, y rodear uno de mis brazos con los suyos.
- Está bien... - Susurró por última vez antes de comenzar a ver la película.

La noche ya se hizo presente en la ciudad, y la película me dejaba cada vez más hipnotizado. Si bien, no me gustaban las temáticas románticas, o al menos, eso aparentaba, me encantó esta historia.
Miraba de reojo a WooSeok en cada una de las escenas románticas que se planteaban, pero en una de las veces en que intenté hacerlo, noté que se había quedado profundamente dormido. Pobre chico, debe estar muy cansado.
Toqué su mejillas varias veces con mi dedo índice, tratando de despertarlo.
Luego de varios intentos, al fin abrió levemente sus oscuros ojos.

- Perdón, no fue mi intención quedarme dormido así, ay, que desubicado que soy, en serio - Exclamó.
- No te preocupes... Si quieres, puedes ir a dormir, yo termino de ver la película solo, no es ningún problema - Agregué en tono suave, a la vez que acariciaba su nuca sin demasiada delicadeza.
- No, no, tranquilo. Me quedaré a terminar de ver la película contigo, yo fui el que te invitó a la tarde de pelis - Susurró.
- Lo sé, pero... Si quieres descansar, es mejor que lo hagas, recuerda que mañana debemos volver a la universidad... Te prometo - Aseguré.
- No, no, en serio que no. Me quedaré contigo hasta que esta cosa termine - Afirmó por última vez.

Una vez terminada la película, los ojos de WooSeok estaban opacos y llenos de sueño.
Ordenamos un poco la sala principal, y me despedí de él para ir a dormir de inmediato, ya que se hacía bastante tarde, y al día siguiente teníamos clases temprano.
Al llegar a la planta superior, cepillé mis dientes, me cambié de vestimenta, y enseguida me fui a mi cama.
En mi cuarto, no tenía el suficiente sueño como para dormir de inmediato. Leer siempre había sido una de mis actividades preferidas, pero hace mucho tiempo que no lo hago con frecuencia, ya que la casa y la universidad me mantienen bastante ocupados.
Tomé uno de mis libros preferidos, titulado "Si Decido Quedarme", aquel libro que combinaba ambas temáticas que me encantaban. El amor y la tragedia. Como ya mencioné, siempre he aparentado ser una persona fría, pero la verdad es que el romanticismo sí va conmigo en cierta forma.
Luego de leer un rato, al fin pude conseguir el sueño suficiente.
Las escenas recientemente leídas daban vueltas en mi mente, brindándome pensamientos que lograban tranquilizarme.
Finalmente, el sueño ya me había vencido por completo, provocando que me viera sumergido en un profundo sueño.

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